Tomado de Descubriendo verdades
En una entrevista en The Wall Street Journal realizada ayer, el mercenario Antonio Rodiles, recibiendo toda
la cobertura mediática posible por parte de los medios involucrados en la
guerra mediática anticubana, llamó a evitar en Cuba “una supuesta transferencia
de poder entre la elite castrista”, desconociendo que es el pueblo cubano –y no
otro– quien elige a sus dirigentes y no la voluntad política de un grupo de
oportunistas al servicio de intereses foráneos.
Rodiles critica al gobierno de Obama por, según su torcido criterio,
enviar “una señal de que el régimen es un actor político legítimo" para el
futuro del país. Primero que todo habría que preguntarle a este sujeto
¿qué falta de legitimidad ve a un gobierno que es votado por más del 97 % de
los electores? ¿Qué falta de legitimidad ve a un estado constituido por el
propio pueblo y sus legítimos representantes?
Dolido por el manifiesto rechazo de las autoridades norteamericanas por
evitar reunirse con la contrarrevolución interna, una minúscula y fragmentada
oposición fabricada y financiada desde el exterior, manifiesta su inconformidad
por "el contacto es casi cero" que tienen dichos funcionarios con
ellos.
Ante este panorama, Rodiles hace un llamado a evitar lo que llama “una
transferencia exitosa de poder”, por cuanto –para él– se perpetuaría el proceso revolucionario por
dos o tres décadas.
Esta convocatoria a acabar con la Revolución Cubana con urgencia no es
más que el graznido desesperado de “una persona” que aspira tercamente a tratar
de vivir del poder impuesto a los cubanos desde afuera, lo que resulta
imposible y utópico.
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