Nota de José Miguel: ¿ Qué dice de esto el INDER ?
Las
malas actitudes no están en cómo se lleva el pelo, en un tatuaje, o en
una cadena, hay muchas, pero muchas que lastran con más peso el buen
desarrollo de la pelota
VILLA CLARA.—Puede no tener la calidad que exigimos y
a la que aspiramos, pero el béisbol con la postemporada de su 56 Serie
Nacional se empodera una vez más junto a la afición del país, que vuelve
a latir al ritmo del pulso en los estadios.
Hemos visto jugadas espectaculares a la defensa como las del hoy avileño Julio Pablo Martínez, el tercera base naranja Yeniet Pérez o las de Carlos Benítez, el camarero granmense y la del jardinero central matancero Víctor V. Mesa. Claro que también sufrimos las carencias desde la lomita en las dos semifinales y sin embargo Jonder Martínez y Yoelkis Cruz nos regalaron una joya de pitcheo el pasado jueves en el Victoria de Girón. Y lo mismo hizo Vladimir Baños en la cueva de los tigres.
Pero más allá de cuadrangulares, engarces de leyenda o actuaciones relevantes de los serpentineros, la pelota necesita que la atiendan, que la mimen. Insistimos que se trata del espectáculo principal del deporte cubano y una expresión de nuestra propia idiosincrasia, o lo que es lo mismo, pasa por la nacionalidad y la cultura de esta tierra.
Es lamentable que a la altura de un quinto episodio con casi dos horas de partido un árbitro saque del juego al líder jonronero de la temporada, tal cual ocurrió en el primer choque entre avileños y villaclareños. Y no es que esa condición le dé impunidad, pero ha de revisarse el reglamento, pues una prenda debajo de la camiseta, un collar religioso cubierto por el uniforme o simplemente como el que llevaba Osvaldo Vázquez, una obra artesanal con la bandera cubana tejida, no es para privar a la afición de un buen espectáculo. No digo que se viole nada, ahora está estipulado y el jugador debió cumplir. Lo que abogamos es por una mirada más profunda a la disciplina.
Las malas actitudes no están en cómo se lleva el pelo, en un tatuaje, o en una cadena, hay muchas, pero muchas que lastran con más peso el buen desarrollo de la pelota. Por ejemplo, ubicar a un árbitro sin experiencia en uno de estos juegos es materia prima inflamable para quebrar el orden. Por suerte, no sucedió nada en el segundo desafío de esta semifinal, entre yumurinos y alazanes. Incluso, el esfuerzo del oficial Norge Hernández en home fue reconocido por ambos directores. Pero ojo, la calidad se expresa con resultados, no solo con esfuerzos.
Daña y considerablemente que la prensa que lleva los pormenores de lo que sucede, lo mismo en el terreno que detrás de este, no cuente en un estadio como el Victoria de Girón con las mínimas condiciones de conectividad para que el mensaje fluya. Ese aseguramiento debió preverse para que los periodistas no salgan con sus reportes desaforadamente en busca de una zona wifi al terminar la conferencia de prensa en la sala, por cierto bien acondicionada para ello, donde debe existir el servicio de conexión.
Tampoco la TV se sintió cómoda en sus labores. Un hombre tan decisivo como el estadístico Arnelio Álvarez, quien apoya las transmisiones, no tenía espacio en la cabina con su equipo de trabajo. Aunque son bienvenidas las conferencias de prensa, estas sin imágenes se convierten en algo privado, tanto que el fotorreportero Pepe Robleda, de Trabajadores, le celebró un tabaco al director Víctor Mesa y en medio del acto de preguntas y respuestas, este le obsequió el puro, en lo que los periodistas observamos como «la jugada sorpresa de los play off». A la pelota hay que defenderla, hay que vestirla con todos sus honores, porque así estaríamos también empoderando a nuestro pueblo; ella es la preferida de cubanos y cubanas.
Hoy Villa Clara recibe a Ciego de Ávila obligada a ganar dos para que los de Roger Machado no regresen ya finalistas a sus predios. Aunque los de la piña poseen el colectivo más balanceado de la lid, creo que los villaclareños pueden hacerlo.
Hemos visto jugadas espectaculares a la defensa como las del hoy avileño Julio Pablo Martínez, el tercera base naranja Yeniet Pérez o las de Carlos Benítez, el camarero granmense y la del jardinero central matancero Víctor V. Mesa. Claro que también sufrimos las carencias desde la lomita en las dos semifinales y sin embargo Jonder Martínez y Yoelkis Cruz nos regalaron una joya de pitcheo el pasado jueves en el Victoria de Girón. Y lo mismo hizo Vladimir Baños en la cueva de los tigres.
Pero más allá de cuadrangulares, engarces de leyenda o actuaciones relevantes de los serpentineros, la pelota necesita que la atiendan, que la mimen. Insistimos que se trata del espectáculo principal del deporte cubano y una expresión de nuestra propia idiosincrasia, o lo que es lo mismo, pasa por la nacionalidad y la cultura de esta tierra.
Es lamentable que a la altura de un quinto episodio con casi dos horas de partido un árbitro saque del juego al líder jonronero de la temporada, tal cual ocurrió en el primer choque entre avileños y villaclareños. Y no es que esa condición le dé impunidad, pero ha de revisarse el reglamento, pues una prenda debajo de la camiseta, un collar religioso cubierto por el uniforme o simplemente como el que llevaba Osvaldo Vázquez, una obra artesanal con la bandera cubana tejida, no es para privar a la afición de un buen espectáculo. No digo que se viole nada, ahora está estipulado y el jugador debió cumplir. Lo que abogamos es por una mirada más profunda a la disciplina.
Las malas actitudes no están en cómo se lleva el pelo, en un tatuaje, o en una cadena, hay muchas, pero muchas que lastran con más peso el buen desarrollo de la pelota. Por ejemplo, ubicar a un árbitro sin experiencia en uno de estos juegos es materia prima inflamable para quebrar el orden. Por suerte, no sucedió nada en el segundo desafío de esta semifinal, entre yumurinos y alazanes. Incluso, el esfuerzo del oficial Norge Hernández en home fue reconocido por ambos directores. Pero ojo, la calidad se expresa con resultados, no solo con esfuerzos.
Daña y considerablemente que la prensa que lleva los pormenores de lo que sucede, lo mismo en el terreno que detrás de este, no cuente en un estadio como el Victoria de Girón con las mínimas condiciones de conectividad para que el mensaje fluya. Ese aseguramiento debió preverse para que los periodistas no salgan con sus reportes desaforadamente en busca de una zona wifi al terminar la conferencia de prensa en la sala, por cierto bien acondicionada para ello, donde debe existir el servicio de conexión.
Tampoco la TV se sintió cómoda en sus labores. Un hombre tan decisivo como el estadístico Arnelio Álvarez, quien apoya las transmisiones, no tenía espacio en la cabina con su equipo de trabajo. Aunque son bienvenidas las conferencias de prensa, estas sin imágenes se convierten en algo privado, tanto que el fotorreportero Pepe Robleda, de Trabajadores, le celebró un tabaco al director Víctor Mesa y en medio del acto de preguntas y respuestas, este le obsequió el puro, en lo que los periodistas observamos como «la jugada sorpresa de los play off». A la pelota hay que defenderla, hay que vestirla con todos sus honores, porque así estaríamos también empoderando a nuestro pueblo; ella es la preferida de cubanos y cubanas.
Hoy Villa Clara recibe a Ciego de Ávila obligada a ganar dos para que los de Roger Machado no regresen ya finalistas a sus predios. Aunque los de la piña poseen el colectivo más balanceado de la lid, creo que los villaclareños pueden hacerlo.
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