domingo, 7 de junio de 2015

Marco Rubio: Por sus obras lo conoceréis



 
Por: Roberto Pérez Betancourt
 

Marco Antonio Rubio, de 44 años de edad,  trigueño bonitillo, de origen cubano, nacido en La Florida, casado con  Jeanette Dousdebes, de origen colombiano,  padre de cuatro muchachos, gusta  sonreír como estrella de cine delante de la bandera estadounidense y dejar  clara su ubicación política a
la extrema derecha de la derecha.
 
A pesar de su origen étnico, Marquito se opone a todo lo que beneficie a los inmigrantes latinoamericanos, y al acercamiento y normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
 
Heredó el apellido Rubio de su padre,  emigrante cubano que el 27 de mayo del año 1956 llegó con su mujer Oriales y cuatro hijos a Estados Unidos donde  se empleó como bedel y vendedor de cualquier cosa, según refieren publicaciones en Internet que han investigado la ascendencia étnica del
político.
 
 A Marquito  le pareció más elegante para sus aspiraciones políticas inventarse la historia de que su familia había huido del  "castro -comunismo".

Pero en realidad cuando su familia arribó a la nación norteña, todavía Fidel Castro estaba exiliado en México, preparando la expedición revolucionaria que el dos de diciembre llegaría a las costas orientales de Cuba.
  
La prensa local descubrió la  mentira de Marquito y  este quedó en ridículo, por lo que se vio obligado a rectificar públicamente, de acuerdo con una nota publicada en su momento por  The Washington Post.

 La más reciente travesura de Marquito ha sido una carta que envió al secretario de Estado John Kerry, amenazando con bloquear en el Senado cualquier nombramiento de un futuro embajador de Estados Unidos en Cuba.
 
 Precisemos: El 13 de abril último  el trigueño de apellido Rubio anunció en Miami su precandidatura  a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016. Él busca dinero, dinero y dinero de donaciones para su campaña, e intenta  captar más patrocinadores entre lo más rancio de la
contrarrevolución cubana que se asienta en la Florida.

  Este hijo de  cubanos emigrantes antes del triunfo de la Revolución, aunque es trigueño, de verdad se cree rubio, que obliga a hablar solo inglés a los inmigrantes.

   De acuerdo con acreditados voceros de la comunidad hispana en Estados Unidos, esta considera a Marco Rubio como político  hipócrita y ambicioso, dispuesto a vender a los latinos para   ganarse el favor del Tea Party, y le recuerda que la suma de latinos no cubanos representan el 97 por ciento de los asentados  en Estados Unidos, en tanto la facción de cubanos votantes apenas cubren el tres por ciento, y de estos,  se sabe que la mitad también desaprueba las tácticas y el pensamiento del anticubano trigueño de apellido

Rubio, que también arrastra una mancha en su  historial: La sospecha hecha pública de haber utilizado  su tarjeta de crédito del Partido Republicano para fines personales, sin haber declarado estos gastos a Hacienda. Por sus obras los conoceréis...
 

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