viernes, 4 de enero de 2008

Se trabaja en Matanzas en el manejo integrado de playas.


Por: José Miguel.
La famosa playa de Varadero está ubicada en la península de Hicacos, en la costa norte de la provincia de Matanzas, en la parte centro occidental de Cuba.
El Polo Turístico de Varadero se ha desarrollado impetuosamente, en los últimos años, como un clásico enclave de sol, arena y playa.. Para el famoso destino Varadero, la playa es el soporte por excelencia de la actividad turística.
Se sabe que el 86 % de los turistas extranjeros que vienen a Varadero lo hacen precisamente motivados por conocer la playa de Varadero.
Al mismo tiempo, Varadero es el gran atractivo de los bañistas nacionales durante la etapa veraniega.
Ya en la década del 70 se iniciaron investigaciones en la playa de Varadero, realizadas por el Instituto de Oceanología de Cuba, que llamaron la atención sobre la tendencia erosiva irreversible, con la consiguiente perdida de arenas, de la playa, lo que se hacía evidente en la aparición de superficies rocosas en el área de la playa, escarpes en las dunas y las afectaciones de instalaciones turísticas, ubicadas en primera línea de playa, por la acción del oleaje. Factores humanos y naturales fueron de inmediato señalados como causantes de esta situación.
Desde un principio las actuaciones en esta playa estuvieron encaminadas a eliminar, en lo posible, estas causas que intensifican la erosión, y los demás problemas vinculados a ella.
Entre las principales medidas adoptadas se destacan la prohibición absoluta de las extracciones de arena, la defensa de estas instalaciones turísticas de alto interés, mediante la creación de dunas artificiales, con núcleos reforzados por una estructura de geotextiles rellenos de arena, la eliminación de muchas de las instalaciones en primera línea de playa, así como una rigurosa planificación y control de las nuevas inversiones.
Desde 1987 se introducen también acciones de alimentación o vertimientos artificiales de arenas, que tuvieron su colofón en 1998, cuando se ejecutó el vertimiento de 1 087 000 m3 de arenas a lo largo de 13 km de playa, proyecto del Instituto de Oceanología de Cuba, ejecutado con máxima calidad y mínimo tiempo por la Compañía de dragados holandesa Blankevoort, y que puede ser considerado como uno de los más efectivos de los realizados en el mundo si tenemos en cuenta que los resultados del monitoreo reporta años después un muy positivo 80% de retención de la arena vertida.
A finales del año 2000 la Oficina de Manejo Integrado Costero, creó un equipo multidisciplinario de especialistas y se realizó un estudio diagnóstico físico- ambiental de la playa, que permitió identificar, con un enfoque más abarcador, los problemas que afectan la calidad ecológica y ambiental de esta famosa playa y se elaboró entonces un Programa de manejo costero, con un conjunto de acciones dirigidas a la erradicación o mitigación de esos problemas.
El Programa de manejo enfocado a la playa de Varadero, que se viene implementando desde el año 2001 hasta la fecha, propone varias direcciones de trabajo, a través de subprogramas muy articulados entre si, y quizás su logro fundamental es que ha logrado una concertación de todos los actores que intervienen de alguna manera en la gestión ambiental y turística de la playa, a través de una Junta Coordinadora.
Un Subprograma esencial es el de monitoreo científico integral de la playa, que ha aportado elementos decisivos para la caracterización del ecosistema, y que se ha constituido en una base para la toma de decisiones en relación con la explotación y la protección de la playa.
Como parte del Subprograma de mantenimiento y mejoramiento de la playa, se han cumplimentado acciones de mantenimiento de la franja de arena de la playa, sobre todo en los sectores críticos, donde predomina la erosión y estrechamiento de la playa, incluso, con afloramientos rocosos. También se han preparado proyectos específicos para las zonas de playas de los Hoteles Meliá Varadero y Sol Palmeras, y se trabaja en la solución a los problemas de erosión pluvial en algunas bocacalles, terrazas y techos de instalaciones
Otra importante dirección de trabajo es la rehabilitación de las dunas, que se sabe juegan un significativo papel en la estabilidad natural de las playas. En varios de los tramos en los que se han identificado problemas, tales como deforestación de la vegetación autóctona, mala reforestación, accesos inadecuados y un deterioro paisajístico y funcional general, se han instrumentado soluciones acordes al entorno y científicamente fundamentadas, realizándose la conformación y la reforestación con especies típicas de las dunas, en particular la uva caleta y el icacos.
Paralelamente, se ha continuado la eliminación de especies introducidas incorrectamente, como las casuarinas.
Desde que se iniciaron en Varadero los trabajos encaminados a su recuperación en la década del 70, la presencia de instalaciones en primera línea de playa y fundamentalmente en la duna, fue motivo de preocupación para las instituciones en cargadas de este trabajo, por el fuerte impacto que provoca la presencia de las mismas para la dinámica natural del perfil de playa.
Este trabajo ha conllevado una imprescindible concertación de la Junta Coordinadora del Programa con las autoridades del Turismo y del Gobierno, y se ha logrado así un análisis y una decisión de conjunto, tomando en consideración las condiciones actuales y los planes para el desarrollo futuro del destino turístico, el uso actual de las instalaciones y su comportamiento económico así como los valores históricos- culturales y sociales, y el nivel de conservación del inmueble.
Al mismo tiempo, se ha perfeccionado el trabajo de planificación y ordenación del uso de la franja de playa, y se han hecho cada vez más rigurosas las regulaciones ambientales, enfocadas a la ubicación correcta por detrás de las dunas, al diseño rústico desmontable, sobre pilotes por lo general, y al manejo óptimo de lo residuales líquidos o sólidos, de las instalaciones temporales, principalmente ranchones o kioskos de playa y puntos náuticos.
El Programa incluye también acciones dirigidas a las investigaciones, a la informatización y al trabajo de educación y supervisión ambiental.
Proyectos científicos que abordan la producción biológica de arenas, la remodelación de dunas, la influencia de los cambios climáticos globales y la calidad del agua de la playa tienen prioridad.
Para elevar la cultura ambiental del personal que trabaja en el sector turístico se han desarrollado numerosos cursos, talleres y otras formas de capacitación ambiental, hasta el nivel de un Diplomado en Educación Ambiental y una Maestría en Manejo integrado costero.
En este SubPrograma desempeñan un papel fundamental las Universidades del territorio y la Escuela de Hotelería y Turismo de Varadero, como miembros activos de la Junta Coordinadora.
La educación ambiental se extiende cada vez más hacia los distintos sectores de la población local, buscándose así una integración de la cultura ambiental a la cultura general, que en Varadero está profundamente enraizada con la protección y uso de la playa.

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