Tanto
en los medios de comunicación internacionales que abordan el tema, como
en algunos comunicados oficiales, continúan saliendo a flote un grupo
de imprecisiones o abiertas mentiras que acompañan la historia desde sus
inicios. Granma comparte una lista de las diez más notables
Tras meses de investigaciones, tanto
estadounidenses como cubanas, no existe una sola evidencia para
justificar la acusación de que en Cuba ocurrieron «ataques acústicos»
contra diplomáticos norteamericanos.
Sin embargo, el caso se manipula con fines políticos, se utiliza para dañar la imagen de la Revolución a nivel internacional y se emplea como justificación para medidas unilaterales que afectan directamente al pueblo de la Mayor de las Antillas.
Tanto en los medios de comunicación internacionales que abordan el tema, como en algunos comunicados oficiales, continúan saliendo a flote un grupo de imprecisiones o abiertas mentiras que acompañan la historia desde sus inicios. Granma comparte una lista de las diez más notables:
1. LOS DIPLOMÁTICOS NORTEAMERICANOS FUERON VÍCTIMAS DE «ATAQUES» EN CUBA
El propio empleo de la palabra «ataque» implica un posicionamiento a priori respecto a los acontecimientos. Ni los investigadores estadounidenses ni los cubanos han podido establecer hipótesis sobre el origen o la causa de los supuestos incidentes, que por su naturaleza son eminentemente sensoriales.
Un reporte del FBI filtrado por la agencia AP asegura que no existe evidencia alguna de «ataques acústicos» contra el personal diplomático estadounidense en Cuba.
Tampoco se han identificado posibles autores ni personas con motivación, intención o medios para ejecutar este tipo de acciones.
Si se tratara de un juicio en la Corte, en este caso faltan el perpetrador, el móvil e incluso la víctima. Aun así, la prensa internacional e incluso la Casa Blanca mantiene el uso de la palabra «ataque».
2. CUBA POSEE UN «ARMA SÓNICA» DE ÚLTIMA TECNOLOGÍA
La hipótesis de que la causa de los incidentes es un arma acústica de última tecnología está presente casi desde el momento en que se hizo pública la historia. Sin embargo, la comunidad científica se ha encargado de poner las cosas en su lugar.
Si bien las armas acústicas existen y están disponibles en los arsenales de los países desarrollados, para causar daños con sonido audible la intensidad debe ser tan alta como la turbina de un avión y es imposible que sus efectos pasen desapercibidos.
Cuba, asimismo, niega rotundamente estar familiarizada con tecnologías en este campo, en el cual no existe ningún precedente en el país.
3. LOS ATAQUES TRASPASAN LAS PAREDES Y TIENEN PRECISIÓN LÁSER
Resulta inverosímil el contexto en el que supuestamente se habrían producido los alegados incidentes, en lugares custodiados por los propios estadounidenses y sin acceso directo al exterior.
Los ataques tendrían que haber tenido una precisión láser para afectar a una persona en específico y no causar efecto alguno en las otras
.
4. LOS AFECTADOS SUFREN TRAUMAS CEREBRALES
Los síntomas alegados por los diplomáticos norteamericanos incluyen malestar en los oídos, pérdida de audición, mareos, dolores de cabeza, fatiga, trastornos cognitivos, dificultad para dormir y, el más enigmático de todos, traumas cerebrales.
Ni la conmoción cerebral o los problemas cognitivos tienen referente clínico en eventos vinculados con sonidos, según los expertos.
«Daño cerebral y conmociones, no es posible», señaló Joseph Pompei, un exinvestigador del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) y experto en sicoacústica. «Alguien habría tenido que sumergir la cabeza en una piscina repleta de poderosos transductores ultrasónicos».
5. EXISTE UN INFORME MÉDICO QUE RESPALDA LA HIPÓTESIS DE WASHINGTON
El pasado 14 de febrero salió publicado un polémico artículo en la Revista de la Asociación Americana de Medicina (JAMA, por sus siglas en inglés), bajo el título de «Síntomas neurológicos entre diplomáticos estadounidenses en Cuba».
Se ha intentado utilizar el texto como la confirmación científica de la hipótesis de Washington. Sin embargo, los autores Cristopher C. Muth y Steven L. Lewis afirman que «una explicación unificadora de los síntomas experimentados por los funcionarios (…) sigue siendo vaga y el efecto de una posible exposición a fenómenos auditivos no está claro».
Sobre bases poco claras, el estudio concluye que los diplomáticos parecen tener «lesiones prolongadas en redes cerebrales generalizadas».
Robert Bartholomew, experto en la enfermedad sicogénica masiva (MPI, por sus siglas en inglés) y profesor en el instituto de Botany Downs en Auckland, Nueva Zelanda, dijo a la prensa que el estudio le dejó «sorprendido» y sostiene que tiene el aspecto de ser «propaganda» del Gobierno de EE. UU.
«Es como si los autores nos intentasen hacer creer que ha ocurrido un ataque», declaró a The Guardian.
«La información que ofrece es principalmente subjetiva, basada en las experiencias contadas por los “afectados” y en el criterio de los investigadores; mientras los datos objetivos (exámenes practicados a los presuntamente “dañados”) son insuficientes e incompletos», refirió por su parte el Comité de Expertos Cubanos que sigue el tema.
6. NO HAY OTRA EXPLICACIÓN A LOS HECHOS QUE NO SEA LA DE UN «ATAQUE»
Existen otras causas probables, incluido los factores sicosociales, que explicarían mucho mejor la variada sintomatología alegada por Washington. Las mismas deben ser estudiadas a profundidad antes de emitir un criterio definitivo, concluyeron los expertos cubanos en un Foro online convocado para analizar los incidentes.
Especialistas internacionales coinciden: «Desde un punto de vista objetivo es más como una histeria colectiva que cualquier otra cosa», dijo a la prensa Mark Hallett, jefe de la sección de Control Motor Humano del Instituto Nacional Estadounidense de Trastornos Neurológicos y Derrame Cerebral. «La enfermedad sicosomática es una enfermedad como cualquier otra. No debe ser estigmatizada».
7. LAS AUTORIDADES CUBANAS NO ESTÁN COLABORANDO
Las autoridades cubanas, desde que fueran notificadas de los supuestos incidentes en febrero del año pasado, asumieron el asunto con seriedad, celeridad y profesionalismo.
Cuba permitió incluso el ingreso, en varias ocasiones, de los especialistas del FBI para conducir los trabajos en el terreno que demostraron la inexistencia de pruebas sobre los supuestos ataques.
Por el contrario, el Comité de Expertos cubanos que analizó el caso estuvo limitado por la falta de colaboración de las autoridades estadounidenses, que no compartieron toda la información disponible ni permitieron el acceso a los pacientes o sus registros médicos.
8. CUBA ES UN DESTINO INSEGURO PARA LOS DIPLOMÁTICOS
Cuba se destaca por el cumplimiento de la Convención de Viena y jamás ha perpetrado ni prestado su territorio para perpetrar ataques de cualquier naturaleza contra el personal diplomático de ningún país.
Por el contrario, los diplomáticos cubanos han sido víctimas de acciones violentas en territorio estadounidense, llevadas a cabo por miembros de grupos terroristas conocidos y vinculados con Washington.
En uno de los hechos más conocidos, el diplomático cubano Félix García Rodríguez, quien cumplía misión en las Naciones Unidas en Nueva York, fue asesinado en plena calle por miembros del grupo terrorista Omega 7, el 11 de septiembre de 1980.
Cuba, amenazada de guerra o en momentos de gran tensión, jamás optó por el camino de la agresión. ¿Qué sentido tendría hacerlo después de tomar la decisión soberana de restablecer los nexos con Washington?
9. LOS POLÍTICOS DEL SUR DE LA FLORIDA SOLO ESTÁN PREOCUPADOS POR LA SEGURIDAD DE LOS DIPLOMÁTICOS ESTADOUNIDENSES
Los sectores que están en contra de la mejoría en las relaciones entre los dos países están manipulando el tema de los supuestos incidentes acústicos para justificar el retroceso en los vínculos bilaterales y avanzar en su propia agenda.
La politización de este tema, evidenciada en las recientes decisiones unilaterales del Gobierno estadounidense, solo beneficia a un reducido grupo de la extrema derecha anticubana, encabezada por el senador Marco Rubio, que persiste en mantener la política hostil contra la Isla, en detrimento de los genuinos intereses nacionales de Estados Unidos y de su pueblo.
10. EXISTE PELIGRO PARA LOS TURISTAS
Como parte de la manipulación política en ese caso, la Casa Blanca intentó mostrar en septiembre del año pasado que una veintena de ciudadanos estadounidenses que habían viajado a Cuba mostraban síntomas similares a los de sus diplomáticos
.
Pero si se tiene en cuenta que la lista incluye términos tan generales como mareos y dolores de cabeza, se tiene una idea de la poca seriedad de las acusaciones.
Más de cuatro millones de visitantes extranjeros arribaron a nuestro país el año pasado, entre ellos, 620 000 de Estados Unidos.
Sus experiencias en la Isla y la satisfacción que muestran en todas las encuestas especializadas son la principal prueba de cómo los visitantes reconocen la tranquilidad, seguridad y estabilidad de Cuba, amparada por organismos internacionales de la ONU y otros especializados en el sector del turismo.
Sin embargo, el caso se manipula con fines políticos, se utiliza para dañar la imagen de la Revolución a nivel internacional y se emplea como justificación para medidas unilaterales que afectan directamente al pueblo de la Mayor de las Antillas.
Tanto en los medios de comunicación internacionales que abordan el tema, como en algunos comunicados oficiales, continúan saliendo a flote un grupo de imprecisiones o abiertas mentiras que acompañan la historia desde sus inicios. Granma comparte una lista de las diez más notables:
1. LOS DIPLOMÁTICOS NORTEAMERICANOS FUERON VÍCTIMAS DE «ATAQUES» EN CUBA
El propio empleo de la palabra «ataque» implica un posicionamiento a priori respecto a los acontecimientos. Ni los investigadores estadounidenses ni los cubanos han podido establecer hipótesis sobre el origen o la causa de los supuestos incidentes, que por su naturaleza son eminentemente sensoriales.
Un reporte del FBI filtrado por la agencia AP asegura que no existe evidencia alguna de «ataques acústicos» contra el personal diplomático estadounidense en Cuba.
Tampoco se han identificado posibles autores ni personas con motivación, intención o medios para ejecutar este tipo de acciones.
Si se tratara de un juicio en la Corte, en este caso faltan el perpetrador, el móvil e incluso la víctima. Aun así, la prensa internacional e incluso la Casa Blanca mantiene el uso de la palabra «ataque».
2. CUBA POSEE UN «ARMA SÓNICA» DE ÚLTIMA TECNOLOGÍA
La hipótesis de que la causa de los incidentes es un arma acústica de última tecnología está presente casi desde el momento en que se hizo pública la historia. Sin embargo, la comunidad científica se ha encargado de poner las cosas en su lugar.
Si bien las armas acústicas existen y están disponibles en los arsenales de los países desarrollados, para causar daños con sonido audible la intensidad debe ser tan alta como la turbina de un avión y es imposible que sus efectos pasen desapercibidos.
Cuba, asimismo, niega rotundamente estar familiarizada con tecnologías en este campo, en el cual no existe ningún precedente en el país.
3. LOS ATAQUES TRASPASAN LAS PAREDES Y TIENEN PRECISIÓN LÁSER
Resulta inverosímil el contexto en el que supuestamente se habrían producido los alegados incidentes, en lugares custodiados por los propios estadounidenses y sin acceso directo al exterior.
Los ataques tendrían que haber tenido una precisión láser para afectar a una persona en específico y no causar efecto alguno en las otras
.
4. LOS AFECTADOS SUFREN TRAUMAS CEREBRALES
Los síntomas alegados por los diplomáticos norteamericanos incluyen malestar en los oídos, pérdida de audición, mareos, dolores de cabeza, fatiga, trastornos cognitivos, dificultad para dormir y, el más enigmático de todos, traumas cerebrales.
Ni la conmoción cerebral o los problemas cognitivos tienen referente clínico en eventos vinculados con sonidos, según los expertos.
«Daño cerebral y conmociones, no es posible», señaló Joseph Pompei, un exinvestigador del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) y experto en sicoacústica. «Alguien habría tenido que sumergir la cabeza en una piscina repleta de poderosos transductores ultrasónicos».
5. EXISTE UN INFORME MÉDICO QUE RESPALDA LA HIPÓTESIS DE WASHINGTON
El pasado 14 de febrero salió publicado un polémico artículo en la Revista de la Asociación Americana de Medicina (JAMA, por sus siglas en inglés), bajo el título de «Síntomas neurológicos entre diplomáticos estadounidenses en Cuba».
Se ha intentado utilizar el texto como la confirmación científica de la hipótesis de Washington. Sin embargo, los autores Cristopher C. Muth y Steven L. Lewis afirman que «una explicación unificadora de los síntomas experimentados por los funcionarios (…) sigue siendo vaga y el efecto de una posible exposición a fenómenos auditivos no está claro».
Sobre bases poco claras, el estudio concluye que los diplomáticos parecen tener «lesiones prolongadas en redes cerebrales generalizadas».
Robert Bartholomew, experto en la enfermedad sicogénica masiva (MPI, por sus siglas en inglés) y profesor en el instituto de Botany Downs en Auckland, Nueva Zelanda, dijo a la prensa que el estudio le dejó «sorprendido» y sostiene que tiene el aspecto de ser «propaganda» del Gobierno de EE. UU.
«Es como si los autores nos intentasen hacer creer que ha ocurrido un ataque», declaró a The Guardian.
«La información que ofrece es principalmente subjetiva, basada en las experiencias contadas por los “afectados” y en el criterio de los investigadores; mientras los datos objetivos (exámenes practicados a los presuntamente “dañados”) son insuficientes e incompletos», refirió por su parte el Comité de Expertos Cubanos que sigue el tema.
6. NO HAY OTRA EXPLICACIÓN A LOS HECHOS QUE NO SEA LA DE UN «ATAQUE»
Existen otras causas probables, incluido los factores sicosociales, que explicarían mucho mejor la variada sintomatología alegada por Washington. Las mismas deben ser estudiadas a profundidad antes de emitir un criterio definitivo, concluyeron los expertos cubanos en un Foro online convocado para analizar los incidentes.
Especialistas internacionales coinciden: «Desde un punto de vista objetivo es más como una histeria colectiva que cualquier otra cosa», dijo a la prensa Mark Hallett, jefe de la sección de Control Motor Humano del Instituto Nacional Estadounidense de Trastornos Neurológicos y Derrame Cerebral. «La enfermedad sicosomática es una enfermedad como cualquier otra. No debe ser estigmatizada».
7. LAS AUTORIDADES CUBANAS NO ESTÁN COLABORANDO
Las autoridades cubanas, desde que fueran notificadas de los supuestos incidentes en febrero del año pasado, asumieron el asunto con seriedad, celeridad y profesionalismo.
Cuba permitió incluso el ingreso, en varias ocasiones, de los especialistas del FBI para conducir los trabajos en el terreno que demostraron la inexistencia de pruebas sobre los supuestos ataques.
Por el contrario, el Comité de Expertos cubanos que analizó el caso estuvo limitado por la falta de colaboración de las autoridades estadounidenses, que no compartieron toda la información disponible ni permitieron el acceso a los pacientes o sus registros médicos.
8. CUBA ES UN DESTINO INSEGURO PARA LOS DIPLOMÁTICOS
Cuba se destaca por el cumplimiento de la Convención de Viena y jamás ha perpetrado ni prestado su territorio para perpetrar ataques de cualquier naturaleza contra el personal diplomático de ningún país.
Por el contrario, los diplomáticos cubanos han sido víctimas de acciones violentas en territorio estadounidense, llevadas a cabo por miembros de grupos terroristas conocidos y vinculados con Washington.
En uno de los hechos más conocidos, el diplomático cubano Félix García Rodríguez, quien cumplía misión en las Naciones Unidas en Nueva York, fue asesinado en plena calle por miembros del grupo terrorista Omega 7, el 11 de septiembre de 1980.
Cuba, amenazada de guerra o en momentos de gran tensión, jamás optó por el camino de la agresión. ¿Qué sentido tendría hacerlo después de tomar la decisión soberana de restablecer los nexos con Washington?
9. LOS POLÍTICOS DEL SUR DE LA FLORIDA SOLO ESTÁN PREOCUPADOS POR LA SEGURIDAD DE LOS DIPLOMÁTICOS ESTADOUNIDENSES
Los sectores que están en contra de la mejoría en las relaciones entre los dos países están manipulando el tema de los supuestos incidentes acústicos para justificar el retroceso en los vínculos bilaterales y avanzar en su propia agenda.
La politización de este tema, evidenciada en las recientes decisiones unilaterales del Gobierno estadounidense, solo beneficia a un reducido grupo de la extrema derecha anticubana, encabezada por el senador Marco Rubio, que persiste en mantener la política hostil contra la Isla, en detrimento de los genuinos intereses nacionales de Estados Unidos y de su pueblo.
10. EXISTE PELIGRO PARA LOS TURISTAS
Como parte de la manipulación política en ese caso, la Casa Blanca intentó mostrar en septiembre del año pasado que una veintena de ciudadanos estadounidenses que habían viajado a Cuba mostraban síntomas similares a los de sus diplomáticos
.
Pero si se tiene en cuenta que la lista incluye términos tan generales como mareos y dolores de cabeza, se tiene una idea de la poca seriedad de las acusaciones.
Más de cuatro millones de visitantes extranjeros arribaron a nuestro país el año pasado, entre ellos, 620 000 de Estados Unidos.
Sus experiencias en la Isla y la satisfacción que muestran en todas las encuestas especializadas son la principal prueba de cómo los visitantes reconocen la tranquilidad, seguridad y estabilidad de Cuba, amparada por organismos internacionales de la ONU y otros especializados en el sector del turismo.
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