viernes, 25 de diciembre de 2015

termina el año.

Por: José Miguel Vázquez.

Concluye el 2015, repleto de acontecimientos en este mundo convulso en que vivimos, pero hoy no me voy a referir al ámbito internacional sino me quedo dentro de la geografía cubana y los tópicos que han caracterizado nuestra vida en estos casi 365 dias transcurridos.

Durante el año que termina el país ha seguido en su difícil empeño de actualizar su deteriorada economía, y sobre todo buscar la productividad necesaria para alcanzar en por cientos significativos el resolver nuestros propios problemas internos en cuanto al sustento alimentario y obtención de bienes de consumo muy necesarios para la vida diaria y otros aspectos sociales no menos importantes.

En parte hemos avanzado, quizá no todo lo rápido que hubiéramos deseado, pero se ha alcanzado un discreto crecimiento económico que avisora el que en un futuro podamos avanzar por el escabroso camino del sustento propio de muchas cosas que no  tuvieramos que importar..

Cuba cierra este año con un crecimiento económico del 4 % según se ha informado recientemente, pero no por ello podemos sentirnos satisfechos por cuanto este avance aún no se ve en algunos escenarios de nuestra vida cotidiana, pongo por ejemplo el autoabastecimientos de nuestros principales productos alimentarios.

Por este camino nos queda mucho por andar, si tenemos en cuenta los objetivos incumplimientos que se detectan en el Ministerio de la Agricultura, entidad llamada a lograr mayor cantidad de productos en la esfera agropecuaria..

A decir verdad nuestros agromercados si bien no vacios como en otros tiempos, todavía carecen de una sistemática oferta de productos, lo que nos obliga a acudir a los comerciantes privados y estar sujetos a los exhorbitantes precios de los artículos los cuales provienen de productores muchos de los cuales desvían sus mercancias buscando mayores ganancias.

Por estos dias tenemos que pagar a los " privados" el arroz a cinco pesos la libra, el tomate a 10 y 12 pesos, los frijoles a 14 y 15 pesos la libra, algunas frutas como la guayaba a seis pesos la libra, y así sucesivamente otros artículos de primera necesidad.

Pero para para obligar a bajar los precios a estas personas que venden en carretillas, puestos fijos y algunas ferias, es necesario producir más en mayores cantidades, con la calidad mínima indispensable, algo que todavía no hemos alcanzado.

Creo que el país debe elevar el rigor y la exigencia con una serie de instituciones a los fines de dar pàsos firmes que nos saquen de estos baches que solo está en nosotros resolverlos.

Veo como se continuaron señalando problemas e incumplimientos en algunas asambleas del partido en las provincias, pero paralelamente no observo los cambios necesarios que hay que hacer para poner en posiciones claves a dirigentes, y funcionarios más capaces, exigentes y productivos en todas las esferas..

Asi las cosas entraremos a un 2016 donde estamos forzados a lograr mayores dividendos en todas las producciones de materiales de consumo, elevar la calidad de los servicios, perfeccionar lo más posible el funcionamiento de los organismos estatales, aunque para ello tengamos que "sacudir la mata" como hace años le pediamos a Fidel.

Con mayor disciplina, rigor, productividad y exigencia creo que podremos consolidar muchas de las cosas que nos hemos propuesto.Es cierto que padecemos ahora de una sequía aguda, pero aún así mucho más se pudiera hacer.

No he hablado del posible cese del  bloqueo que aún no ha llegado, de los nuevos horizontes que se abren a nuestros ojos como resultado de la posibilidad de que seamos ·"invadidos" por cientos de miles de turistas norteamericanos. Siempre he sustentado que cuando no tengamos el bloqueo, no podremos seguir culpandolo de nuestros propios incumplimientos que todavía nos afectan.

Debemos  hacer valedero el propósito de marchar hacia un socialismo sostenible, pero solo lo lograremos si nos llenamos de optimismo y deseos de hacer las cosas bien en todas las esferas de nuestra sociedad. pero junto con la persuación y reitero, la exigencia y el rigor necesarios.








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