Siempre
estarán tratando de aprovechar el menor error, el menor descuido, la
menor falla de la Revolución para convertirla en arma contra la
Revolución. Siempre estarán atentos, siempre estarán alertas. Y en el
campo ideológico, también. Esa trinchera ellos no la han abandonado ni
la abandonarán, y usan todos los medios. En esta lucha, tanto nacional
como internacional, el imperialismo usa todos los medios, todas las
armas en la batalla ideológica.
Y, desde luego, todos recordaremos cómo al principio de la Revolución la
contrarrevolución adoptaba abiertamente las formas ideológicas
burguesas: sencillamente combatían al socialismo, combatían al comunismo
desde posiciones antisocialistas, desde posiciones anticomunistas,
desde posiciones liberales, desde posiciones burguesas. Pero las ideas
liberales y burguesas han quedado tan desprestigiadas que ya ningún
contrarrevolucionario usa los argumentos del liberalismo de la burguesía
para combatir ideológicamente a la Revolución, sino que la modalidad es
combatir a la Revolución desde posiciones comunistas, desde posiciones
socialistas, desde posiciones marxistas, desde posiciones de izquierda.
Ya no es el argumento liberal, ya no es el argumento burgués. Eso está
demasiado desacreditado, eso está demasiado desprestigiado ante las
masas, y por eso las modalidades que adoptan incluso son esas.