sábado, 22 de diciembre de 2012

Carta de René González sobre la importancia de firmar la Petición al gobierno de EE.UU.


Tomado de CubaPeriodistas



René González, uno de los Cinco Héroes Cubanos injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 14 años, ha escrito una carta en que llama a examinar las razones sobre la recogida de firmas para la petición a la Casa Blanca. Dice así tal carta: 
Queridos amigos:

Es para preocuparse que a estas alturas la petición a la Casa Blanca cuente solo con unas 2100 firmas. No es reflejo de todo el esfuerzo que se ha hecho durante tantos años para despertar conciencia sobre el caso de los Cinco. Mucho menos refleja la masividad del apoyo que alrededor del mundo creemos haber concitado. En términos de eficiencia, sería como si se hubiera invertido en la construcción de un central azucarero para producir en cada zafra un par de libras de azúcar.

Debemos de examinar las razones que no nos han permitido recoger más firmas. Parece haber una de carácter técnico: El proceso para la recogida de firmas es laborioso y complicado. Muchos se quejan de haberlo intentado sin éxito. Algunos compañeros hacen un esfuerzo titánico para elaborar mejores y más claras instrucciones que luego se ponen en circulación. Me permito una exhortación para que las circulemos tanto como sea posible. Cualquier sugerencia relativa a como sortear este obstáculo, que de seguro nos ha arrebatado decenas o cientos de firmas, sería bienvenida.

Otro obstáculo, tal vez mayor, parece ser de carácter sicológico. Al parecer algunos compañeros de la izquierda tienen reservas sobre el origen y la fraseología de la petición. Yo tengo las mismas reservas sobre el origen. En cuanto a la fraseología me parece que es tiempo de que intercambiemos criterios y analicemos la situación. Para comenzar aquí van los míos:


Aclaro que me expreso a modo personal, más allá de cualquier vínculo con el gobierno cubano. Tomo esta petición como una petición ciudadana, que no tiene nada que ver con gobierno o estructuras políticas de país alguno. La secundo y promuevo como ciudadano del mundo. La sopeso por sus propios méritos –o deméritos- y a partir de los mismos construyo mis criterios a la luz de las observaciones de la realidad que me es dado hacer.

Todas estas observaciones me llevan a una conclusión: La fraseología de la petición coincide con el mensaje que Cuba, con bastante esfuerzo y durante algunos años, ha estado escribiendo en la pared: “Sentémonos a negociar seriamente si queremos resolver los conflictos de carácter humanitario a que ambas partes reclaman solución”. Eso me parece un motivo de suficiente peso como para apoyarla. Si el gobierno norteamericano se ha negado a leerlo es por la arrogancia que lo caracteriza. Si a estas alturas a un ciudadano de North Carolina se le hizo claro y decidió convertirlo en una petición,
me parece poco útil perder el tiempo pensando en sus motivos, sus inclinaciones políticas o su identidad.

Algunos parecen tener reservas por el hecho de que el mensaje se introduce a partir de la liberación de Alan Gross. Creo pertinente recordar que el mensaje va dirigido al presidente del gobierno que lo envió a la aventura que le costó la libertad. Es a través de la asunción de su responsabilidad que el caso de Gross, y también el de los Cinco, será resuelto.

 El gobierno cubano no necesita responder a una petición de ese tipo porque ya lo ha hecho repetidas veces. No podemos objetar a la petición simplemente porque usa como conducto el ángulo del tema que es el más adecuado para tocar a las puertas del que tiene en sus manos la solución. Si está motivado por la simpatía hacia Gross no creo que se viole asunto alguno de principios en apoyarlo, cuando en este elemento esencial tanto las demandas de los que apoyan a Gross como las de los que apoyan a los
Cinco coinciden.

No creo que debamos dejar pasar esta oportunidad por cuestiones de este tipo, que soslayan la esencia de lo que se pide. Apoyar esta petición no impide que más adelante nos organicemos para promover una directamente relacionada con la liberación de los Cinco. Por lo pronto, tenemos frente a nosotros la presente, que tiene el potencial de convocar en un solo punto a ambos lados de este asunto humanitario. Me parece un error práctico que no lo veamos y dejemos de firmar por eso.

Estoy abierto a las opiniones en contrario.
Entretanto, pido a los compañeros que sopesen los argumentos que ofrezco. El tiempo apremia.
Abrazos.

René González Sehwerert
Diciembre de 2012

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