sábado, 28 de octubre de 2017

#FakeSonicAttacks


  • El análisis de las grabaciones entregadas por las autoridades estadounidenses demuestra que las personas supuestamente afectadas no fueron sometidas a niveles acústicos dañinos a la salud. Los niveles medidos se encontraban alrededor de los 74 decibeles y para que haya un daño traumático permanente las personas deben ser sometidas a niveles superiores a los 120 decibeles.
  • Estas grabaciones mostraron coincidencias con los sonidos emitidos por algunas especies de insectos, especialmente grillos y cigarras. Estos insectos fueron identificados en una prueba de campo realizada en las áreas aledañas a las residencias de los diplomáticos estadounidenses. Investigadores de EE.UU. reconocen que los ruidos causados por cigarras pueden alcanzar 90 decibeles y los grillos 95 decibeles. La exposición por tiempo prolongado a los sonidos de ambas especies de insectos, pueden conducir a pérdida auditiva, irritación e hipertensión.
  • Las autoridades estadounidenses no han respondido a la propuesta cubana de realizar un intercambio técnico a nivel de expertos sobre tecnología acústica que pudiera ser utilizada como arma, que no es conocida para Cuba, no existe en el país y se prohíbe su importación.
  • Sobre las agresiones sónicas reportadas que ocurrieron en el Hotel Capri, las autoridades cubanas realizaron una investigación que no arrojó ni huellas físicas ni evidencias materiales de estos incidentes. Huéspedes entrevistados declararon no haber escuchado sonidos extraños ni presentar síntomas de exposición a ruidos. Mediciones realizadas dieron como resultado la existencia de un ambiente predominantemente silencioso y se comprobó la hermeticidad de las ventanas de las habitaciones. En el radio del Hotel Capri no existe ninguna edificación al nivel de las habitaciones supuestamente afectadas, que permita colocar una fuente sonora que pudiera ser dañina al oído humano.
  • Entre febrero y junio de 2017, la Embajada de EE.UU. solicitó 293 visas, de ellas 158 para familiares y amigos de los funcionarios acreditados, quienes viajaron libremente por el país. Esto no se supone que se haga en un país donde los diplomáticos están supuestamente sometidos a ataques.
  • En los intercambios con las agencias especializadas de EE.UU., estas han expresado que no disponen de evidencias que permitan confirmar la ocurrencia de ataques acústicos y no cuentan con una hipótesis sobre el origen de las afectaciones de salud referidas por los diplomáticos. Han señalado que no descartan que los síntomas experimentados por los diplomáticos fueran provocados por otras causas ajenas a los llamados ataques acústicos.
  • Los resultados preliminares de la investigación cubana demuestran la inexistencia de evidencias que indiquen la ocurrencia de los alegados ataques acústicos y no ha sido posible establecer una hipótesis investigativa sobre el origen de estos hechos, que por su naturaleza son eminentemente sensoriales y no dejan huellas ni rastros. Tampoco se han identificado posibles autores ni personas con motivación, intención o medios para ejecutar este tipo de acciones.
 

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