La agresión imperial
contra Venezuela sigue su curso. A lo largo de los días se develan
informaciones, historia, analogías que merecen ser contadas. Aquí les
van cinco perlas de la agresión que permiten calar la valía de los
personajes que la urden y ejecutan.
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Juan Guaidó soñó desde niño ser político, declaró su madre a la prensa. A lo mejor pensó hasta en ser Presidente. Y como no pudo serlo en las urnas se autoproclamó mandatario bajo las órdenes de Washington.
Aunque no tiene tropas, ni ministros, ni poder, ya Guaidó cumplió parte de sus sueños: montó en el avión presidencial….sólo que en el de Colombia.
Donald Trump no descarta la opción militar contra Venezuela. Lo ha dicho él y todos sus voceros de turno. Tiene tropas rodeando a Venezuela dispuestas a matar o morir.
Pero el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Norteamericanas se escapó de la guerra en Viet Nam. Lo contó este miércoles en la tarde su exabogado Michael Cohen ante el Comité de Supervisiones de la Cámara de Representantes:
El Gobierno de Estados Unidos se desgañita en diversos pronunciamientos y declaraciones a la prensa calificando a Maduro como “genocida” y “criminal” por no aceptar la supuesta ayuda humanitaria que se envía a Venezuela. Diversos gobierno latinoamericanos entonan la misma cantaleta. Satanizar a Maduro es la tarea. La “ayuda humanitaria” es la vía.
Pero como recuerta el politólogo argentino Atilio Borón, cuando la tragedia del Katrina en el sur de Estados Unidos, el gobierno Bush rechazó la ayuda humanitaria que el Presidente Chávez ofreció para los sufridos pobladores de New Orleans. Entonces, nadie se escandalizó por la negativa, nadie mostró la más mínima condena al poderoso.
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Donald Trump discursó la pasada semana en la Florida sobre Venezuela. Pronunció 29 veces la palabra Socialismo. Dijo que acabaría con el Socialismo en esta parte del mundo.
Pero Trump está ahora en Viet Nam (un país socialista), sosteniendo conversaciones con Kim Yong Un (líder de una país socialista) y negociando con China (otro gran país socialista). ¡Ah, verdad, esos tres países no son de esta parte del mundo, donde debe imperar la Doctrina Monroe!
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Juan Guaidó soñó desde niño ser político, declaró su madre a la prensa. A lo mejor pensó hasta en ser Presidente. Y como no pudo serlo en las urnas se autoproclamó mandatario bajo las órdenes de Washington.
Aunque no tiene tropas, ni ministros, ni poder, ya Guaidó cumplió parte de sus sueños: montó en el avión presidencial….sólo que en el de Colombia.
Donald Trump no descarta la opción militar contra Venezuela. Lo ha dicho él y todos sus voceros de turno. Tiene tropas rodeando a Venezuela dispuestas a matar o morir.
Pero el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Norteamericanas se escapó de la guerra en Viet Nam. Lo contó este miércoles en la tarde su exabogado Michael Cohen ante el Comité de Supervisiones de la Cámara de Representantes:
“El Sr. Trump me encargó que manejara la prensa negativa que hablaba sobre su no participación en la guerra de Vietnam. Me dijo que no fue a Vietnam debido a un espolón en los huesos, pero cuando pedí los registros médicos, no me dio ninguno y dijo que no había sido sometido a cirugía. Me orientó que no respondiera las preguntas específicas de los reporteros, sino que simplemente dijera que él recibió un aplazamiento médico. Terminó la conversación con el siguiente comentario: “¿Crees que soy estúpido? Yo no iba a ir a Vietnam”.—————
El Gobierno de Estados Unidos se desgañita en diversos pronunciamientos y declaraciones a la prensa calificando a Maduro como “genocida” y “criminal” por no aceptar la supuesta ayuda humanitaria que se envía a Venezuela. Diversos gobierno latinoamericanos entonan la misma cantaleta. Satanizar a Maduro es la tarea. La “ayuda humanitaria” es la vía.
Pero como recuerta el politólogo argentino Atilio Borón, cuando la tragedia del Katrina en el sur de Estados Unidos, el gobierno Bush rechazó la ayuda humanitaria que el Presidente Chávez ofreció para los sufridos pobladores de New Orleans. Entonces, nadie se escandalizó por la negativa, nadie mostró la más mínima condena al poderoso.
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Donald Trump discursó la pasada semana en la Florida sobre Venezuela. Pronunció 29 veces la palabra Socialismo. Dijo que acabaría con el Socialismo en esta parte del mundo.
Pero Trump está ahora en Viet Nam (un país socialista), sosteniendo conversaciones con Kim Yong Un (líder de una país socialista) y negociando con China (otro gran país socialista). ¡Ah, verdad, esos tres países no son de esta parte del mundo, donde debe imperar la Doctrina Monroe!