No pùedo pasar por alto que hoy se cumplen 53 años del alevoso ataque aéreo por aviones mercenarios B26 con matrícula de la Fuerza Aérea Cubana contra los aeropuertos de San Antonio de los Baños, Ciudad Libertad y Antonio Maceo de Santiago de Cuba.
Ese artero ataque era el preludio de la posterior invasión que sobrevendría en la Ciénaga de Zapata, armada, financiada y organizada por la Agencia Central de Inteligencia, CIA de Estados Unidos.
La aviación mercenaria pretendía desactivar los pocos aviones de nuestra fuerza aérea que se encontraban operativos, cosa que no lograron, pues estrategicamente varias de esas naves habían sido dislocadas en otras posiciones.
No obstante el fuego enemigo causó varias víctimas entre nuestros heróicos defensores, pero paralelamente pusieron en pié de guerra a cientos de miles de combatientes dispuestos a defender la Revolución Socialista.
Han pasado 53 años, pero año tras año recordamos aquella épica acción que provocó la primera gran derrota militar del imperialismo norteamericano en América Latina.
Pocos días después el propio Presidente Keneddy tendría que reconocer ante la opinión pública de su propio país y el mundo entero, su total responsabilidad en aquellos hechos.
Ello demuestra una vez más, el carácter agresor, e injerencista del gobierno de Estados Unidos que se ha venido repitiendo en el transcurso de todos estos años, con sus acciones vandálicas en otros países.
Pero Girón demostró que cuando los pueblos se unen en defensa de su soberanía y libertad, no habrá fuerza, por muy poderosa que sea, de ser capaz de sojuzgarlos y someterlos..
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