miércoles, 20 de mayo de 2009

La atención a los discapacitados es un derecho humano sagrado.



Por: José Miguel.

La voluntad de la Revolución Cubana de ofrecer un espacio y un lugar a todos los miembros de la sociedad para que se sientan verdaderamente útiles, permitió la creación de los Talleres para Discapacitados que en la provincia de Matanzas administra el Grupo Empresarial GARDIS. Este valioso programa en el que están involucrados 193 personas pertenecientes a las asociaciones de sordos ciegos e impedidos físico motores y de retraso mental, constituye además un ejemplo de cómo se respetan los derechos humanos en Cuba.
“Toda persona tiene el derecho al trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.”.
El acuerdo anterior recogido en la Asamblea General de las Naciones Unidas efectuada en diciembre de 1948, cobra vigencia en estos talleres para discapacitados que en número de 15 distribuidos por todos los municipios matanceros, favorecen la economía personal y de la nación.
Según precisiones de María Teresa Sánchez Oro, especialista principal del Departamento de Operaciones de GARDIS, cada trabajador además de su salario mensual, recibe una estimulación de acuerdo al cumplimiento del plan de ventas.

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