Es debido a los valores comunes de nuestra fe que
pedimos que las familias de Gross y de los tres héroes cubanos sean
reunificadas, expresó el reverendo John McCullough, presidente y
director ejecutivo del Servicio Mundial de Iglesias, en representación
de la delegación norteamericana que desde el 2 de este mes y hasta hoy
se encuentra en nuestro país.
El llamado —emitido por el Consejo de Iglesias de Cuba, el reverendo Jhon McCullough, el rabino Howard “Sunny” Schnitzer y el reverendo Gradye Parsons, de la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos— fue resultado de una misión humanitaria que tuvo comienzo con una visita, en febrero, de una delegación del Consejo de Iglesias de Cuba a miembros del Congreso de los Estados Unidos, el Departamento de Estado y a líderes religiosos norteamericanos
.
Históricamente, el Servicio Mundial de Iglesias y el Consejo de Iglesias Cubano han mantenido relaciones mediante las cuales se ha abogado por el fin del bloqueo norteamericano a nuestro país, la eliminación de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo y por lograr una relación estable entre ambos pueblos.
Si bien se han continuado los intercambios y visitas entre líderes cubanos y norteamericanos de estas instituciones religiosas, “ahora en Cuba una delegación conjunta se reunió con líderes religiosos, y funcionarios del gobierno cubano, en aras de alcanzar un sostenido compromiso para abogar por la reunificación de estas familias y de fomentar una normalización de las relaciones entre los dos países, opinó el reverendo McCullough, quien recientemente visitó a Antonio Guerrero, uno de los tres héroes cubanos que aún guardan prisión injustamente en Estados Unidos, y aseguró que visitaría también a Ramón Labañino y a Gerardo Hernández.
Nuestra generación debe abandonar el tipo de relación que tiene ahora y transitar hacia una nueva llena de esperanza por el bien de las futuras generaciones, dijo el reverendo Joel Ortega Dopico, presidente del Consejo de Iglesias de Cuba, al tiempo que enfatizó que esta declaración no es algo aislado, sino el resultado de muchos años de compromiso y confianza con vistas a que cubanos y norteamericanos erijan un mundo de paz.
En este sentido, el rabino Schnitzer confirmó que la intención de esta delegación, a su regreso, es reportar por un lado los acontecimientos y diálogos establecidos a altas instancias, y por otro, continuar elevando el nivel de conciencia en los ciudadanos norteamericanos sobre la situación de los tres cubanos y Alan Gross. “No solo no se ha reportado lo suficiente, sino que se tiene “una ventana de posibilidades infinitas para ejercer un cambio”, concluyó Schnitzer.
Durante su estancia en nuestro país la delegación mantuvo intercambios con líderes religiosos de la isla y autoridades cubanas. En la tarde de ayer fueron recibidos por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, quien ratificó ante los visitantes el llamado de Cuba de conversar en igualdad de condiciones con el gobierno de los Estados Unidos. Con antelación, los visitantes intercambiaron con el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla.
El llamado —emitido por el Consejo de Iglesias de Cuba, el reverendo Jhon McCullough, el rabino Howard “Sunny” Schnitzer y el reverendo Gradye Parsons, de la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos— fue resultado de una misión humanitaria que tuvo comienzo con una visita, en febrero, de una delegación del Consejo de Iglesias de Cuba a miembros del Congreso de los Estados Unidos, el Departamento de Estado y a líderes religiosos norteamericanos
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Históricamente, el Servicio Mundial de Iglesias y el Consejo de Iglesias Cubano han mantenido relaciones mediante las cuales se ha abogado por el fin del bloqueo norteamericano a nuestro país, la eliminación de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo y por lograr una relación estable entre ambos pueblos.
Si bien se han continuado los intercambios y visitas entre líderes cubanos y norteamericanos de estas instituciones religiosas, “ahora en Cuba una delegación conjunta se reunió con líderes religiosos, y funcionarios del gobierno cubano, en aras de alcanzar un sostenido compromiso para abogar por la reunificación de estas familias y de fomentar una normalización de las relaciones entre los dos países, opinó el reverendo McCullough, quien recientemente visitó a Antonio Guerrero, uno de los tres héroes cubanos que aún guardan prisión injustamente en Estados Unidos, y aseguró que visitaría también a Ramón Labañino y a Gerardo Hernández.
Nuestra generación debe abandonar el tipo de relación que tiene ahora y transitar hacia una nueva llena de esperanza por el bien de las futuras generaciones, dijo el reverendo Joel Ortega Dopico, presidente del Consejo de Iglesias de Cuba, al tiempo que enfatizó que esta declaración no es algo aislado, sino el resultado de muchos años de compromiso y confianza con vistas a que cubanos y norteamericanos erijan un mundo de paz.
En este sentido, el rabino Schnitzer confirmó que la intención de esta delegación, a su regreso, es reportar por un lado los acontecimientos y diálogos establecidos a altas instancias, y por otro, continuar elevando el nivel de conciencia en los ciudadanos norteamericanos sobre la situación de los tres cubanos y Alan Gross. “No solo no se ha reportado lo suficiente, sino que se tiene “una ventana de posibilidades infinitas para ejercer un cambio”, concluyó Schnitzer.
Durante su estancia en nuestro país la delegación mantuvo intercambios con líderes religiosos de la isla y autoridades cubanas. En la tarde de ayer fueron recibidos por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, quien ratificó ante los visitantes el llamado de Cuba de conversar en igualdad de condiciones con el gobierno de los Estados Unidos. Con antelación, los visitantes intercambiaron con el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla.
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