Por: José Miguel.
Leyendo
el Granma a propósito de la celebración
del XI Congreso de la ANAP me he enterado de algunas cosas que me
resultan interesante sobre todo ante la
necesidad de ir hacia un desarrollo más acelerado y eficiente de un renglón tan
definitorio como lo es la producción de alimentos.
Se
reconoce que la economía cubana ha
crecido en los últimos años, pero con tasas de crecimiento bajas que no se
corresponden con lo que se espera de ella.
El
mismo Ministro de economía Marino Murillo dice que la Agricultura aportó al PIB
el 3,8 % en el 2014, cifra que aún resulta insuficiente, y dijo algo que me
resulta muy significativo: Al asumir el PIB entendido no como la sumatoria de las riquezas, sino como “la nueva riqueza que un país es capaz de
crear”, una vez descontado el gasto material
.
Murillo
resaltó que la Agricultura debe crecer más rápido que el ritmo global de
nuestra economía.
El
resultado de lo anterior se traduce en como no producimos todo lo que
necesitamos, hay que importar 2 mil millones de dólares en alimentos todos los
años, y aunque de ese gasto no todo se puede producir en Cuba, si se podría
obtener el 50 % y ya el panorama de la economía cubana sería distinto.
Después
de hacer referencia a la situación de las tierras ociosas dadas en usufructo y el uso racional del agua para producir los alimentos,
tocó un tema que a mi juicio en Cuba es “una asignatura pendiente”, me refiero
al de la ganadería.
En
este sentido se refirió a la falta de un programa de desarrollo ganadero a
largo plazo y lo que es más importante, para recuperar la ganadería se necesita
dinero, en un cálculo de más de 50 millones de dólares, que incluyen tiempo,
potenciar la genética, una buena organización y un adecuado diseño.
Como
resultado de la insuficiencia alcanzada en nuestra ganadería, está el hecho de
que el país se ve en la necesidad de importar como promedio cada año desde el
exterior 40 mil toneladas de leche en polvo, casi el mismo volumen que se
alcanza en leche fresca en la nación. Esto quiere decir que para sustituir esta
importación hay que producir el doble de los registros actuales.
Todo
eso indica como aseveró el Ministro de Economía que tenemos que dejar atrás
errores reiterados en cuanto a malas prácticas, indisciplinas tecnológicas y
dificultades en la planificación.
Habló
también de que Cuba tiene que traer del exterior de 120 a 130 mil toneladas de
pollo a precios que oscilan entre 1000 y 1200 USD.
Se
refirió además a la necesidad de incrementar las producciones de frijol, maíz y
arroz con vistas a disminuir las erogaciones para la compra de estos alimentos.
Como
se aprecia el reto es grande, hay que elevar la producción y la productividad
para poder regular los precios, pero también para tener más.
Para
ello también se hace necesario que todas las estructuras agrícolas del país,
cumplan con sus planes con seriedad y dedicación, si es que queremos tener una
Agricultura sostenible y sobre todo poder garantizar los alimentos que requiere
nuestra población.
Creo
que el saldo positivo de este Congreso campesino en Cuba, es que todos sus
participantes han quedado impuestos de la necesidad que tiene el país de dar un
salto en su economía y la Agricultura ante este reto deberá jugar un papel más
determinante si es que queremos cumplir cabalmente la meta de alcanzar un
crecimiento del 4 % del Producto Interno Bruto para el presente 2015.
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