domingo, 1 de junio de 2008

Día Internacional de la Infancia: Hijos de una isla asombrosa.


Por: Margarita Barrio, Yelanys Hernández, Ohilda Cabrera y Dora Pérez. Fotos: Roberto Meriño y Roberto Morejón
Correo: digital@jrebelde.cip.cu
Casi no ha terminado el amoroso gesto de concebirlos y ya los infantes cubanos comienzan a tener la protección de una sociedad que los recibirá sensible y tierna. Después recorrerán su existencia con la alegría de tener garantizados todos sus derechos
¡Hola!, mi nombre es Lolita, tengo 15 años de edad y estudio en la secundaria básica Mariana Grajales. Me gustan mucho los animales, especialmente los perros, tengo una que se llama Romi y es muy traviesa. Mi color preferido es el negro. Un gran beso para todos los niños del mundo. Aquí nosotros lo que queremos es que los niños sean felices, es tan simple... Un beso para todos los niños del mundo de Lolita

Yo defiendo mi Revolución, ya que por esta puedo estudiar y aprender mucho de la historia de mi patria y otros lugares. Los libros, las libretas y los lápices son gratis. Cuando me enfermo, no tengo que pagar para que me atiendan. Cuando salgo con mi mamá, lo hago sin miedo de que me suceda nada por las calles. Por eso defiendo mi Revolución. Rosalía

Como mis padres se encuentran trabajando fuera de Cuba por un tiempo y yo he tenido que acompañarlos, quisiera hablar sobre mi experiencia de pionera en estas condiciones.
Aquí la prensa no habla mucho sobre nuestro país, y cuando lo hace, es para decir cosas falsas. Siempre trato de convencer a mis amigos de lo contrario. Sin embargo, se reconoce que el nivel educacional en Cuba es bastante elevado comparado al de acá; también la salud, que en nuestro país es gratuita y aquí se paga. Diana Cásares Aguiar

Un mundo muy animado
La calidad de los dibujos animados que se realizan en los Estudios de Animación del ICAIC se debe al ingenio de sus trabajadores, pero también a una inversión tecnológica de gran magnitud hecha por el Estado.
Todavía Juan Padrón recuerda las sugerencias de las niñas para que su Elpidio Valdés tuviera la compañía femenina de María Silvia. Y ya casi es imposible imaginarse al legendario héroe infantil sin el apoyo incondicional de la valiente mambisa.
El hecho de buscar ideas entre los más pequeños no es insólito. Muchas son las experiencias que los Estudios de Animación del ICAIC han escuchado, valorado y definitivamente puesto en pantalla, en función de hacer cada vez más palpable la imaginación infantil.
Desde 1960 esta productora cinematográfica asumió el reto de recrear en «los muñe» esa visión con una amplia propuesta de materiales. Paco Prats, un productor con más de 45 años de labor, asegura que la institución cuenta con un personal que viaja por toda la Isla y se encuentra con los pioneros, sin importar cuan apartada de las ciudades esté ubicada la escuela.
«Los realizadores llegan allí, debaten con los niños, y luego se plasma lo que sugieren de alguna manera en las películas. Es el respeto que los Estudios tienen por esos planteamientos y es una muestra de la relación estrecha que tenemos con la Organización de Pioneros José Martí (OPJM).
«Grandes directores como Juan Padrón, Ernesto Padrón y Juan Ruiz, y otros noveles que tienen talento y buenas iniciativas, nos acompañan en estos diálogos con los pequeñines».
Los niños tienen la palabra
El ICAIC prepara en estos momentos un largometraje de Ernesto Padrón, cuyo guión está inspirado en la versión de Meñique de José Martí. Con este se incursionará en la tecnología 3D, una de las últimas en el mundo de la animación.
Según explicó Prats a JR, toda la producción de animados de esos estudios pasa a la Televisión, para que se transmita en los espacios dedicados a los niños y adolescentes.
«Estamos inundando la televisión con nuestros animados. Hemos facturado más de 200 en los últimos cuatro años».
El Estudio de Animación del ICAIC es considerado una escuela para los que se dedican a este trabajo. Desde el 2000 cuentan con una nueva sede, pues la dirección del país los incluyó como programa de la Batalla de Ideas y dispuso una inversión para potenciar la producción de materiales para niños y adolescentes.
Esther Hirzel, su directora, explicó que su propósito esencial siempre ha sido trascender la labor de producción de audiovisuales para ser, más que una productora de animados, una institución cultural que realiza un grupo de acciones que contribuyan a la formación de valores en etapas de la vida tan importantes como la infancia y la adolescencia.
«Para ello contamos con los niños y jóvenes. Hay una práctica en este lugar de realizar talleres para que el público interactúe con nosotros. Hoy tenemos trabajadores que fueron alumnos de esos espacios.
«Actualmente, especialistas de la institución estudian las sugerencias y las ideas que obtienen de las escuelas primarias y secundarias, tras visionar allí nuestras películas. Esa investigación resulta muy efectiva para nuestra labor y es posible gracias al trabajo estrecho que realizamos con la OPJM».
Chuncha y Fernanda se dan la mano
El dibujo animado nacional es avalado por una tradición productiva que abarca tanto cortos como largometrajes. El dueto de los Estudios de Animación del ICAIC y la Televisión Cubana ha puesto su personal durante décadas, a crear y formar valores éticos y estéticos en las edades tempranas.
Hoy, personajes tan familiares para el público como Chuncha y Elpidio Valdés, conviven felizmente con otros que empiezan a darse a conocer, como la detective Fernanda, a quien los niños ansían ver en otra aventura diferente a la de la fiesta de cumpleaños.
Para el realizador Luis Ernesto González es imprescindible la valoración del público infantil de una obra suya. Por eso, considera como sus críticos más grandes a sus dos hijos. «Ellos visitan los Estudios casi desde que nacieron. Me ven diseñar, saben mucho de dibujos animados y me gusta observar sus reacciones cuando les muestro algún boceto».
Ernesto se inició en este trabajo hace siete años, como asistente de limpieza en la segunda parte de Vampiros en La Habana, dirigida por Juan Padrón. Uno de los proyectos que más lo ha ilusionado en estos años es el rescate de canciones infantiles a través del videoclip.
«Comencé haciendo el diseño del video de La gatica Mini. Luego dirigí El soldadito de plomo, Un día de paseo —cantada por Rosita Fornés— La pavita pechugona, y acabo de terminar Federico, un tema premiado en el Festival Cantándole al Sol.
«Se trata de recrear historias musicales que han acompañado a generaciones de cubanos, a las que se adicionan otras más recientes y no tan famosas. La idea ha tenido un impacto tremendo en los niños, quienes ya las cantan».
Regalo sensible
Los nuevos ómnibus con elevador que se entregaron a la escuela especial Solidaridad con Panamá han resuelto un gran problema para los muchachos y los trabajadores.
Un útil regalo recibieron los pioneros de la escuela especial Solidaridad con Panamá —para niños con dificultades psicomotoras—, única de su tipo en el país. Se trata de dos ómnibus Yutong con un elevador en la puerta. Este modelo permite que los niños con problemas al caminar suban a la guagua sin preocupaciones, y los que están en sillas de ruedas, lo hagan sin necesidad de bajarse de las mismas.
«Se ha resuelto un gran problema, porque influye en la calidad de vida de nuestros muchachos, y también en el bienestar de los trabajadores», afirmó la directora del plantel, Esther La O Ochoa (Teté).
Ómnibus de ese tipo los tuvo la escuela desde su fundación, en 1989, hasta 1992, en que se deterioraron y fue imposible reponerlos.
Desde entonces, cada día los trabajadores de Solidaridad con Panamá debían cargar a los 68 estudiantes y sus sillas de ruedas, para montarlos y bajarlos de las guaguas escolares que los traían al centro en la mañana y los devolvían a sus casas por la tarde.
«La mayoría aquí somos mujeres. Luego venían los dolores en los brazos, en la columna, la inflamación pélvica. No dejábamos de hacerlo con todo el amor que merecen, pero era una tarea ardua, casi heroica, una más de las que debemos cumplir aquí, dijo Teté.
«Además, algunos de nuestros niños tienen problemas en la columna vertebral, y al cargarlos se les va la cabeza para atrás; otros son muy fláccidos. Ahora suben a la guagua en el mismo sillón, pues tiene espacio suficiente. Los que pueden caminar, ocupan los 16 asientos.
«Estas guaguas son una delicia, apuntó, frescas y con música. Les ponemos instrumentales, canciones infantiles, a Silvio Rodríguez y a Buena Fe —que a ellos les encanta— y aunque se tienen que levantar temprano, llegan contentos».
La matrícula de Solidaridad con Panamá es de 108 niños. De ellos, 40 son de otras provincias. Ahora que se acercan las vacaciones, los nuevos ómnibus servirán también para llevarlos a sus casas.
«Para los pases de fin de semana de los muchachos internos de la capital, los usamos en los recorridos más largos, que son Marianao y Centro Habana.
«Es más fácil también sacarlos a pasear los sábados. Lo hacíamos con placer, pero ahora es más agradable. No nos abruma el cansancio, ni a ellos tampoco».
Un parque fuera de serie
Los 11 equipos son uno de los principales atractivos del Complejo Pioneril José Martí.
Marina y Naylin son pioneras de la escuela primaria Orlando Pantoja, del barrio de Alamar. Aunque alejadas del centro de la ciudad, han encontrado un lugar donde pasarla bien. El Complejo Pioneril José Martí es lugar de habitual visita para ellas. Ya sea con la escuela, o con sus familias y amigos el fin de semana.
«A mí me gustan los aparatos, y paso siempre por el gabinete, donde aprendo un poco más de la historia de los pioneros», dice Marina. Y añade Naylin: «Cuanto más sabes, mejor. A veces la guía que maneja los aparaticos hace preguntas, y al que contesta bien, ya sabes, el premio es una vuelta más».
Para Teresa Valenzuela —vecina de ese reparto situado al este de la Ciudad de La Habana— el parque es una solución para entretener a la nieta en sus visitas dominicales.
La joven abuela confiesa que «ha vuelto a la adolescencia», porque disfruta mucho al montar los aparatos junto a la nieta.
«Es una manera también de pasar el domingo en familia, y cerca de la casa, sin el problema del transporte, que con un niño chiquito se agrava», refirió.
El Complejo Pioneril José Martí cumple este domingo, en coincidencia con el Día Internacional de la Infancia, su quinto aniversario. Desde sus inicios fue un parque diferente porque, al decir de sus trabajadores, ponen empeño en que no solo sea un lugar de recreación y divertimiento, sino donde se aprenda siempre algo nuevo.
«Tenemos 11 equipos, ese es un atractivo. Pero también contamos con un Gabinete Metodológico, con materiales didácticos, a través de los cuales pueden conocer el trabajo de la Organización de Pioneros, su historia, y también la de nuestra Patria», expresó Jorge Luis Ortega Martínez, director del Parque de Alamar.
«Allí montamos exposiciones transitorias, ahora tenemos una sobre nuestros cinco héroes. Contamos con una minibiblioteca muy actualizada, con títulos para adolescentes y niños. Está el anfiteatro para actividades culturales variadas y también existe un salón disponible para celebrar fiestas de cumpleaños».
Los muchachos de las escuelas del municipio Habana del Este se benefician también del Área de Acampada, que según explicó Jorge, está preparada para recibir a unos cien pioneros y cuenta con técnicos muy profesionales.
«Nuestro videoclub es muy visitado, apuntó. Tiene filmes y materiales didácticos, educativos. Hace poco estuvieron aquí los realizadores de videoclip de canciones infantiles para los niños. Ese fue un encuentro muy emotivo para los muchachos».
El José Martí abre sus puertas todos los días, de dos a cinco de la tarde, especialmente para las escuelas del municipio. Los sábados y domingos está disponible para el público en general, al igual que durante la semana de receso y las vacaciones.
Sus precios son muy baratos. Entrar no cuesta nada, y luego, cada vuelta en los equipos tiene un valor de 40 centavos moneda nacional.
—¿Este es el único parque con estas características?
—En otras provincias también hay lugares con un trabajo comunitario importante, instalaciones de Comunales, del Gobierno, de Gastronomía...
Un poco más allá
El Complejo Pioneril realiza además un grupo de programas fuera de la instalación, en lugares más lejanos dentro del propio municipio Habana del Este, como Cojímar y Campo Florido, así como en el Hospital Pediátrico Leonor Pérez y en la sala de pediatría del Hospital Luis Díaz Soto.
«El programa se llama Jugando y trabajando con los niños, dice Jorge, e incluye actividades recreativas, deportivas, educativas. Cada una lleva un mensaje, para que además de divertir, enseñe.
«Para ellos llevamos magos, payasos, técnicos de animación. Contamos con un apoyo importante de los instructores de arte del municipio y la Casa de Cultura de Alamar, que nos propician proyectos comunitarios de danza, teatro, música y artes plásticas».
—Sabemos que ustedes atienden a niños con enfermedades como el Xeroderma Pigmentosum (XP)...
—Así es. Son niños que no pueden tomar el sol, por eso vienen de noche y están aquí hasta la madrugada. Para atenderlos, nuestros trabajadores se preparan de manera especial.
«También tenemos el Proyecto Esperanza, mediante el cual recibimos a los hijos de personas que tienen VIH-sida. Aquí realizan actividades recreativas y deportivas junto con sus padres y otros familiares».
Algunas cifras cubanas
El informe que cada año publica el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se tituló en esta edición Supervivencia infantil. En este se pueden apreciar los resultados que exhibe Cuba en su atención a los niños.
La tasa de mortalidad de menores de cinco años, indicador fundamental para medir el bienestar de los niños, es en la Isla de siete por cada mil nacidos vivos. La tasa de mortalidad de los menores de un año es de uno por cada mil nacidos vivos.
El ciento por ciento de las embarazadas recibe atención prenatal y la totalidad de los partos son atendidos por personal calificado. Todos los niños son inscriptos al momento de su nacimiento.
En cuanto a la educación, el 97 por ciento de los niños de la enseñanza primaria alcanzan el quinto grado. La alfabetización femenina es totalmente igual a la masculina, sin excepciones. La esperanza de vida al nacer es de 78 años y no hay trabajo infantil.

El porqué de un día
En agosto de 1925, representantes de 54 países asistieron a la Conferencia Internacional de la Felicidad de la Infancia, celebrada en Ginebra, Suiza, y aprobaron la Declaración de Ginebra sobre la Protección de los niños.
En este documento se decretaba que todos los países estaban obligados a proporcionar a los niños disfrute espiritual, asistencia social, mejores oportunidades de vida y se prohibían los trabajos forzados y peligrosos para ellos.
Después de esta conferencia, los gobiernos de diversos países acordaron instituir un Día de la Infancia. Se escogió el 1ro. de junio, porque este día, pero del año 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, ocurrió un suceso muy triste: un grupo de sanguinarios fascistas alemanes asaltaron una villa checa y mataron a más de 140 jóvenes y a todos los bebés. Además, secuestraron a todas las mujeres y a 90 niños, todos fueron llevados hacia los campos de concentración. Como si esto fuera poco, incendiaron todas las casas del pueblo hasta dejarlo en ruinas.
A fin de conmemorar la tragedia sufrida por los niños de esa villa y otros que murieron durante este conflicto bélico; como denuncia a las muertes de miles de niños en otras guerras, y a fin de garantizar los derechos de los niños, se estipuló, en la conferencia de la Asociación Democrática Internacional de la Mujer, celebrada en noviembre de 1949, que el 1ro. de junio sea el Día Internacional de la Infancia.

Nota: Los pioneros quisieron decirle a la Revolución cuan agradecidos están por todo lo que hacen por ellos. En el sitio web de los Joven Club (http://www.jovenclub.cu/) se desarrolló un foro interactivo, donde niños y adolescentes expresaron su alegría de ser cubanos.

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