Por: Andrés Gómez.
En este tiempo de transición en la política de Estados Unidos con Cuba
muchos más son los factores que en Estados Unidos se han sumado
públicamente a los intentos para dar fin a la política de Bloqueo, del
Embargo, como se le llama en este país.
Numerosas son las entidades de importancia, productoras, especialmente en el sector agrícola, comerciales y financieras,
así como notables intereses políticos, comprometidos en dar fin, de una
vez por todas, a una política anacrónica que no cumple con los
intereses económicos ni políticos del sistema que rige los mismos en
Estados Unidos para entonces crear una política que cumpla con las
necesidades y la realidad actuales.
Si bien de lo que se trata esencialmente, más allá del fin del
Bloqueo, es sobre los intentos por descartar la inservible política
imperial de prepotencia y soberbia por otra de “canto de sirenas” como
la llamara la pensadora cubana Graziella Pogolotti en un reciente
ensayo.
Mas de manera gradual, con perspicacia, si bien
inexorablemente, esos intereses políticos y económicos respaldan cada
vez más al llamado del Presidente Obama al Congreso para dar fin a las leyes y regulaciones que conforman el Bloqueo/Embargo.
Por ejemplo, cada vez más la prensa en este país resalta el hecho que
la mayoría de la población en Estados Unidos apoya terminar con el
embargo. Ha tenido mucha cobertura una reciente
encuesta del
respetado Pew Research Center cuyos resultados mantienen que el 72% de
la población estadounidense apoya el fin del embargo, incluyendo el 59%
de los republicanos. Interesantemente, según esta encuesta, el
apoyo entre los conservadores republicanos a una nueva política de mayor
comercio con Cuba ha aumentado un 15% entre enero y julio de 2015,
haciéndolo el sector de más rápido crecimiento a favor del fin del
embargo.
Varios son los proyectos de ley y enmiendas a otros proyectos de
leyes presentados en el Congreso federal, tanto en la Cámara de
Representantes como en el Senado, más por representantes y senadores
republicanos que por demócratas, que van desde terminar con todas las
restricciones de viajes a Cuba hasta liquidar todas las leyes y
regulaciones actuales que conforman el Bloqueo/Embargo, especialmente la
Ley Helms Burton de 1996. Y todo esto uno debe asumir que está muy bien pensado, especialmente en un ciclo de elecciones generales.
Las posibles inversiones en la economía cubana son ansiadas
por parte de los consorcios comerciales, productores y financieros
estadounidenses. Solamente los estimados del monto del comercio entre
los dos países varían pero ninguno de ellos es menor a 2 mil millones de
dólares anuales.
Uno de ellos, un estudio desarrollado por el
Peterson Institute for International Economics, estima que la
exportación de productos estadounidenses a Cuba pudiera llegar a e hasta
4.3 mil millones de dólares anuales. Además de que, como otros estudios
demuestran, la normalización del comercio entre ambos países crearía
miles de empleos adicionales en este país.
Estas ganancias se han estimado considerando solamente los sectores
comerciales, sin incluir los otros tantos. Y para todo estas
posibilidades poder funcionar debidamente también hacen falta los
créditos. Pero para estos intereses lograr lo que ambicionan con
respecto a las inversiones en Cuba, como a sus mercados, tienen que
comenzar por normalizar esas relaciones económicas, eliminando el
Bloqueo/Embargo. Como dicho anteriormente, precisamente ahora a eso es a
lo que se dedican.
Otro aspecto, más específico, de estos muchos factores interesados en
dar fin a la vieja y fallida política, no por vieja sino por fallida,
están los caballeros y damas nacidos en Cuba o sus descendientes,
cubanos y cubanas, que también ambicionan invertir en Cuba, con todas
las garantías de las leyes, como también otros, supongo que
principalmente por falta de capital, hasta ahora sólo ambicionan dar fin
a la revolución socialista, a través ahora, de la nueva política
imperial de “cantos de sirena”.
Estas personas son factores útiles en el actual proceso de dar fin al
Bloqueo. Son los nuevos socios oficiales cubanos de Washington en su
nueva política con Cuba. Algunos estuvieron invitados y presentes en el
jardín de la embajada de Estados Unidos en La Habana el pasado 14 de
agosto durante la ceremonia de la iza de la bandera estadounidense. De
eso se ufanan. Y bien, cada cual con lo suyo.
Aunque tan importante como este aspecto, y más aún, es lo que sucedió
hace apenas unas dos semanas en Miami. Me refiero al feliz encontronazo
entre un popular reguetonero cubano, Osmani García, de gira por Estados
Unidos, y el intelligentse Pedro Sevsec, uruguayo, y anfitrión
de un programa televiso de Miami de desinformación, ad nauseam, y
defensor del terrorismo contra el pueblo cubano. De esos que subvenciona
el gobierno estadounidense.
No sé cómo empezó el lío pero de pronto se armó la de San Quintín
entre el reguetonero cubano y el intelligentse uruguayo en la televisión
miamense y en las redes sociales universales. Fue de maravilla. Al fin
la contrarrevolución cubana miamense conoció a un reguetonero cubano de
tú a tú y se discutió, cada cual de los dos a su manera habitual, sobre
diferentes cosas, pero lo fundamental del asunto, resultó ser el
encabronamiento de Osmani García, con los cubanos de aquí que apoyan el
Bloqueo y todo lo demás en contra del pueblo cubano. Además de la
defensa que hizo de los suyos en Cuba.
Que lo haya expresado como él y muchos, en Cuba y aquí, que como él
hablan cuando se encabronan, es algo de esperar. Lo importante es que
lo que aquí en Miami habitualmente se entiende de Cuba, además del
desprecio clasista que “los jerarcas del exilio”, y otros como ellos,
sienten por el pueblo cubano por fin hizo explotar públicamente a
alguien, y ese alguien fue Osmani García.
Y que lo dicho por ambos se viera y se oyera por cientos de miles,
sino por millones, de personas alrededor del mundo a través de las redes
sociales, y que la inmensa mayoría — inmensa mayoría– que comentó en
esos medios lo dicho por ambos, apoyó a Osmani y se burló del intelligentse de Sevsec.
Importante lección para todos. Especialmente a los que subestiman o
ignoran el patriotismo de aquellos cubanos que en Cuba o aquí, fuera de
Cuba, no participan, o no les interesa, las cuestiones políticas, o que
mantienen un comportamiento social perfectamente criticable por el resto
de la sociedad, pero que rechazan categóricamente el abuso contra el
pueblo cubano y las políticas, como el Bloqueo, que hacen sufrir a los
suyos y al resto de su pueblo.
Entonces, además de los otros sectores laborando en contra de las
leyes y regulaciones que conforman el Bloqueo/Embargo, nosotros,
aquellos que componemos el sector patriótico y progresista de los
cubanos que vivimos en el extranjero, en Estados Unidos y el resto del
mundo, como siempre, nos mantendremos luchando en contra del Bloqueo y
de las otras políticas que se mantienen conformando la política de
agresión permanente de Estados Unidos en contra del pueblo cubano.
Contentos y satisfechos de que en estos nuevos tiempos estemos
acompañados en esta lucha contra el Bloqueo/Embargo, en Estados Unidos y
en otros países alrededor del mundo, de nuevas fuerzas y sectores, para
que con los esfuerzos de todos lograr el objetivo común: el fin de esa
política oprobiosa.
Si bien conscientes, que en estos nuevos tiempos y como siempre,
nosotros, los que conformamos el sector patriótico y progresista de los
cubanos viviendo en el extranjero, además, tenemos el deber insoslayable
de contribuir con nuestros esfuerzos y presencia en esta lucha, a la
defensa de la independencia, la soberanía, las libertades y a la paz del
pueblo cubano, así como al desarrollo de su sistema socialista
libremente decidido y mantenido por él.
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