domingo, 26 de junio de 2022

NO QUISO BUSTOS, CALLES NI ESCUELAS CON SU NOMBRE..

 

#CubaVive #Fidel NO QUISO BUSTOS, CALLES NI ESCUELAS CON SU NOMBRE...
Comparto con mis amigos este recuento de otro buen amigo, sobre la historia de la piedra donde descansan los restos de Fidel.
 
Del macizo La Gran Piedra a Santa Ifigenia...
 
Allá por el año 2007, el Comandante Juan Almeida Bosque y el arquitecto Eduardo Lozada León, iniciaron la preparación del lugar donde descansarían los restos del Comandante en Jefe y líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz. 
 
Fue así como un grupo de aproximadamente 23 hombres se adentró en el macizo La Gran Piedra, allá por el Prado de las Esculturas, en las cercanías del río Carpintero.
 
El hombre sencillo y humilde que fue Fidel no quiso bustos, calles ni escuelas con su nombre. Convencido bajo la prédica martiana que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, el centro de una piedra del macizo montañoso Sierra Maestra guarda sus cenizas en un cofre de roble. Esta es la única tumba del cementerio de Santa Ifigenia que no tiene epitafio, ni fecha de nacimiento ni de muerte, porque Fidel vive en el corazón de un país.
 
Una rastra Nikola y una grúa Kato 70, equipamiento de la empresa de izaje Cubiza, fueron las encargadas de extraer y transportar la piedra china pelona milenaria hasta una base de la Unidad Constructora Militar (UCM) de Santiago de Cuba.
 
“Era una piedra grande, que pesaba alrededor 50 toneladas, cóncava y con unos picos. Cuando la fuimos a sacar dio mucho trabajo el moteo, porque se partieron unas cuantas eslingas. Tuvimos que usar eslingas de 22 milímetros de diámetro y de 12 metros de largo y coger la piedra por debajo como si fuera una hamaca. En dos o tres días la sacamos y la depositamos en una nave de la UCM que estaba cerquita de la unidad de tropas especiales. Como la piedra era cóncava y se caía para un lado y para el otro tuvimos que tirar un camión de arena donde la íbamos a depositar y echarle agua, para que la mezcla sedimentara y mantuviera la piedra en pie”. Dijo en exclusiva para #Cubahora, Isnel Delgado, director general de Cubiza.
 
Una parte se cinceló en las cercanías del río Carpintero, pero el resto de la labor continuó en este sitio. Trabajar la piedra consistió en limpiarla hasta que alcanzara su estado natural y pulirla con discos adiamantados para corregirle algunos picos que sobresalían.
 
 Luego se perforó el centro con barrenas de tungsteno y se tapizó con mármol crema para depositar la urna. Todo este proceso, incluido el moldeado del nombre con bronce, llevó tres años de trabajo. En septiembre del año 2009 fallece el Comandante Almeida y continúa al frente de esta tarea el General de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, viceministro primero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
 
En la medianoche del 25 de noviembre de 2016, el General de Ejército Raúl Castro, le habla al pueblo de Cuba, en la última emisión del noticiero de televisión. Su voz quebrada anuncia la noticia más triste que nadie quiere creer. Ha fallecido Fidel en La Habana. 
 
“Cuando conocimos la noticia nos trasladamos al puesto de mando que tenemos acá en la empresa y leímos un documento oficial que teníamos con las instrucciones de lo que debíamos hacer. Fue difícil localizar a las personas implicadas a altas horas de la madrugada y muy doloroso”, rememora Isnel.
 
La Nikola es el único equipo de carga pesada que existe en Cuba, transporta hasta 250 toneladas y se mueve a una velocidad entre veinticinco y treinta kilómetros por hora. Esa noche había dormido con 90 toneladas de peso encima, con piezas para una fábrica de cloro sosa que se estaba haciendo en aquel entonces en Sagua la Grande. 
 
“Comenzamos a darle mantenimiento al equipo sobre las cinco de la mañana y cerca de las seis salió para Villa Clara. Preparamos también la grúa de 160 toneladas, que enviamos con dos rastras con 40 toneladas de contrapeso. Sobre el mediodía del sábado ya la Nikola estaba en el centro del país. Ahí tomamos la decisión de bajar las 90 toneladas en Cubiza de Villa Clara y volver a dar mantenimiento al equipo”.
 
Cuatro de la tarde. Se reúne todo el equipo que participaba en esta operación. Se hizo un trasbordo de los contrapesos de las rastras para la Nikola y continuaron el camino hacia Santiago de Cuba. Fue necesaria ayuda con la vialidad, porque la Nikola abarcaba prácticamente las dos sendas de la carretera central. Esa tarde-noche avanzaron hasta los límites de Ciego de Ávila y Sancti Spíritus, y el domingo en la mañana continuaron por Camagüey hasta Granma. A Santiago llegaron en la madrugada del lunes, cuando el cortejo fúnebre llevaba a Fidel de La Habana hasta esta provincia oriental.
 
“Fuimos directo para Santa Ifigenia, donde nos estaba esperando el General Espinosa. Como habíamos trabajado de conjunto con el arquitecto Eduardo Lozada en la pavimentación y remodelación de Santa Ifigenia ya conocíamos dónde y cómo iba la piedra, y la forma en la que debíamos trabajar”. En la mañana de este día, envuelta en una lona, la piedra atravesó las calles santiagueras hasta el camposanto. Una vez allí fue necesario colocar algunas planchas de acero inoxidable en el piso para proteger la locación, porque las máquinas pesan mucho.
 
“Nos costó mucho trabajo poner la piedra a nivel. En el hueco donde se depositó se hizo un piso de hormigón y con las eslingas de la grúa se fue poniendo a nivel. Como las eslingas hacían una hamaca por debajo de la piedra, estas se quedaron debajo. ”Las eslingas de Cubiza nunca se separaron de la piedra ni de Fidel. Este es el pedacito de historia que marca a esta empresa, siempre al lado del Jefe, quien la creó en 1979 y siempre soñó con que fuera líder. Eso fue algo único para nosotros”.

martes, 21 de junio de 2022

CUBA. ANTES Y AHORA:

 

7 min 
Compartido con: Público
 
Dicen por ahi que en Cuba hay hambre. Bueno les diré que hambre sí había en Cuba antes del triunfo de la Revolución. Miren yo era un niño, vivía en el pueblo de Colón provincia de Matanzas, y recuerdo como varias a veces al día de dia o de noche, recorrían las calles y tocaban a las puertas de las casas numerosas personas con aspecto harapiento, y con una latica en la mano , pidiendo algo de comer.
 
 Recuerdo que en muchas ocasiones en mi propia casa mi difunta madre le echaba algunas sobras que nos quedaban en esas laticas para que ellos pudieran comer. ! Eso si era hambre !.
 
 Esa triste escena nunca ha sucedido en Cuba desde 1959 aun en medio de este feroz bloqueo y dificultades económicas que hoy padecemos
 
.Que es cierto que a veces quisieramos comer cosas que no las tenemos al alcance de la mano,.si eso es verdad, pero mal que bien en Cuba hoy por hoy nadie se acuesta sin haber ingerido un plato de comida por muy sencillo y humilde que sea.

jueves, 9 de junio de 2022

DEMOCRACIA PARA QUIEN ?

 Por Cristina .Escobar.Puede ser una imagen de 1 persona y texto

“Déjennos vivir”, Cristina Escobar en la Cumbre de los Pueblos 
 
Transcripción de la intervención de la periodista cubana, Cristina Escobar, en el panel “¿Democracia para quién?”, de la Cumbre de los Pueblos, en Los Ángeles.
el que está ocurriendo ese evento nos haya cerrado las puertas, no pasa nada, estamos acostumbrados a eso.
Mi nombre es Cristina. Nací en La Habana en un barrio obrero. Mi casa estaba situada en la esquina de dos calles con los nombres más intrigantes, Reforma y Compromiso, una especie de insinuación de lo que sería mi vida. Estudié periodismo aquí en La Habana y luego hice un máster en Londres.
Hice la universidad para obtener mi licenciatura en periodismo sin pagar un centavo, y nunca he visto un tiroteo en mi vida. Soy miembro de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y también soy madre de una bebé de dos años que habla mucho.
 
El nombre de este panel deja espacio para muchas historias. El coste de las acciones estadounidenses en mi país es imposible de describir en cinco minutos. Intentaré darles una idea utilizando algunos ejemplos de mi propia vida.
 
Mi entrada en el activismo fue como manifestante frente a la embajada estadounidense aquí en La Habana. Era 1999 y un niño de cinco años fue llevado por su madre hasta Miami a través del estrecho de Florida.
 
Todos murieron, excepto el niño, quien sobrevivió milagrosamente y llegó a Miami. La familia que ni siquiera lo conocía, lo utilizó como una oportunidad de autopromoción, rédito político y dinero.
Se negaron a devolverlo a su padre que exigía su regreso ansiosamente. El líder cubano, Fidel Castro, avizoró que la única forma de recuperar al niño era mediante un masivo y visible rechazo a su secuestro, un secuestro, por cierto, detrás del cual estaba el muy bien financiado lobby cubano-americano.
 
Protesté por días y semanas. Fue una larga batalla hasta que finalmente el entonces presidente Bill Clinton dijo que el niño era de su padre y el FBI tuvo que entrar en la casa para sacarlo. Hoy, él es un padre saludable y feliz
 
Durante mi adolescencia, una experiencia me llevó a un punto en el que tuve que participar, tuve que involucrarme, y fue por la causa correcta. Mi vida ha estado marcada por la austeridad y resiliencia como la mayoría de los cubanos debido a los muchos obstáculos que las sanciones de EE.UU han impuesto.
 
Este país está bajo el más amplio y completo sistema de sanciones jamás impuestas por el país más poderoso del mundo. La resiliencia del pueblo cubano debe ser estudiada por los expertos porque es excepcional.
Cuando los presidentes de los EE.UU. y Cuba anunciaron el restablecimiento de relaciones el 17 de diciembre de 2014, se estaba haciendo historia. En ese momento yo cubría las relaciones entre Cuba y EE.UU. y pasé esos meses observando un cambio evidente de estrategia, pero no de propósito.
Un cambio de régimen en Cuba, no permitir que este país sea totalmente independiente, no aceptar el camino que hemos elegido de justicia social, esas son piedras trabadas en el núcleo de todos los presidentes estadounidenses desde 1959.
 
Pero Barack Obama fue lo suficientemente valiente para no usar la Florida como excusa, y abrir una estrategia diferente en consonancia con los intereses nacionales de EE.UU. Aun así, las sanciones quedaron intactas y los inexplicables incidentes acústicos que se han visto en todo el mundo, incluyendo los EE.UU. fueron utilizados como excusa para cerrar los servicios consulares y así, cerrar las puertas de los EE.UU a los cubanos.
 
Donald Trump llevó las relaciones entre los dos países a su peor punto en 30 años probablemente y Joe Biden ha dejado todo intacto sin tener el valor para elaborar su propia estrategia sobre Cuba.
Dos últimos ejemplos. En medio de la pandemia, la única planta de oxígeno medicinal en Cuba se rompió. La gente murió en los hospitales por la falta de oxígeno. Durante esos mismos días, Washington se negó a vender ventiladores a Cuba y usó la COVID-19 como el aliado perfecto para promover tal desesperación que algunas personas se volvieron contra su propio gobierno.
 
De nuevo, la resistencia de estas personas creó otra historia épica invisible para los principales medios de comunicación internacionales. Cuba creó tres vacunas seguras y ha inmunizado a más del 80%. de su población con vacunas de producción nacional. Busquen. No encontrarán otra historia de éxito como esta.
 
Y un último ejemplo. Este no es fácil para mí. Mi mejor amiga tuvo un bebé hace tres años. Es una niña brillante y curiosa, pero necesita un trasplante de hígado, que es algo que se puede hacer en Cuba, aunque se vea como una cirugía del primer mundo.
 
El único obstáculo es un reducido número de materiales quirúrgicos y medicamentos que son casi imposibles de conseguir debido a las sanciones. Y esto nos lleva de nuevo al bloqueo diseñado para promover el cambio de régimen. Un bloqueo que está dirigido contra el gobierno, dicen ellos pero hace más difícil, si no imposible para un niño de tres años recibir un trasplante de hígado que pueda salvar su vida
 
Cuba tiene muchos retos internos. Debemos aceptar aún más el ejercicio de la crítica. Necesitamos un modelo de prensa más ajustado a nuestro público joven. Debemos pensar más allá de la perspectiva de fortaleza sitiada.
 
Dicen que el propósito es el de convertir a este país en una democracia, pero en este contexto eso significa subordinación a los intereses de Washington. Creo en la libertad, en la democracia, la de verdad, y en la mejoría de muchas cosas en mi propio país.
 
Verlo prosperar es un sueño que me inspira y me hace soportar muchos sacrificios. Dicen que somos terroristas y nos pusieron en la lista. Dicen que somos antidemocráticos, pero no nos dejan ir a los Estados Unidos para hablar.
 
Dicen que únicamente aceptamos una sola forma de pensar, pero luego protegen y patrocinan la oposición en Cuba, convirtiéndolo en un trabajo muy bien pagado
 
Una última idea, este es el mensaje, todos ustedes pueden convertirse en embajadores de la verdad de Cuba. Y esto es lo que queremos decir: Déjennos vivir y descubrir la solución a nuestros propios problemas.
 
Gracias de nuevo por esta oportunidad y por la valentía de oponerse a la injusticia. Estoy segura de que nos veremos en algún momento. Gracias.

domingo, 5 de junio de 2022

La Tira de los Lectores: Día Mundial del Medio Ambiente

 



Bahía de Caimanera, Guantánamo-Cuba. Foto: Yusmilis Dubrosky Roldán

🌳 📸 ¿Amas los espacios verdes? Envíanos tu foto para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente. Hace unos días lanzamos esta convocatoria y hoy publicamos las imágenes en nuestra página y redes sociales. 

Foto: Frank Pérez Pérez

Foto: Pastor Agustín

Finca El Mirador Municipio Pilón provincia de Granma. Foto: Rolo Pagani

Fotografía de la fauna de la península del Ramón de Antilla en saludo al día mundial del medio ambiente.Tomé esta foto en el año 2020 mientras me desempeñaba como esp. de medio Ambiente en la construcción del Hotel Tesoro del Atlántico. Foto: Dantes Adrián.

Abrazo real. Foto: Luis Orlando Pichardo Moya

Estas fotos las tomé en casa de mis padres en Las Tunas. Foto: Alicia Aurora Rodríguez Rodés

Foto: Rodolfo Martínez Soto

Sierra del Rosario. Pinar del Río. Foto: Alfonso Alí

Foto: Carlos

viernes, 3 de junio de 2022

¿Gigantes o molinos?

 

¿Gigantes o molinos?

Por: Ms. C Abel Aguilera Vega

Fidel y Raúl en la Asamblea Nacional . Foto: Ismael Francisco / Cubadebate

¿Dónde nació el Quijote? Pues… Cervantes no lo detalló; solo sabemos que en un lugar indeterminado de la Mancha. Es un personaje tan misterioso como universal. Para algunos románticos nació en Cuba, en un lugar de Birán que yo si quiero recordar.

Pero no les voy a hablar del Quijote, sino de Sancho Panza. Para el mundo es Raúl Modesto, para la madre fue Musito, para mí es simplemente Sancho.

No se puede comprender la historia de la Revolución cubana sin entender el papel de su fiel escudero. Raúl Castro no es un personaje secundario, es un actor principal y complementario al Quijote cubano. Es una pieza esencial en la trama novelesca vivida en la Isla en las últimas siete décadas.

En un lugar de Birán...

Pero… ¿Cómo surge la lealtad incondicional entre nuestro Quijote y Sancho Panza? ¿Cuándo se fraguó la fidelidad entre Fidel y Raúl?

Lo cierto es que no lo sabemos, es de esas cosas humanas que no tienen tiempo ni lugar. No obstante, intentaremos develar algunas claves.

Nacer y crecer bajo el mismo techo no es garantía de la cordialidad entre hermanos. Fidel siempre tuvo especial amor hacia el varón más pequeño de la casa, a quien asumió como a un pupilo y le prodigó un inmenso amor. Casi nonagenario aun guardaba fresca en su memoria el nacimiento de su querido hermano.

Cuando evoco nacimientos en medio de sobresaltos, recuerdo el de Raúl, el 3 de junio de 1931. Me acuerdo bien de aquel día, dónde dio a luz mi madre, en qué parte de la casa. Yo estaba en el corredor, era de día ya, escuchaba unos gritos horripilantes, tremendos, en todo el tiempo que demoró el parto, durante varias horas, el correcorre en la casa. (…) Me acuerdo perfectamente bien de cuando por fin nació Raúl y de la inmensa felicidad de aquel momento.[1]

Fidel vio crecer al varón más pequeño en la finca de Birán, mientras él y Ramón se la pasaban jugando libremente con los hijos de los empleados de su padre. Raúl al no poder acompañar a los mayores, se divertía montando la bicicleta, empleando como pista el corredor de la casa. Al crecer compartió los mismos gustos que sus hermanos; montar caballos, bañarse en el río y pasarse largas horas en las barracas de los haitianos.

Tal vez el deseo de gozar de la misma libertad que sus hermanos lo impulsó a estar siempre tras ellos, en especial de Fidel, el cabecilla de las travesuras. Tal vez, fue en ese afán de parecérsele, que lo asumió -sin percatarse- en un modelo para su vida. Décadas después confesaría: Siempre fue, desde la infancia, mi héroe; (…) Y siempre fue mi héroe, mi más cercano compañero, pese a la diferencia de edad.[2]

El colegio, la Dulcinea de Fidel

Parece que en los planes de Cervantes nunca estuvo separar a los personajes principales de su novela, por más que el destino se hubiese empeñado en romperlos. Aunque las complejidades de la vida persistan, Fidel y Raúl se van a reencontrar una y otra vez.

Para 1936 Fidel y Ramón eran estudiantes internos del colegio religioso Hermanos de La Salle en Santiago de Cuba. Para el primero fue un alivio trasladarse hacia dicho centro, porque significaba dejar atrás las penurias y el hambre a la que fue sometido en casa de su maestra Eufrasia Feliú.

Es muy probable que, para Raúl, -con apenas cinco años- la vida en Birán sin sus hermanos no fuese igual de divertida. Tal vez, en sus sueños de infante solo quería reencontrarse con ellos y sumarse a la diversión que había presenciado en la casa. Cuando en ese año acompañó a Lina a visitarlos, quizás vio la oportunidad de seguir con ellos. El ambiente lúdico de la escuela y la presencia protectora de sus hermanos fue motivación suficiente para insistir en quedarse.

Nuevamente los tres hermanos se reúnen y comparten las mismas alegrías y desgracias. Entre estas últimas, el accidente sufrido por Raúl cuando se impacta contra un piano de cola, recibiendo un fuerte golpe en la cabeza, o el incidente protagonizado por Fidel y el hermano Bernardo en noviembre de 1937, donde Ramón y Raúl pagaron las mismas consecuencias sin haber tenido relación con los hechos.

En definitiva, Ángel determinó sacarlos del colegio al considerar que había sido una pérdida de tiempo. Ante la insistencia y las amenazas de Fidel, en enero de 1938 rematricula, pero esta vez en el Colegio de Dolores, también en Santiago de Cuba.

Fidel y Raúl se vuelven a separar, pero solo será momentáneo.

Gradualmente los hermanos se incorporan a la escuela y nuevamente vuelven a vivir aventuras y desventuras. Según recuerdos de Ramón, Fidel de muchacho mortificaba a Raúl y también le imponía disciplina.[1] En cambio Fidel rememora que: Raúl era entonces un poco malcriado, a veces yo tenía que regañarlo, pero Ramón era su defensor.[2]

En fin, … lo típico que ocurre entre hermanos de esa edad que están muy apegados. Se pelean constantemente, pero se defienden si un tercero los intenta agredir.

De este periodo han trascendido las disputas nocturnas por apagar la luz del cuarto, donde los dos ya evidencian elementos del carácter y la personalidad. Fidel el que dirige y da las indicaciones y Raúl el que no se dejaba doblegar por lo que considera injusto.

Es en ese intercambio que Fidel reafirma el liderazgo que tanto influyó y sirvió de guía para Raúl. Es en esa amalgama de situaciones; en el fragor de la convivencia, las conspiraciones de los muchachos, el rigor de Fidel y la defensa de sus propios criterios por parte de Raúl, que germina y se consolida el amor y la lealtad, elementos que van a marcar eternamente la relación.

Como nos legó Cervantes: En las desventuras comunes se reconcilian los ánimos y se estrechan las amistades.

¿Molinos o gigantes?

La vida esconde sus sorpresas y prepara sus ironías. ¿De qué se trata?...

Una vez concluido el curso escolar 1941-1942, Fidel convence a sus padres de las ventajas de terminar sus estudios de bachiller en el prestigioso Colegio de Belén de La Habana. Este sería un periodo importante porque por primera vez conocería la popularidad y se ganaría la admiración y cariño de las masas a su alcance. También estrecharía relaciones con hombres trascendentales en su futuro revolucionario como los hermanos Manuel y Virginio Gómez Reyes, José Luis Tassende y Gildo Fleitas, todos caídos en las acciones del 26 de julio de 1953. Tres años después concluye sus estudios como uno de los alumnos más destacados en la docencia y el mejor atleta del curso.

Durante ese periodo, Raúl permaneció en el Colegio de Dolores en Santiago de Cuba y solo se encuentra con sus hermanos en el verano. Al igual que Fidel, matricula en Belén en 1945, pero ya no se adapta al régimen de la escuela religiosa e inicia una huelga respecto a sus deberes, con el objetivo de que lo saquen del centro. Para finales de 1946, en Birán se recibe una carta de la institución llena de quejas y con claras advertencias de expulsarlo. Ángel interviene nuevamente y no le queda más remedio que llevárselo poniéndolo a trabajar la tierra. Años después Raúl comentaría: “El Colegio, en condiciones de alumno interno, fue una cárcel para mí; para Fidel no, pero para mí sí.”[1]

Trabajar en la finca familiar fue un elemento determinante en la formación política del joven Raúl. Ello le permitió convivir y sensibilizarse con los problemas de la gente humilde que trabajaba para el padre, lo cual despertó sus inquietudes sobre la situación social del campesinado y de las compañías norteamericanas de la zona. Sus pronunciamientos al respecto fueron cada vez más abiertos y contestatarios, llegando a los oídos del padre.

Para 1950 Ángel estaba preocupado con la efervescencia revolucionaria que mostraba Raúl y toma una decisión: “Lo enviaré a La Habana con Fidel, pues si se queda aquí, crecerá un comunista”.[2]

Donde Ángel vio gigantes, Raúl vio molinos.

Aparentemente Fidel y Raúl se encaminan por rumbos diferentes. El padre no podía comprender que sus hijos eran rebeldes y que mostraban su inconformidad con el orden social que estaban viviendo. Esta actitud evidencia un hilo conductor en el pensamiento de los hermanos, unirlos reforzó sus modos de pensar.

Llama la atención que ambos comienzan sus pronunciamientos contras las injusticias de su época de forma paralela e independiente. Llegan a las mismas conclusiones de lo irracional del sistema capitalista impuesto a Cuba, pero por vías diferentes. Elemento que va a constituir otro punto de fortaleza y afinidad entre los dos. Fidel es el líder que va a impulsar toda una transformación social, donde Raúl no es un espectador pasivo, es un actor activo imprescindible.

Este será un elemento que va a caracterizar la personalidad de Raúl, rasgo que Fidel va a destacar: “él siempre tuvo criterios muy propios.”[3]

No es locura, es justicia

La vida en La Habana no era nada fácil. Fidel recién graduado, casado y con un hijo pequeño tenía poca solvencia económica. Su labor como abogado no le reportaba lo suficiente como para tener una vida holgada, pues: “(…) defendía gente muy humilde, no cobraba y no tenía otro empleo.[4]

Raúl, con apenas 19 años comienza sus estudios en la Universidad de la Habana en la carrera de Administración. Se sustenta con lo que de Birán le envían sus padres y con este dinero contribuye a la economía de la casa. Casi al final de su vida Fidel recordaba este periodo: “(…) Raúl contribuía con lo que le mandaban de la casa. Lo juntábamos. Éramos cuatro allí. Él estuvo viviendo con nosotros cuando estábamos más escasos de dinero.”[5]

Para inicios de la década del 50, el contexto nacional estaba caracterizado por la corrupción de los gobiernos, la represión política, los asesinatos a líderes opositores, la censura de prensa y el agravamiento de los males sociales, con la existencia de grupos gansteriles que controlaban el negocio de la droga, la prostitución y los juegos prohibidos. Era común el entreguismo de los gobiernos hacia la potencia del norte, regalando las riquezas de la nación a las empresas extranjeras, que expoliaban al pueblo. Para colmo, Cuba contaba con una de las constituciones más progresistas de la época, la cual fue bastante ignorada por los gobiernos encargados de su aplicación.

El compromiso de Fidel con las causas justas y su activismo político perturban la tranquilidad del hogar. Evidentemente vivir de su carrera como abogado no era su prioridad, estaba imbuido en defender a los más humildes y denunciar los males de la república. Su título de abogado le confiere un arma poderosa, la de obrar con justicia en nombre de la ley; de no cumplirse solo hay una conclusión: el sistema no funciona.

Raúl inmediatamente compartió las ideas de Fidel, encontró en el socialismo la alternativa política que planteaba la solución a los problemas que se cuestionaba de la sociedad.

Este fue un periodo muy intenso en la vida de ambos jóvenes donde se nutrieron de una conciencia revolucionaria, de una doctrina política, de una experiencia de vida forjada en la lucha. La lucha que terminó de fraguar la unidad y lealtad definitiva y eterna entre los hermanos. Fidel nunca olvidó la influencia que ejerció sobre su hermano: “Cuando empecé a tener una conciencia revolucionaria, una concepción marxista, Raúl se adhirió como una esponja para pelear por ellas.”[1]

Ya en la década de 1950 Raúl Castro es un joven bien definido políticamente. Ello lo llevó a participar activamente en los mítines y manifestaciones y finalmente a militar en la Juventud Socialista. Por su parte, Fidel continuó siendo el principal instructor político de su hermano. Investido como Quijote a cada rato le recordaba: Cambiar el mundo, amigo Sancho, no es ni utopía ni locura, es justicia.

Para 1953 Raúl asistió como representante de la Juventud Socialista en el II Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Bucarest, Rumanía. Al regresar a Cuba 6 de junio es detenido en el puerto por solidarizarse con dos jóvenes guatemaltecos compañeros de viaje, los que fueron reprimidos por la policía por portar literatura comunista.

Raúl es trasladado hacia el Buró de Investigaciones y posteriormente hacia la prisión del Castillo de Príncipe. Es liberado tres días después debido a la presión política y mediática encabezada por el Partido Socialista Popular y por las gestiones legales de Fidel Castro, quien también lo representa legalmente cuando se le abre la causa judicial 412/53 por Desorden Público.

Solo faltaba mes y medio para los históricos sucesos del 26 de julio de 1953. Fidel no dudó en incorporar definitivamente a su hermano en la acción. No se sabe si fue el destino, el azar, o los rezos suplicantes de Lina a la Virgen de la Caridad, lo cierto es que los dos hermanos no se volvieron a separar jamás. Nuestros Alfonso Quijano y Sancho Panza compartieron para siempre las aventuras de caballería y la misma visión de vida. Como diría el primero:

Don Quijote soy, y mi profesión la de andante caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. ¿Es eso, de tonto y mentecato?

[1] Blanco Castiñeira, Katiuska: Obra citada, p.83.

[1] Leonov, Nikolai S. Raúl Castro. Un hombre en revolución, Editorial Capitán San Luis, La Habana, 2015, p.59

[2] Ibídem. p.64.

[3] Ramonet, Ignacio: Obra citada, p.137.

[4] Ibídem, p.135.

[5] Blanco Castiñeira, Katiuska: Obra citada, p.554.

[1] Blanco Castiñeira, Katiuska: Obra citada, p.144.

[2] Ramonet, Ignacio: Cien horas con Fidel, Editorial de Ciencias Sociales, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2018, p.91.

[1] Blanco Castiñeira, Katiuska: Fidel Castro. Guerrillero del Tiempo, Primera Parte, T.1, Ruth Casa Editorial, Panamá, 2012, p.68.

[2] El Sol de México (periódico). 21 de abril de 1993. Entrevista a Raúl Castro Ruz concedida a Mario Vázquez Raña.