domingo, 8 de septiembre de 2013

La guerra es una derrota de la humanidad.

Nota de José Miguel.                                                                                                                                                                                   
No soy católico, y en sentido general tampoco religioso aunque respeto todas las creencias, pero simpatizo muchísimo con el Papa Francisco, porque está demostrando en la práctica su vocación pacifista, que es el primer sentimiento que debe albergar cualquier figura eclesiástica. Bien por el Papa, beso su mano por la paz, en Siria y en todo el planeta



Tomado de Cubadebate

La guerra es una derrota para la humanidad, afirmó hoy el papa Francisco al realizar un llamado al diálogo y la reconciliación para lograr la paz en Siria, el Medio Oriente y en el mundo.

En un mensaje durante la jornada de ayuno y oración en la plaza San Pedro del Vaticano -a la que asisten unas 100 mil personas- el Sumo Pontífice consideró que la paz exige fraternidad, y ello implica relaciones de bondad no solo proclamadas en palabras.

El Papa recordó que los hombres han perfeccionado las armas, pero las conciencias han quedado adormecidas, y “como si fuese algo normal, seguimos sembrando destrucción, dolor, muerte.

 La violencia, la guerra traen sólo
muerte, hablan de muerte”.


¿Es posible seguir otro camino diferente al de la guerra?, preguntó, ¿podemos salir de esta espiral de dolor y de muerte?.

“Sí, es posible para todos -afirmó-. Esta noche me gustaría que desde todas las partes de la tierra gritásemos: Sí, es posible para todos”.

Francisco instó a cesar el sonido de las armas, y consideró que la guerra siempre significa el fracaso de la paz.

“El mundo que queremos ¿no es un mundo de armonía y de paz, dentro de nosotros mismos, en la relación con los demás, en las familias, en las ciudades, y entre las naciones?”, manifestó.

En un mensaje previo publicado en la Radio del Vaticano, la Santa Sede agradeció las múltiples muestras de apoyo a la jornada acontecidas en el planeta, lo que incluyó toques de campanas para rezar por la paz, celebración de misas, encuentros comunitarios de oración, compartir el mensaje del Evangelio en lugares públicos, entre otras.

Tras la convocatoria del Sumo Pontífice a la jornada por la paz en Siria, personas de todo el mundo manifestaron su adhesión a la iniciativa sin importar nacionalidad, credo religioso o filiación política.

En este sentido, líderes religiosos como Ahmad Badreddin Asun, jefe del islam sunita de Siria, o presidentes de naciones como Nicolás Maduro (Venezuela) expresaron su respaldo al llamado del Papa.

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