2017-04-25 06:29:21 / web@radiorebelde.icrt.cu / Angélica Paredes López
Posiblemente uno de los mayores pataleos de la derecha del sur de la Florida ocurrió cuando el 17 de diciembre de 2014, Cuba y Estados Unidos decidieron restablecer sus relaciones diplomáticas.
Quienes siempre han jugado al odio y la confrontación, no pudieron admitir su derrota ante un nuevo escenario de diálogo bilateral.
Lo cierto es que pese al restablecimiento de relaciones diplomáticas, la política hacia Cuba pretende mantenerse secuestrada por el minúsculo grupo de representantes de origen cubano, quienes entorpecen cualquier tentativa para mejorar esos nexos.
En opinión de Peter Kornbluh, analista del Archivo de Seguridad Nacional estadounidense y autor del libro “Canales secretos hacia Cuba.
La historia oculta de las negociaciones entre Washington y La Habana”, avanzar hacia la normalización de los vínculos entre los dos países tiene apoyo interno en la nación norteamericana y las fuerzas contrarias son pequeñas, incluso en Miami.
Sin embargo, algunas pujanzas adversas a la mejoría de las relaciones aún son poderosas e influyentes en el Congreso, sobre todo del Partido Republicano.
Y aunque aclara que “Estados Unidos nunca va a dejar de ser el país que es en su esencia y siempre va a empujar hacia sus intereses”; sería muy beneficioso para ambos pueblos, que las relaciones puedan fluir en un clima de igualdad y respeto.
Por su parte, el ex diplomático norteamericano Wayne Smith, primer Jefe de la Sección de Intereses de Washington en La Habana, opina acerca del obstáculo que implica el bloqueo económico, comercial y financiero que impone Estados Unidos contra Cuba:
“Hay oposición entre los republicanos a eliminar las restricciones, pero hay cada vez más fuerza en el Congreso de tomar una posición mucho más libre, positiva. Soy más o menos optimista en cuanto a eso. Vamos a ver qué pasa ahora con los republicanos en el Congreso. Creo que tendrá una reacción positiva a nosotros los que queremos eliminar las restricciones y tener un diálogo más abierto con Cuba".
El lobby anticubano en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos que comandan Mario Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen, profesionales del odio hacia la Isla, junto a la rabia de Senadores como Marco Rubio y Bob Menéndez, refleja que quienes siempre han jugado al odio, no pueden admitir su derrota ni aceptan ser relegados por el nuevo escenario de diálogo, no exento de enormes y complejas diferencias.
En opinión del abogado José Pertierra, nacido en Cuba, es importante que la relación bilateral avance, “pero algunos deberán entender que la Isla no les pertenece”.
Desde el 17 de diciembre de 2014, algunos personajes en el Congreso, los de siempre, se lanzaron desenfrenados a proponer proyectos legislativos de todo tipo, con el propósito de obstaculizar, donde se pueda, el nuevo rumbo que la administración Obama le dio a la relación con Cuba y buscar cualquier incidente, medio o legislación que impida el acercamiento respetuoso entre las dos naciones vecinas.
Ese grupúsculo anticubano representa al ala más reaccionaria y retrógrada de la comunidad cubana residente en el sur de la Florida, producto del resentimiento y la frustración de quienes pretenden aún adueñarse de Cuba.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario