¿ Puede un organismo gubernamental interferir en las elecciones faltando solo dias para las elecciones presidenciales ?
¿ Qué potestad tiene Obama para impedir semejante intromisión?
¿No tuvo tiempo el FBI de aclarar sus investigaciones antes de la última etapa de las elecciones ?
¿ En el FBI hay gato encerrado ?
El resucitado escándalo de los correos electrónicos de Hillary Clinton podrían tener un efecto decisivo en la opción que elijan los estadounidenses, el próximo 8 de noviembre. Foto: Reuters.
En Estados Unidos llaman la “sorpresa de octubre” al evento político
inesperado que sucede a pocas semanas o días de las elecciones
presidenciales
.
En esta oportunidad, la “sorpresa de octubre” fue el anuncio del Buró Federal de Investigaciones (FBI) del hallazgo de nuevos correos electrónicos de Hillary Clinton que serán investigados.
El viernes pasado, cuando apenas faltaban 11 días para las elecciones, en una carta al Congreso, el director del FBI, James Comey, reveló que encontró nuevas comunicaciones electrónicas de la candidata demócrata que merecen ser investigadas y que podrían causar la reapertura del caso en su contra.
La campaña electoral de Clinton se ha visto afectada en los últimos meses por la investigación a la que ha sometido el FBI a la ex primera dama por haber usado un servidor privado de correo electrónico mientras era secretaria de Estado (2009-2013), algo prohibido en la actualidad por las leyes estadounidenses.
El FBI cerró aquel proceso en julio y concluyó que no encontró delitos alguno por el que procesar a candidata demócrata.
Por ello, el anuncio de Comey de que se están analizando nuevos correos de Clinton hallados en una computadora de su ayudante Huma Abedin tomó a la mayoría por sorpresa.
Tres días después de aquel bombazo del FBI, los medios de Estados Unidos siguen hablando del escándalo de los correos electrónicos de Clinton y pareciera que nadie recuerda la ola de denuncias por acoso sexual, que cayeron sobre Donald Trump en las últimas semanas.
Aunque no se pueden medir los efectos de la “sorpresa de octubre” con exactitud, lo cierto es que los focos de la atención y la crítica cambiaron de lado y ahora apuntan a la ex secretaria de Estado.
Y no son pocos los que se preguntan, ¿por qué el FBI destapó el caso a tan pocos días de las elecciones?
Una de las garantías de su autonomía e independencia es el método de selección de su director: lo elige el presidente de EE.UU., pero lo debe aprobar el Senado.
En este caso, Comey fue nominado por el presidente Barack Obama y aprobado en la Cámara Alta estadounidense, por 93 votos a favor y uno en contra en 2013.
Según los expertos, nunca antes en la historia el FBI tuvo una actuación tan significativa en una elección presidencial como en la que se celebrará el próximo martes.
Comey alegó que tomó la decisión de informar del hallazgo de los nuevos correos de Clinton por una cuestión de transparencia.
Ello no evitó que con la carta que envió al Congreso quedara en el centro de la controversia.
Después de la “sorpresa”, la independencia del FBI es cuestionada por diferentes actores políticos y judiciales estadounidenses.
Pese a que el presidente Barack Obama ya afirmó que no cree que el Buró esté interfiriendo en las elecciones, en el bando demócrata no todos piensan como él.
Por ejemplo, Harry Reid, el jefe de la bancada demócrata en el Senado, considera que el FBI quebró las reglas.
“Mi despacho llegó a la conclusión de que estas acciones pueden suponer un incumplimiento de la Ley Hatch que prohíbe al FBI utilizar su autoridad para influir en unas elecciones”, afirmó Reid el fin de semana.
La Ley Hatch prohíbe a empleados federales realizar acciones partidarias mientras se encuentran en el cargo.
Reid fue todavía más lejos y acusó a Comey de proteger a Donald Trump y no revelar la “información explosiva” que posee sobre los presuntos lazos entre el republicano y el gobierno ruso.
Algo más sutil fue el secretario de Estado, John Kerry, quien se abstuvo de criticar al FBI pero dejó un mensaje entre líneas.
“Como ciudadano estadounidense y antiguo candidato del partido me gustaría decir muchas cosas sobre lo que está pasando, pero no puedo. Me voy a quedar al margen de esto”, afirmó Kerry.
La Casa Blanca también procuró mantenerse al margen y señaló que no defiende ni critica la decisión del FBI.
El portavoz de Obama, Josh Earnest, indicó que el Presidente no cree que Comey intente influir en la elección en secreto.
Earnest añadió que el director del FBI es “un hombre íntegro, un hombre de carácter, un hombre de principios y que tiene un trabajo muy difícil”.
Pese a ello, los medios de comunicación estadounidenses están llenos de especulaciones y teorías al respecto de por qué el director del FBI tomó tan polémica decisión a tan pocos días de la votación.
El New York Times, basándose en información obtenida de exagentes del FBI, asegura que Comey envió la carta al Congreso para evitar que, en caso de que se filtrara la noticia del hallazgo de los nuevos correos, se le acusara de intentar favorecer a Clinton.
En una columna titulada “James Comey está dañando nuestra democracia”, los ex fiscales generales adjuntos Jamie Gorelick y Larry Thompson criticaron la decisión tomada por el director del FBI.
“Es la antítesis de los intereses de la justicia, está dañando nuestra democracia”, señalaron en una columna publicada en el diario The Washington Post
Gorelick y Thompson recordaron que “hace décadas” que el Departamento de Justicia decidió que 60 días antes de una elección se abstendría de tomar acciones sobre individuos involucrados en la elección para no “socavar el proceso político”
.
“Un memorándum que refleja esta decisión se emite cada cuatro años por varios fiscales generales desde hace tiempo, también en 2016”, escribieron los exfiscales.
Gorelick fue fiscal general adjunto entre 1994 y 1997, además declaró su apoyo público a Hillary Clinton.
Thompson ejerció el cargo desde 2001 hasta 2003 y hace poco suscribió una carta firmada por autoridades judiciales en administraciones republicanas en rechazo a la candidatura de Trump.
Weiner, un excongresista demócrata de 52 años, es investigado por enviar mensajes “inapropiados” y con contenido sexual a una menor de edad.
Los nuevos correos electrónicos de Clinton que el FBI descubrió fueron encontrados en una computadora que Weiner compartía con su esposa.
En un acto de campaña en Michigan, Trump reafirmó que espera que 33 mil mensajes de Clinton, que según él se encontraban en un servidor privado sean recuperados. Trump cree que el FBI ahora sí encontró “el filón principal” de los correos de Clinton.
En el otro bando, la candidata demócrata insistió el lunes en que “no hay ningún caso” que investigar. Clinton reiteró que haber usado un servidor privado de correo electrónico fue un error del que se arrepiente.
Al final de la investigación original, Comey señaló que el manejo de la candidata de material sensible durante su cargo como secretaria de Estado fue “muy descuidado”, pero la eximió de haber cometido ningún delito.
Como dice Jon Sopel, editor de la BBC en Estados Unidos, es totalmente posible que el “bombazo” del FBI cambie el resultado de la votación del 8 de noviembre, pero para saberlo tendremos que esperar un poco más.
Todavía no sabemos si el resucitado escándalo de los correos electrónicos de Hillary Clinton tendrán un efecto decisivo en la opción que elijan los estadounidenses, pero ya tenemos la certeza de que la historia recordará que la “sorpresa de octubre” de la elección presidencial de 2016 vino de la mano del FBI.
(Tomado de la BBC)
.
En esta oportunidad, la “sorpresa de octubre” fue el anuncio del Buró Federal de Investigaciones (FBI) del hallazgo de nuevos correos electrónicos de Hillary Clinton que serán investigados.
El viernes pasado, cuando apenas faltaban 11 días para las elecciones, en una carta al Congreso, el director del FBI, James Comey, reveló que encontró nuevas comunicaciones electrónicas de la candidata demócrata que merecen ser investigadas y que podrían causar la reapertura del caso en su contra.
La campaña electoral de Clinton se ha visto afectada en los últimos meses por la investigación a la que ha sometido el FBI a la ex primera dama por haber usado un servidor privado de correo electrónico mientras era secretaria de Estado (2009-2013), algo prohibido en la actualidad por las leyes estadounidenses.
El FBI cerró aquel proceso en julio y concluyó que no encontró delitos alguno por el que procesar a candidata demócrata.
Por ello, el anuncio de Comey de que se están analizando nuevos correos de Clinton hallados en una computadora de su ayudante Huma Abedin tomó a la mayoría por sorpresa.
Tres días después de aquel bombazo del FBI, los medios de Estados Unidos siguen hablando del escándalo de los correos electrónicos de Clinton y pareciera que nadie recuerda la ola de denuncias por acoso sexual, que cayeron sobre Donald Trump en las últimas semanas.
Aunque no se pueden medir los efectos de la “sorpresa de octubre” con exactitud, lo cierto es que los focos de la atención y la crítica cambiaron de lado y ahora apuntan a la ex secretaria de Estado.
Y no son pocos los que se preguntan, ¿por qué el FBI destapó el caso a tan pocos días de las elecciones?
¿Violó el director del FBI la ley?
El Buró Federal de Investigaciones, creado en 1908, depende orgánicamente del Departamento de Justicia estadounidense, se trata del aparato de investigación criminal más grande del mundo.Una de las garantías de su autonomía e independencia es el método de selección de su director: lo elige el presidente de EE.UU., pero lo debe aprobar el Senado.
En este caso, Comey fue nominado por el presidente Barack Obama y aprobado en la Cámara Alta estadounidense, por 93 votos a favor y uno en contra en 2013.
Según los expertos, nunca antes en la historia el FBI tuvo una actuación tan significativa en una elección presidencial como en la que se celebrará el próximo martes.
Comey alegó que tomó la decisión de informar del hallazgo de los nuevos correos de Clinton por una cuestión de transparencia.
Ello no evitó que con la carta que envió al Congreso quedara en el centro de la controversia.
Después de la “sorpresa”, la independencia del FBI es cuestionada por diferentes actores políticos y judiciales estadounidenses.
Pese a que el presidente Barack Obama ya afirmó que no cree que el Buró esté interfiriendo en las elecciones, en el bando demócrata no todos piensan como él.
Por ejemplo, Harry Reid, el jefe de la bancada demócrata en el Senado, considera que el FBI quebró las reglas.
“Mi despacho llegó a la conclusión de que estas acciones pueden suponer un incumplimiento de la Ley Hatch que prohíbe al FBI utilizar su autoridad para influir en unas elecciones”, afirmó Reid el fin de semana.
La Ley Hatch prohíbe a empleados federales realizar acciones partidarias mientras se encuentran en el cargo.
Reid fue todavía más lejos y acusó a Comey de proteger a Donald Trump y no revelar la “información explosiva” que posee sobre los presuntos lazos entre el republicano y el gobierno ruso.
Algo más sutil fue el secretario de Estado, John Kerry, quien se abstuvo de criticar al FBI pero dejó un mensaje entre líneas.
“Como ciudadano estadounidense y antiguo candidato del partido me gustaría decir muchas cosas sobre lo que está pasando, pero no puedo. Me voy a quedar al margen de esto”, afirmó Kerry.
La Casa Blanca también procuró mantenerse al margen y señaló que no defiende ni critica la decisión del FBI.
El portavoz de Obama, Josh Earnest, indicó que el Presidente no cree que Comey intente influir en la elección en secreto.
Earnest añadió que el director del FBI es “un hombre íntegro, un hombre de carácter, un hombre de principios y que tiene un trabajo muy difícil”.
Pese a ello, los medios de comunicación estadounidenses están llenos de especulaciones y teorías al respecto de por qué el director del FBI tomó tan polémica decisión a tan pocos días de la votación.
El New York Times, basándose en información obtenida de exagentes del FBI, asegura que Comey envió la carta al Congreso para evitar que, en caso de que se filtrara la noticia del hallazgo de los nuevos correos, se le acusara de intentar favorecer a Clinton.
“Dañando la democracia”
Antiguas autoridades judiciales también cuestionaron la “sorpresa de octubre” del FBI.En una columna titulada “James Comey está dañando nuestra democracia”, los ex fiscales generales adjuntos Jamie Gorelick y Larry Thompson criticaron la decisión tomada por el director del FBI.
“Es la antítesis de los intereses de la justicia, está dañando nuestra democracia”, señalaron en una columna publicada en el diario The Washington Post
Gorelick y Thompson recordaron que “hace décadas” que el Departamento de Justicia decidió que 60 días antes de una elección se abstendría de tomar acciones sobre individuos involucrados en la elección para no “socavar el proceso político”
.
“Un memorándum que refleja esta decisión se emite cada cuatro años por varios fiscales generales desde hace tiempo, también en 2016”, escribieron los exfiscales.
Gorelick fue fiscal general adjunto entre 1994 y 1997, además declaró su apoyo público a Hillary Clinton.
Thompson ejerció el cargo desde 2001 hasta 2003 y hace poco suscribió una carta firmada por autoridades judiciales en administraciones republicanas en rechazo a la candidatura de Trump.
Trump celebra, Clinton rechaza
Fiel a su estilo provocador e irónico, este lunes Donald Trump celebró la “sorpresa de octubre” dando las gracias a la ayudante de Clinton, Huma Abedin, y al esposo de esta Anthony Weiner, del que está separada.Weiner, un excongresista demócrata de 52 años, es investigado por enviar mensajes “inapropiados” y con contenido sexual a una menor de edad.
Los nuevos correos electrónicos de Clinton que el FBI descubrió fueron encontrados en una computadora que Weiner compartía con su esposa.
En un acto de campaña en Michigan, Trump reafirmó que espera que 33 mil mensajes de Clinton, que según él se encontraban en un servidor privado sean recuperados. Trump cree que el FBI ahora sí encontró “el filón principal” de los correos de Clinton.
En el otro bando, la candidata demócrata insistió el lunes en que “no hay ningún caso” que investigar. Clinton reiteró que haber usado un servidor privado de correo electrónico fue un error del que se arrepiente.
Al final de la investigación original, Comey señaló que el manejo de la candidata de material sensible durante su cargo como secretaria de Estado fue “muy descuidado”, pero la eximió de haber cometido ningún delito.
Como dice Jon Sopel, editor de la BBC en Estados Unidos, es totalmente posible que el “bombazo” del FBI cambie el resultado de la votación del 8 de noviembre, pero para saberlo tendremos que esperar un poco más.
Todavía no sabemos si el resucitado escándalo de los correos electrónicos de Hillary Clinton tendrán un efecto decisivo en la opción que elijan los estadounidenses, pero ya tenemos la certeza de que la historia recordará que la “sorpresa de octubre” de la elección presidencial de 2016 vino de la mano del FBI.
(Tomado de la BBC)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario