Declaración del General de Ejército en relación con el primer aniversario de los anuncios del 17 de diciembre de 2014 sobre la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU.
Enviado por editor en Vie, 18/12/2015 - 15:15
Ha
transcurrido un año desde los anuncios simultáneos realizados el 17 de
diciembre de 2014 por los Presidentes de Cuba y los Estados Unidos, de
restablecer las relaciones diplomáticas y trabajar por el mejoramiento
de nuestros vínculos.
Un día como ayer, dentro de los acuerdos alcanzados para solucionar temas de interés para ambos países, pudimos anunciar con gran júbilo para todo nuestro pueblo el regreso a la Patria de Gerardo, Ramón y Antonio, con lo que cumplimos la promesa de Fidel de que nuestros Cinco Héroes volverían.
En esa misma fecha, en correspondencia con nuestra reiterada disposición a sostener con el Gobierno de los Estados Unidos un diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana, para tratar los más diversos temas de forma recíproca, sin menoscabo a la independencia nacional y la autodeterminación de nuestro pueblo, acordamos adoptar medidas mutuas para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos entre los dos países.
Desde entonces, se puede afirmar que hemos obtenido algunos resultados, sobre todo en el plano político-diplomático y de la cooperación:
• Se restablecieron las relaciones diplomáticas y se reabrieron las embajadas en ambos países, lo cual estuvo precedido de la rectificación de la injusta designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo.
• Se han celebrado dos reuniones entre los Presidentes de ambos países, así como otros encuentros y visitas de alto nivel.
• Se ha expandido la cooperación ya existente en temas de interés mutuo, como la seguridad aérea y de la aviación; y el enfrentamiento al narcotráfico, la emigración ilegal, el tráfico de emigrantes y el fraude migratorio.
• Se han abierto nuevas áreas de cooperación bilateral sobre temas de beneficio común, entre ellas la protección del medio ambiente, la aplicación y el cumplimiento de la ley, la seguridad marítimo-portuaria y la salud.
• Se han iniciado diálogos sobre asuntos de interés bilateral y multilateral, como el cambio climático, las compensaciones mutuas, la trata de personas y los derechos humanos, tema este último en el que tenemos profundas diferencias y estamos sosteniendo intercambios sobre la base del respeto y la reciprocidad.
• Hemos suscrito acuerdos sobre protección del medio ambiente y el restablecimiento del servicio de correo postal directo.
Todo esto se ha logrado mediante un diálogo profesional y respetuoso, basado en la igualdad y la reciprocidad.
Por el contrario, durante este año, no se ha avanzado en la solución de los temas que para Cuba son esenciales para que haya relaciones normales con los Estados Unidos.
Aunque el Presidente Barack Obama ha reiterado su oposición al bloqueo económico, comercial y financiero y ha llamado al Congreso para que lo levante, esta política sigue en vigor. Se mantienen la persecución financiera a las transacciones legítimas de Cuba y los efectos extraterritoriales del bloqueo, lo que provoca daños y privaciones a nuestro pueblo y es el obstáculo principal para el desarrollo de la economía cubana.
Las medidas adoptadas hasta el momento por el presidente Obama, aunque positivas, han demostrado tener un alcance limitado, lo cual ha impedido su implementación. El Presidente, en uso de sus prerrogativas ejecutivas, puede ampliar el alcance de las medidas ya tomadas y adoptar otras nuevas, que modifiquen sustancialmente la aplicación del bloqueo.
A pesar del reiterado reclamo de Cuba de que se le devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo, el Gobierno de los Estados Unidos ha manifestado que no tiene la intención de cambiar el estatus de este enclave.
El Gobierno de los Estados Unidos mantiene programas que son lesivos a la soberanía cubana, como los proyectos dirigidos a promover cambios en nuestro orden político, económico y social, y las transmisiones radiales y televisivas ilegales, para cuya implementación continúan otorgándose fondos millonarios.
Se sigue aplicando una política migratoria preferencial a los ciudadanos cubanos, expresada en la vigencia de la política de pies secos-pies mojados, el programa de parole para profesionales médicos y la Ley de Ajuste Cubano, lo cual estimula una emigración ilegal, insegura, desordenada e irregular, promueve el tráfico de personas y otros delitos conexos, y genera problemas a otros países.
El Gobierno de Cuba seguirá insistiendo en que para alcanzar la normalización de las relaciones, es imperativo que el Gobierno de los Estados Unidos elimine todas estas políticas del pasado, que afectan al pueblo y a la nación cubana, y no se corresponden con el contexto bilateral actual ni con la voluntad expresada por los dos países, al restablecer las relaciones diplomáticas, de desarrollar vínculos respetuosos y de cooperación entre ambos pueblos y gobiernos.
Nadie debe pretender que Cuba, para normalizar las relaciones con los Estados Unidos, abandone la causa de la independencia por la que nuestro pueblo, desde 1868, hizo grandes sacrificios; ni olvide que, después de muchas frustraciones y 60 años de total dependencia, esta fue por fin alcanzada el primero de enero de 1959 con la victoria del Ejército Rebelde, bajo el mando del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
El pueblo cubano no renunciará a los principios e ideales por los que varias generaciones de cubanos han luchado a lo largo de este último medio siglo. El derecho de todo Estado a elegir el sistema económico, político y social que desee, sin injerencia de ninguna forma, debe ser respetado.
El Gobierno de Cuba tiene total disposición a continuar avanzando en la construcción de una relación con los Estados Unidos que sea distinta a la de toda su historia precedente, sobre bases de respeto mutuo a la soberanía y la independencia, que sea beneficiosa para ambos países y pueblos, y que se nutra de las conexiones históricas, culturales y familiares que han existido entre cubanos y estadounidenses.
Cuba, en pleno ejercicio de su soberanía y con el apoyo mayoritario de su pueblo, seguirá inmersa en el proceso de transformaciones para actualizar su modelo económico y social, en aras de avanzar en el desarrollo del país, incrementar el bienestar de la población y fortalecer los logros de la Revolución Socialista.
Muchas gracias.
Un día como ayer, dentro de los acuerdos alcanzados para solucionar temas de interés para ambos países, pudimos anunciar con gran júbilo para todo nuestro pueblo el regreso a la Patria de Gerardo, Ramón y Antonio, con lo que cumplimos la promesa de Fidel de que nuestros Cinco Héroes volverían.
En esa misma fecha, en correspondencia con nuestra reiterada disposición a sostener con el Gobierno de los Estados Unidos un diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana, para tratar los más diversos temas de forma recíproca, sin menoscabo a la independencia nacional y la autodeterminación de nuestro pueblo, acordamos adoptar medidas mutuas para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos entre los dos países.
Desde entonces, se puede afirmar que hemos obtenido algunos resultados, sobre todo en el plano político-diplomático y de la cooperación:
• Se restablecieron las relaciones diplomáticas y se reabrieron las embajadas en ambos países, lo cual estuvo precedido de la rectificación de la injusta designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo.
• Se han celebrado dos reuniones entre los Presidentes de ambos países, así como otros encuentros y visitas de alto nivel.
• Se ha expandido la cooperación ya existente en temas de interés mutuo, como la seguridad aérea y de la aviación; y el enfrentamiento al narcotráfico, la emigración ilegal, el tráfico de emigrantes y el fraude migratorio.
• Se han abierto nuevas áreas de cooperación bilateral sobre temas de beneficio común, entre ellas la protección del medio ambiente, la aplicación y el cumplimiento de la ley, la seguridad marítimo-portuaria y la salud.
• Se han iniciado diálogos sobre asuntos de interés bilateral y multilateral, como el cambio climático, las compensaciones mutuas, la trata de personas y los derechos humanos, tema este último en el que tenemos profundas diferencias y estamos sosteniendo intercambios sobre la base del respeto y la reciprocidad.
• Hemos suscrito acuerdos sobre protección del medio ambiente y el restablecimiento del servicio de correo postal directo.
Todo esto se ha logrado mediante un diálogo profesional y respetuoso, basado en la igualdad y la reciprocidad.
Por el contrario, durante este año, no se ha avanzado en la solución de los temas que para Cuba son esenciales para que haya relaciones normales con los Estados Unidos.
Aunque el Presidente Barack Obama ha reiterado su oposición al bloqueo económico, comercial y financiero y ha llamado al Congreso para que lo levante, esta política sigue en vigor. Se mantienen la persecución financiera a las transacciones legítimas de Cuba y los efectos extraterritoriales del bloqueo, lo que provoca daños y privaciones a nuestro pueblo y es el obstáculo principal para el desarrollo de la economía cubana.
Las medidas adoptadas hasta el momento por el presidente Obama, aunque positivas, han demostrado tener un alcance limitado, lo cual ha impedido su implementación. El Presidente, en uso de sus prerrogativas ejecutivas, puede ampliar el alcance de las medidas ya tomadas y adoptar otras nuevas, que modifiquen sustancialmente la aplicación del bloqueo.
A pesar del reiterado reclamo de Cuba de que se le devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo, el Gobierno de los Estados Unidos ha manifestado que no tiene la intención de cambiar el estatus de este enclave.
El Gobierno de los Estados Unidos mantiene programas que son lesivos a la soberanía cubana, como los proyectos dirigidos a promover cambios en nuestro orden político, económico y social, y las transmisiones radiales y televisivas ilegales, para cuya implementación continúan otorgándose fondos millonarios.
Se sigue aplicando una política migratoria preferencial a los ciudadanos cubanos, expresada en la vigencia de la política de pies secos-pies mojados, el programa de parole para profesionales médicos y la Ley de Ajuste Cubano, lo cual estimula una emigración ilegal, insegura, desordenada e irregular, promueve el tráfico de personas y otros delitos conexos, y genera problemas a otros países.
El Gobierno de Cuba seguirá insistiendo en que para alcanzar la normalización de las relaciones, es imperativo que el Gobierno de los Estados Unidos elimine todas estas políticas del pasado, que afectan al pueblo y a la nación cubana, y no se corresponden con el contexto bilateral actual ni con la voluntad expresada por los dos países, al restablecer las relaciones diplomáticas, de desarrollar vínculos respetuosos y de cooperación entre ambos pueblos y gobiernos.
Nadie debe pretender que Cuba, para normalizar las relaciones con los Estados Unidos, abandone la causa de la independencia por la que nuestro pueblo, desde 1868, hizo grandes sacrificios; ni olvide que, después de muchas frustraciones y 60 años de total dependencia, esta fue por fin alcanzada el primero de enero de 1959 con la victoria del Ejército Rebelde, bajo el mando del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
El pueblo cubano no renunciará a los principios e ideales por los que varias generaciones de cubanos han luchado a lo largo de este último medio siglo. El derecho de todo Estado a elegir el sistema económico, político y social que desee, sin injerencia de ninguna forma, debe ser respetado.
El Gobierno de Cuba tiene total disposición a continuar avanzando en la construcción de una relación con los Estados Unidos que sea distinta a la de toda su historia precedente, sobre bases de respeto mutuo a la soberanía y la independencia, que sea beneficiosa para ambos países y pueblos, y que se nutra de las conexiones históricas, culturales y familiares que han existido entre cubanos y estadounidenses.
Cuba, en pleno ejercicio de su soberanía y con el apoyo mayoritario de su pueblo, seguirá inmersa en el proceso de transformaciones para actualizar su modelo económico y social, en aras de avanzar en el desarrollo del país, incrementar el bienestar de la población y fortalecer los logros de la Revolución Socialista.
Muchas gracias.
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