domingo, 3 de marzo de 2013

Una nueva arbitrariedad contra René González



por María Josefina Arce

Ya desde octubre de 2011 cumplió su ilegal sanción, pero René Gonzalez, uno de los cinco luchadores antiterroristas condenados en Estados Unidos, no deja de ser hostigado por el gobierno norteamericano y sufre nuevas violaciones de sus más elementales derechos humanos.

Tras permanecer preso injustamente durante 13 años a René se le impuso una pena adicional de tres años de libertad supervisada que debe cumplir en ese país, a riesgo de su seguridad y su vida, como ha denunciado su familia y otras personas en el mundo.

Separado de sus familiares en Cuba, tras haber cumplido hasta el último día su larga e injusta sanción, René ve ahora como las autoridades norteamericanas le niegan los accesos consulares a que tienen derecho los representantes cubanos acreditados en la Oficina de Intereses en Washington.

René fue detenido en 1998 junto a Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González por su seguimiento a grupos violentos que desde Miami actúan con impunidad contra el pueblo cubano.

La cancillería cubana, en nota reciente, afirma que esta nueva arbitrariedad de Estados Unidos endurece las condiciones de libertad supervisada de René, y hace que estas se asemejen cada vez más a las de una prisión.

Desde septiembre de 2012, el Departamento de Estado ha denegado todas las solicitudes de la Sección de Intereses de Cuba en Washington para que los funcionarios diplomáticos realicen las visitas consulares, las cuales había autorizado de manera permanente durante los 13 años que estuvo encerrado.

La realidad es que René González está libre, pero está solo en un país donde tienen refugio seguro grupos de ultraderecha de origen cubano que han fraguado constantes acciones criminales contra los cubanos leales a su patria.

El luchador antiterrorista, junto a sus cuatro compañeros, fue víctima de un juicio plagado de irregularidades, totalmente politizado, y sentenciado injustamente a pesar de que nunca puso en peligro la seguridad de Estados Unidos, como han reconocido funcionarios estadounidenses.

En contraste asesinos confesos como Luís Posada Carriles, autor de la voladura en pleno vuelo de un avión comercial cubano con 73 personas a bordo y reclamado por la justicia venezolana, gozan de plena libertad en Estados Unidos, país que dice llevar a cabo una cruzada contra el terrorismo.

No hay comentarios.: