Por: José Miguel Vázquez.No se puede dudar que la actual campaña electoral que tiene lugar en Estados Unidos, entre los dos principales contendientes Donald Trump e Hillary Clinton se sale de las fronteras norteamericanas, y es objeto de sumo interés en muchas partes del mundo.
Estamos hablando del proceso electoral de una potencia económica y militar de primer orden, por las naturales repercusiones que un triunfo republicano o demócrata tendría para muchas naciones.
Es por eso que llama la atención por estos dias la repentina enfermedad de la candidata demócrata Hillary Clinton, a partir del incidente el pasado dia 11 de septiembre en Nueva York cuando asistía a la ceremonia de recordación por el 15 aniversario del derribo de las torres gemelas. Alli tuvo un repentino desmayo, que luego según se informó debido a que venía padecienco de neumonía, algo a lo que no se le había dado ninguna publicidad.
Ello ha concitado preocupación en millones de sus seguidores, hasta el punto que se especula de una posible sustitución si siguiera enferma o se viera imposibilitada de continuar hasta el final.
Hoy las noticias son más alentadoras, según se informa el jueves retomará su actual campaña presidencial despues de cuatro dias de descanso y tratamiento ,médico, pero queda por ver si en la práctica le quedarán suficientes energías para llegar hasta el final.
Lo cierto es que su enfermedad es objeto de ámplios debates y especulaciones en muchos medios y la propaganda es tal, que hasta cierto punto ha afectado su campaña.
Asi las cosas esperemos que la ex primera dama y ex secretaria de estado, pueda llegar a feliz término su travesía electoral que decidirá el próximo 8 de noviembre quien será el nuevo presidente de Estados Unidos para los venideros cuatro años.
Por el aquello de que, más vale malo conocido que bueno por conocer, por lo tanto para el mundo y para los propios Estados Unidos sería beneficioso que la Clinton se mantenga en sus empeños presidenciales.
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