jueves, 2 de septiembre de 2010

Nueva ola de filtraciones sobre un ataque contra Iran.
















TOMADO DE CUBADEBATE

Una nueva ola de filtraciones sobre un ataque contra los objetivos nucleares de Irán que Israel prepara junto con EEUU esta vez puede tener fundamento real, considera en un artículo publicado este martes George Friedman, director ejecutivo del prestigioso centro Stratfor que cuenta con antiguos analistas de la CIA entre sus colaboradores.
Han sido numerosas las ocasiones en las que se han difundido diferentes versiones del posible ataque contra la República Islámica supuestamente filtradas desde los servicios secretos. Según expertos, se trataba de un intento de ejercer presión psicológica sobre Teherán para hacerlo buscar el consenso con Occidente.
Sin embargo, esta técnica no prosperó y es muy poco probable que se vuelva a emplear con el mismo objetivo, señala Friedman en un artículo publicado en la web del centro Stratfor.
“Es paradójico, pero la nueva tanda de rumores sobre la guerra esta vez puede ir dirigida a convencer a Irán precisamente de que no habrá guerra, mientras en realidad se está preparando ya”, opina el experto.
El pasado mes de agosto el Presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, volvió a insistir en que su país no tiene miedo de un ataque por parte de EEUU, porque las tropas estadounidenses ni siquiera pudieron derrotar al pequeño ejército iraquí.
El analista descarta por completo que Tel Aviv se atreva a emprender una operación militar sin contar con el apoyo del Pentágono. En cambio, EEUU dispone de bastante capacidad militar en el área del golfo Pérsico para lanzar un ataque aéreo contra los objetivos nucleares iraníes.
En su opinión, la retirada de las tropas estadounidenses de Iraq ha reajustado las fuerzas y los intereses y ha hecho que Washington revise su postura respecto del problema iraní.
“EEUU, el único actor importante, no atacará a Irán sólo por la cuestión nuclear, que no es el mayor problema para Washington. Pero, debido a la retirada de las tropas de Iraq, las fuerzas convencionales iraníes empiezan a ser un problema. Destruir sus objetivos nucleares sería simplemente reforzar la posición de EEUU“, resume Friedman.
Al mismo tiempo, el experto advierte que la consecuencia más grave del posible ataque contra Irán sería que la República Islámica bloqueara el estrecho de Ormuz, entre los golfos de Omán y Pérsico, lo cual colapsaría el 45% de los suministros mundiales de petróleo haciendo que se disparase su precio y dificultando la recuperación de la economía mundial tras la recesión.

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