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sábado, 28 de diciembre de 2013
Los mejores intereses de Estados Unidos respecto a Cuba se sirven con que ambos países puedan tener una relación normal
Nota de José Miguel: Por su importancia traigo a mi blog la entrevista realizada por Edmundo García al Embajador José Ramón Cabañas, Jefe de la Oficina de Intereses de Cuba en Estados Unidos.
Tomado de Cubadebate
EDMUNDO GARCIA: Bienvenidos a La Tarde se Mueve. Como había anunciado el pasado lunes, tenemos de forma exclusiva al Embajador José Ramón Cabañas, Jefe de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington DC. Gracias Embajador por acceder a conversar con nuestro programa.
JOSE RAMON CABAÑAS: Gracias a ti Edmundo. Un saludo para tu audiencia y mucho gusto poder conversar contigo.
EG: Embajador, en noviembre Usted acaba de cumplir su primer año al frente de la Oficina de Cuba en Washington DC y me gustaría pedirle un saldo sobre este periodo de trabajo, después de haber sucedido al Embajador Jorge Bolaños.
JRC: Ha sido un año de mucho trabajo, en continuidad con la labor realizada por el Embajador Bolaños y compañeros que me han antecedido. Creo que ha sido un año en que fundamentalmente la verdad sobre Cuba ha sido más conocida en los medios, hemos tenido la posibilidad de intercambiar no solo con oficiales del gobierno norteamericano sino también con miembros de la sociedad civil de los Estados Unidos; miembros de distintas organizaciones, de instituciones no gubernamentales, en Universidades, etc., y hemos palpado de manera directa el interés de esas instituciones y esas personas por tener otro tipo de relación con Cuba.
EG: ¿Puede decirnos algo sobre su experiencia anterior en las relaciones con Estados Unidos?
JRC: Desde el año 1985 he estado viajando con periodicidad a los Estados Unidos. Llevo 30 años en el servicio exterior cubano. Algunos amigos comunes y miembros de tu audiencia recordarán nuestra responsabilidad al frente de la dirección de asuntos consulares de cubanos residentes en el exterior, que tuvo que ver también con la organización de las Conferencias sobre la Nación y la Emigración, razones que me trajeron en numerosas oportunidades a los Estados Unidos.
EG: ¿Nota usted diferencia en las reuniones con los grupos que se ha reunido recientemente con las reuniones de épocas anteriores?
JRC: Sí, indudablemente. Yo creo que a medida que pasa el tiempo, que cambia el mundo y se muestra la madurez del proceso cubano, siempre las nuevas generaciones traen un pensamiento fresco. La manera en que hemos sido recibidos ha progresado, tanto por las nuevas generaciones de ciudadanos estadounidenses como de ciudadanos cubanos que viven en los Estados Unidos, que ven los temas de una manera distinta. Cuba es un país que crece, un país que se reafirma; todos hemos luchado por llevar nuestro patronímico con decoro; y hemos encontrado más interés y receptividad por qué hace Cuba y cómo lo hace.
EG: Si usted tuviese que hacer un esfuerzo de memoria y recordar según su experiencia cuáles fueron las épocas de mayor hostilidad, a qué épocas usted se referiría.
JRC: Yo me referiría a los momentos en que algunos creyeron que el proyecto cubano llegaba a su fin. Obviamente, hubo un momento de gran hostilidad inmediatamente después del triunfo de la Revolución Cubana, y este momento sería comparable con el inicio de los años ’90, después de la desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista, en que algunas personas consideraron que nuestro proyecto estaba condenado al fracaso y en ese momento fue muy grande el nivel de hostilidad. Recordemos que en esa época se aprobaron aquí en Estados Unidos proyectos de ley, que precisamente buscaban asfixiar a la Revolución Cubana y evidentemente no lo lograron.
EG: Esta pregunta que le voy a hacer no es para mí ni para buena parte de mi audiencia, pero hay oyentes y lectores que no son cubanos y se siguen preguntando cómo es que Cuba pudo sobrevivir al colapso de la Unión Soviética.
JRC: Bueno, esa respuesta la dio Fidel Castro hace mucho tiempo diciendo que sobrevivimos por nuestra cultura; que es lo que está en la base de todos nosotros. Los cubanos sabemos quiénes somos y lo que queremos, y básicamente nuestro país resistió porque los 11 millones de cubanos vivieron como un solo individuo, con igualdad, los límites que enfrentamos en esos años, y tuvimos la voluntad, también como un solo individuo, de salir adelante. Muchos economistas han tratado de analizar ese fenómeno desde lo que les enseñaron en las Universidades, desde las estadísticas, y realmente ha habido pocos procesos sociales como el nuestro, enfrentando tantas dificultades y siendo capaces de salir adelante.
EG: Quienes hemos mantenido una actitud frontal contra el embargo y la injerencia de Estados Unidos en Cuba, hemos enfocado la acción del lobby de la extrema derecha cubanoamericana en Washington DC y sus representantes federales como un factor en que ese proceso intervencionista se lleve a cabo. Sin embargo recientemente, y sé que usted está al tanto, Ramón Sánchez-Parodi quien fue el primer Jefe que tuvo la Sección de Intereses de Cuba en Estados Unidos, dijo en una entrevista que la política norteamericana hacia Cuba obedecía a una razón de Estado y que este lobby y esos legisladores cubanoamericanos no eran más que simples instrumentos manejados por el gran poder del establishment norteamericano. Incluso hasta descalificó la labor anticubana de Ileana Ros-Lehtinen cuando llegó a ser jefadel Comité de Relaciones Exteriores del Congreso.
JRC: Bueno Edmundo yo coincido plenamente con lo que reflejó Ramón en su entrevista, con profundas ideas y un conocimiento pleno de la materia. Si recordamos bien, una política dirigida a que Cuba no exista como nación es muy anterior a esas personas que tú mencionas y esos grupos. El proyecto de que Cuba no existiera como nación es anterior a la Revolución Cubana. Estas personas, como sucede hoy, han sido beneficiarios de proyectos, algunos aprobados en el Congreso de los Estados Unidos, sencillamente implementados por las agencias del gobierno, y como planteaba Ramón que ponía algunos ejemplos, en los momentos en que Estados Unidos ha decidido asumir una postura respecto a Cuba en uno u otro sentido, la opinión de estos individuos y organizaciones ha sido irrelevante. Y así será en el futuro.
EG: Yo creo, y me gustaría saber su opinión sobre esto, que el día que a los Estados Unidos , al gobierno, al poder, le interese realmente un cambio de política hacia Cuba, estos sectores que financian desde Miami la actividad de los lobbies anticubanos en Washington DC serían anulados por el establishment. ¿Estoy en lo correcto?
JRC: Edmundo creo firmemente que esas personas y esos grupos, que cada vez son menores y menos significativos, son marginales para una decisión de política exterior. Ha habido mucha leyenda en relación con el significado, primero, del voto cubano en Estados Unidos, que como vemos ha cambiado y continuará cambiando.
Si se toman las cifras históricas hay una tendencia, y una tendencia en estadística surge a partir del momento en que al hay al menos tres cifras que demuestran una dirección de intención. Eso es claramente así en el caso del voto cubano. Pero digo que ha habido varias leyendas en lo que se ha dicho del significado de los grupos más extremistas y su papel en función de mover la votación entre uno y otro partido. Si se revisan las estadísticas, en las últimas elecciones presidenciales, las tres zonas de la Florida donde más cubanos viven, estamos hablando de Miami Dade County, Broward County y Monroe County, siempre los resultados han ido al Partido Demócrata. Son zonas donde el Partido Demócrata tiene una presencia histórica, y con resultados.
Y no por la actuación de ninguna de estas personas y grupos, se ha movido la votación en esas regiones a favor del Partido contrincante. Tendríamos que analizar además cuál es el peso del voto cubano hoy, cuál fue anteriormente, en términos generales dentro del voto hispano en los Estados Unidos, y particularmente en la Florida. Irremediablemente ahí hay una tendencia que es mucho más clara en los cubanos residentes en la Florida por debajo de 35 años y eso no cambiará, seguirá mostrándose así.
Ya es hoy, pero los cubanos se asemejarán más en el futuro a lo que es una emigración económica, como sucede en otros países, y las aspiraciones e intereses se parecerán mucho a los grupos de personas que arriban a los Estados Unidos desde otros países, básicamente desde América Latina.
EG: A mí siempre me llamó la atención que en la época de la Guerra Fría, los sectores exiliados de Europa del Este que tenían un diferendo político con sus países o sus gobiernos, se opusieron a pesar de eso a iniciativas de Estados Unidos de ponerles un embargo. Es el caso, por ejemplo, de los polacos en Estados Unidos, que nunca aceptaron eso. Recuerdo una frase que encontré: “Con el jamón polaco no se juega”; porque parece que era un rubro importante de exportación. Ahora, ¿por qué en el caso cubano, a diferencia de otros, se comienza con cierto odio político al gobierno, y deriva a la crueldad de hacerle daño al pueblo y a la nación? ¿Usted tiene alguna explicación para eso? ¿Se lo ha preguntado usted?
JRC: Bueno Edmundo, desde la historia, el primer factor sería el papel subordinado y dependiente de la burguesía cubana prerrevolucionaria respecto a los Estados Unidos. Hay que ver cómo inmediatamente después del triunfo de la Revolución Cubana una buena parte de ese sector social emigró, y prácticamente entendió que desde Estados Unidos le resolverían sus problemas. Si comparamos esa situación con procesos revolucionarios sucedidos en otras partes del mundo, la burguesía local menos dependiente de una potencia extranjera permaneció en el lugar donde consideró que debía defender de alguna manera sus intereses. Esencialmente no fue así en el caso cubano; donde una parte de una burguesía emigró, y pretendió que desde aquí en Estados Unidos se resolvieran sus problemas en Cuba. Esto de alguna manera arrojó una mala luz sobre grupos posteriores; personas que nunca pertenecieron a la burguesía cubana, ni tuvieron las propiedades que tuvo la burguesía cubana, asumieron un discurso similar. Yo recientemente he tenido la oportunidad y la experiencia de intercambiar con cubanos residentes en muchos lugares del mundo y varios lugares de aquí en los Estados Unidos, que algunos irreflexivamente asumen una actitud crítica sobre temas específicos en Cuba, y les he explicado el daño que se hacen a sí mismos, porque los terceros nos ven a todos como cubanos, y algunos no entienden el daño que por problemas políticos están dispuestos a hacerles a su propio país. Y somos cubanos todos por Cuba, porque Cuba está ahí y porque Cuba lucha.
Yo llamaría a aquellas personas que no tienen una posición ideológica, ni tienen una explicación para esa posición ideológica contra su país, contra sus connacionales, realmente a revalorar las impresiones que tienen con una carga de odio que es injustificable totalmente.
EG: Volviendo al mismo punto, ¿cree usted que la burguesía y la oligarquía cubana que le toca encontrarse con una revolución triunfante hace 55 años se traiciona a sí misma como clase? Porque en Nicaragua se quedaron. En Venezuela hemos visto que quedan. O sea, la burguesía cubana se traiciona como clase porque cree que el problema se lo van a resolver los norteamericanos.
JRC: Definitivamente Edmundo. Eso es algo que empezó a suceder, yo diría que a escasas horas del triunfo de la Revolución Cubana, y lo asumieron al cabo de unos meses.
Es una burguesía nacional que se deslegitimó; que estaba totalmente desconectada de la realidad social del país, de las necesidades de la mayoría de los cubanos, y que con ese rol histórico marcó la condena de sus posiciones de cara al futuro. La historia no se puede reescribir; fue así, sucedió así; y definitivamente tiene un impacto sobre hechos posteriores, sobre hechos actuales.
EG: Usted mencionaba el comportamiento del electorado de origen cubano o cubanoamericano, con respecto a favorecer al Partido Demócrata en los principales condados del sur de la Florida, Monroe, Miami Dade y Broward. Volviendo ahora a la entrevista de Sánchez-Parodi, él hace un análisis de que el bloqueo no caería de una vez, sino que sería mediante un desmontaje parcial, y recordaba la carta que el entonces Secretario de Estado Henry Kissinger enviara al Comandante en Jefe Fidel Castro refiriendo conversaciones secretas entre Cuba y Estados Unidos, donde una administración Republicana, presidida nada menos que por Richard Nixon (que en mi opinión, con todas las objeciones que le puedan hacer, creo que en política exterior fue el más hábil de los presidentes norteamericanos); pues comentaba Sánchez-Parodi que no había que fijarse en si eran Republicanos o Demócratas, porque en esta materia se puede avanzar también con el Partido Republicano. Digo esto porque tampoco parece que se va resolver con el gobierno Demócrata de Obama.
JRC: Bueno, Ramón antes que todo tuvo una experiencia muy directa, muy singular, con un momento único en las relaciones bilaterales, con la apertura de las secciones de intereses, él fue un protagonista y vivió directamente los hechos que narra. Todos sabemos cómo se ha formado el bloqueo, es una red interminable de regulaciones anticubanas, todos podemos imaginar de una manera u otra que podrá ser desmantelado, hasta el momento parece que estas regulaciones o algunas otras decisiones serían cambiadas puntualmente.
Es difícil de manera definitiva hacer un pronóstico de cuándo eso podrá suceder, y yo coincido plenamente con Ramón en el sentido de que no debe haber una apuesta por un partido u otro; eso sucederá cuando quien esté en el poder tome la decisión en relación con los mejores intereses de Estados Unidos. Los mejores intereses de Estados Unidos respecto a Cuba se sirven con que ambos países puedan tener una relación normal, de cooperación bilateral en temas puntuales que son de mutuo interés. Como decía nuestro Presidente Raúl Castro en días reciente, el sábado 21 de diciembre clausurando el II Periodo se Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional, en discurso que fue transmitido por tu programa, es previsible que entre Estados Unidos y Cuba haya diferencias entre muchos temas durante mucho tiempo. Venimos de historias distintas, de experiencias distintas, y por lo tanto es previsible que eso pueda suceder. Pero la política de bloqueo que es claramente una política equivocada, una política que no ha traído ningún beneficio tangible para los Estados Unidos, cambiará cuando se tome una decisión de responder a los intereses de Estados Unidos como país. Por cierto, referente a las encuestas que se han hecho aquí a cualquier grupo de ciudadanos; llámese ciudadanos estadounidenses, ciudadanos de origen cubano, ciudadanos de otras nacionalidades, hace muchos años que absolutamente todas las encuestas dicen que esa política se debe cambiar y que por lo tanto cuando un gobierno de un partido u otro decida responder a los intereses legítimos de su población, y yo diría a los intereses más estratégicos del país, la política cambiará.
EG: Esto que viene lo digo yo; no lo dice el Embajador. Simplemente voy a formular el punto. Entre las mentiras que nos ha dicho el Presidente Obama, tenemos que al principio de su administración dijo en Puerto España que estaba dispuesto a sentarse a conversar con cualquier país con el cual tuviera diferencias. De hecho, lo está haciendo con Irán, y lo estaba haciendo secretamente con considerable anterioridad a que se declarara públicamente; y también ha hecho acercamientos con Corea del Norte. Ninguno de estos países tiene similitud cultural ni filosófica con Cuba, más allá del concepto de soberanía. En su opinión, por qué la postergación, después de tantas invitaciones de Cuba, que la única condición que pone es la de cualquier país que respete su soberanía, que es que las conversaciones tienen que ser de igual a igual. ¿Por qué con Cuba no y con otros países con que tiene diferendos mayores sí? ¿Por qué siempre corren más la cerca? ¿A qué cree usted que se debe esta negatividad respecto a Cuba?
JRC: Bueno Edmundo, la pregunta está buena para hacérsela a los funcionarios norteamericanos.
EG: Es cierto, es cierto.
JRC: Por lo menos en política exterior no debemos comparar situaciones entre otros estados; no solo porque sea el caso de Cuba, sino porque realmente no funciona. Hay una singularidad muy clara en las relaciones bilaterales; incluso con otros países. Es difícil hacer una comparación, son países distintos, de características distintas. La pregunta que tú te hacers es la pregunta que se hacen muchos cubanos hoy; desde Cuba y desde otros lugares del mundo. Y que se han hecho muchos cubanos antes. Si es tan difícil para Estados Unidos con la administración que sea, sentarse a hablar de igual a igual con un país mucho más pequeño, pero muy fuerte en cuanto a nacionalidad, con mucho apego al decoro, a la igualdad entre estados; muchos se preguntan si es tan difícil que esa conversación tenga lugar, pero definitivamente no te puedo responder yo, serían otros los que deberían hacerlo. Ahora cuando tú tienes que cuando las condiciones cambien, hay una frase del Congresista Charles Rangel que me gusta repetir con frecuencia, que hace mucho tiempo, en los años 90, describiendo la política de Estados Unidos hacia Cuba, decía que la situación con Cuba se parecía la situación que habían tenido las comunidades negras en los Estados Unidos; que al negro durante muchos años se le exigió un resultado para la igualdad, y en algún momento en tono de broma Rangel decía que a los ciudadanos negros en Estados Unidos se les peguntaba incluso cuántas burbujas habían en un jabón; es decir, que siempre había una condición más para que las comunidades negras gozaran de sus plenos derechos.
Y decía que en el caso de Cuba, cada vez que asumía una actitud, se le exigía una nueva condición, y se notaba que la portería (en términos futbolísticos) se movía. O sea, se le hacía más difícil a Cuba poder anotar un gol. Y él llegaba a la conclusión que en algún momento para Cuba no solo se movía la portería sino que a veces ni siquiera existía la portería donde Cuba podía anotarse el gol. Como tú planteabas Cuba ha dado un grupo de cambios, habrá otros que vendrán, producto de una decisión nacional porque es de interés de la población cubana y es de interés del gobierno cubano que así sea; pero todas estas cosas que han cambiado estaban entre las supuestas exigencias que se nos hacía.
Bueno, algunas de esas noticias no se han registrado, y si uno ve en la historia lo que ha sido exigencia hacia Cuba para un cambio en la relación bilateral, primero, está el hecho de la revolución en sí misma, estaba la relación con la entonces Unión Soviética y el campo socialista, hoy inexistentes; el apoyo de Cuba a los movimientos de liberación nacional en diversas partes del mundo, la presencia específica de Cuba en Angola… Hay una gran lista.
Algún día se publicará la lista de los argumentos, hay una extensísima lista que ha ido cambiando en la misma medida que ha cambiado la historia y ha cambiado Cuba.
EG: Pero a veces es difícil tratarse de explicar cómo un gobierno, un presidente, un gabinete, puede actuar contra los propios intereses supranacionales de su país. Y lo explico. Yo creo que dentro de las agencias norteamericanas, me refiero al propio Departamento de Estado, a la CIA, al FBI, a la misma Agencia Nacional de Seguridad, etc., en estas agencias tienen que haber personas patriotas, inteligentes, que saben y entienden perfectamente que solamente el gobierno revolucionario de Cuba, bajo la dirección de Fidel, de Raúl o de las futuras generaciones, solamente un gobierno con la estructura, la organización y la seriedad del gobierno cubano puede ser una garantía para el gobierno de los Estados Unidos; porque cualquier gobierno como los que existen en otros países, o como los que existieron antes, convertirían a Cuba por su posición geográfica en una especie de “drogaducto”, ya que sería muy difícil a un gobierno irresponsable detener el tráfico de drogas hacia Estados Unido; impedir que se utilice a Cuba como base para el terrorismo. O sea, el gobierno revolucionario cubano es una garantía para Estados Unidos desde los temas medio ambientales, hasta los temas de tráfico humano, la droga, el terrorismo, etc. Esos son intereses supranacionales para este país que los puede proteger con el gobierno revolucionario cubano. Estos temas en manos de gobiernos pantallas en el área, se convertirían en un dolor de cabeza para Estados Unidos.
JRC: Mucha gente inteligente en este país, y con responsabilidad, lo sabe. Hace tiempo pasamos la etapa de los argumentos; los argumentos están, y están a favor de los que pensamos que una relación distinta entre ambos países puede existir. Hay gente con responsabilidades de gobierno, otra no, pero igualmente piensan en esa dirección.
Acaba de tener lugar en Cuba un evento en el Centro de Investigaciones de Política Internacional, quizás uno de los sucesos académicos más importantes del año, donde se reunieron los académicos más destacados en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, y asistieron muchos investigadores estadounidenses que llevan años estudiando sobre el tema, se hacen las mismas preguntas que tú te haces y que nos hacemos todos, y una de las conclusiones más claras es que los argumentos están ahí, son tangibles, y de lo que estamos hablando es de cuándo se toma una decisión política, y en función de qué, y cómo se ejecutará esa decisión política.
Como dijo nuestro Presidente en la Asamblea, nosotros también tenemos claros los argumentos, entendemos lo que pudiera suceder a la relación bilateral, tenemos buena disposición, pero igualmente estamos dispuestos a vivir otros 55 años en una situación similar a la que hemos vivido en estos 55 años después del triunfo de la Revolución Cubana.
EG: ¿Usted cree que en estos tres años que quedan a la administración Obama habrá un mayor avance en esas relaciones? Relaciones de las que Estados Unidos es el que está hablando; Cuba siempre ha mantenido una posición discreta y de la mayoría de las cosas que nos enteramos, o todas, son por filtraciones que se producen desde la parte norteamericana. Yo particularmente nunca me he enterado de nada por la parte cubana, quiere decir que se cumplen las reglas de la diplomacia discreta, por debajo del radar. ¿Usted cree que se podrán conseguir cosas en estos tres años o las relaciones van a quedarse en el lugar donde están?
JRC: Nosotros creemos firmemente que el futuro no se predice: el futuro se construye. Y hemos hecho muchos intentos de construir una relación bilateral, si se impone el sentido común y la racionalidad habrá avances, si se impone una política de hacer concesiones inexplicables a grupos políticos específicos dentro de los Estados Unidos, no habría posibilidad… Nosotros en lugar de hacer apuestas, lo que hacemos son planteamientos directos, hacemos propuestas, y existe la posibilidad real de poder avanzar definitivamente.
EG: Señor Embajador, ¿usted tiene cuenta en twitter?
JRC: Tenemos una cuenta institucional como Sección de Intereses en twitter, y tenemos unos cuantos seguidores ya.
EG: Pero usted no es un twittero.
JRC: No, porque al twitter serio hay dedicarle mucho tiempo. Lo entendemos, aunque somos de una generación de “inmigrantes digitales”, no somos “nativos digitales”, estamos al tanto de lo que ofrecen los medios alternativos, y acá tenemos dos cuentas institucionales, una es “Sección Cuba” y la otra es “Cónsul Cuba”, donde damos información sobre estos temas que hemos conversado y otros temas de actualidad nacional; y sí te puedo decir que aunque no es una cuenta que manejamos de manera perfecta ni mucho menos, tenemos ya algunos seguidores.
EG: No se preocupe que Obama tampoco la maneja perfectamente. Le decía porque yo escribí un twitt que dice: “Dentro de unos días la Revolución Cubana cumplirá 55 años con Fidel y con Raúl”; y escribí después que “Ha sobrevivido a once administraciones norteamericanas y a seis Papa”, que se supone que son vitalicios. Y al final terminé: “Es buen record”. Ha sido realmente tensa la prueba.
JRC: Efectivamente… Contra pocos proyectos se han tejido tantos planes y se ha dedicado tantos recursos. Creo que mucha gente al cabo de 55 años deben llegar a la conclusión de que se puso varios plazos en su vida calculando el fin de la Revolución Cubana; es mucho más que una obra consumada. Con 55 años ya una persona es adulta, es lo mismo que sucede en el caso de la Revolución Cubana, es un proyecto maduro, adulto, que aprende de sus éxitos y aprende de sus errores, y que proyecta definitivamente una posibilidad de vida para muchos años hacia el futuro. Esa es una situación real, hemos sobrevivido no solo los 11 presidentes, sino a 11 administraciones, algunas de ellas muy activas en tratar de hacer desaparecer a la Revolución, y en el caso de los Papa, como tú decías, sobrevivió a seis y recibió a dos en Cuba, creo que también este es un hecho importante.
EG: Señor Embajador, me gustaría entrar en algunos temas que tienen que ver con la relación consular, sobre la situación de ciudadanos cubanos emigrados en Estados Unidos y la misión cubana en Washington DC, y algunas situaciones que han ocurrido en los últimos meses. Pero antes me gustaría hacerle una pregunta: ¿Existe solidaridad con la misión de Cuba en Washington por parte de las representaciones diplomáticas en otros países? Yo sé que en las Naciones Unidas hay solidaridad de misiones acreditadas en Nueva York, pero, ¿existe solidaridad por misiones diplomáticas asentadas en la capital norteamericana?
JRC: Existe una relación de trabajo, que yo te diría que es tan normal como la que existe en cualquier otra capital. Una misión cubana donde quiera que esté, se beneficia de las relaciones bilaterales que nosotros tenemos y desarrollamos con muchos países. Actualmente Cuba ejerce la presidencia de la CELAC, la nueva Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe; nosotros por ejemplo en Washington DC tenemos un grupo latinoamericano muy activo; tenemos intercambio con misiones de otros lugares del mundo con la misma intensidad yo te diría que en otras capitales o en la propia ciudad de La Habana.
EG: Ha habido un gran avance respecto a los viajes de cubanoamericanos, o cubanos residentes en los Estados Unidos a Cuba, y ha habido un entendimiento mayor, excepto por los que no quieren entendimiento, entre la misión consular cubana y los cubanos residentes en Estados Unidos. ¿Usted coincide con esta apreciación? ¿Cómo ve la posibilidad de que eso siga creciendo y de que en algún momento los cubanos que viven en Estados Unidos, que aman a su patria, se sientan representados consularmente como un cubano en México o como un cubano en España?
JRC: Yo te diría que la mayoría de los cubanos aquí en Estados Unidos sienten esa representación en nuestro consulado, porque aunque en condiciones limitadas, ofrece servicio constantemente a la inmensa mayoría de los residentes acá que se interesan por tener su documentación actualizada, por viajar a Cuba, etc. Primero, el servicio consular es una obligación de cualquier estado hacia sus ciudadanos; a lo largo de los años esta posibilidad se ha ido desarrollando, creo que habría que mencionar que este ha sido el primer año de aplicación de la nueva política migratoria cubana, que es claramente exitosa, un tema que fue tratado en programas anteriores; si nos guiamos por las cifras es evidente el movimiento humano entre cubanos residentes en los Estados Unidos y su país de origen, y para que este movimiento humano suceda hay detrás una actividad consular tremendamente compleja. Estamos habituados a los servicio más tradicionales, como es el proveer un documento de viaje, un pasaporte, hacer un certificado de registro civil; pero con mucha frecuencia nuestros cónsules tienen que trabajar tarde y noche, y fines de semana, para la atención de casos humanitarios, menores desamparados, de personas adultas desamparadas, de localización de paraderos; o sea, la actividad consular es bastante compleja, y ha habido una relación creciente de los grupos de cubanos residentes en Estados Unidos con nuestro consulado en función de este tipo de servicio. Nosotros revisamos las medidas que se han ido tomando a lo largo del tiempo, el año próximo marcará el 20 aniversario de la primera Conferencia de la Nación y la Emigración que es un momento en que se retoma una política que había comenzado mucho antes; han pasado 20 años, si uno mira en perspectiva las medidas que ha decidido tomar el gobierno cubano en función de los cubanos que residen fuera del país, puede notar claramente la dinámica y la manera en que estas medidas se han ido proyectando.
Primero han sido consecuentes, hay que decir que nunca ha habido un paso atrás en esta política de normalizar las relaciones consulares de Cuba con su emigración. Es una política que se expande, es una política coherente, que tiene objetivos estratégicos; así es hoy y así será en el futuro.
EG: Déjeme preguntarle: ¿Ve usted muy lejos la posibilidad de un consulado cubano en Miami, para trámites administrativos, consulares? Esto es algo que Miami lo pide a gritos. ¿Usted ve lejana la fecha de un consulado radicado aquí?
JRC: Este un tema que va a depender de lo que suceda en la relación bilateral entre Cuba y los Estados Unidos. Quizás las personas que más edad tengan, o los que les gusta investigar en la historia, sabrán que justo al inicio de la Revolución Cubana, y justo en el momento en que Estados Unidos decidió romper las relaciones bilaterales con Cuba, existían en Estados Unidos 20 consulados cubanos y 5 consulados honorarios; en un momento en que la población cubana era de poco más de 5 millones de habitantes y en Estados Unidos vivían alrededor de 150 mil cubanos. Hoy las cifras son totalmente distintas, y todo el servicio nosotros lo damos desde una sola oficina, tal y como hace la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, que da servicios consulares solo en La Habana; este será un tema que en algún momento futuro, más cercano o más lejano, tendrán que discutir las autoridades de ambos países, y te digo que un cambio en ese punto vendrá de una discusión bilateral futura, que no ha tenido lugar.
EG: Embajador, si usted quiere no me tiene que responder esta pregunta por discreción, ¿es cierto que hay una gran cifra de cubanos que le están pidiendo a la Oficina de Cuba en Washington DC la posibilidad de repatriarse, para volver a residir en Cuba de forma legal?
JRC: La posibilidad de repatriación siempre ha sido interés de una cantidad de cubanos, residentes no solo en Estados Unidos, sino en general fuera de Cuba. Por diversas razones que no viene al caso analizar; razones muy personales, familiares, etc. Nosotros hemos hecho más posible que esto suceda, y yo no caracterizaría el número pero diría que sí, que hay una cantidad de personas interesadas en que esto suceda y de hecho, en este ultimo año, ya han sucedido una buena cantidad de casos.
EG: Generó un gran nerviosismo en Miami cuando el consulado cubano informó que no podía seguir, con excepción de casos humanitarios, dando atención consular producto de que el banco M&T le decía que terminaba de ofrecer sus servicios. Temporalmente se ha resuelto hasta el 17 de febrero, ¿qué está pasando o qué va a pasar más allá del 17 de febrero?
JRC: Bueno, qué está pasando, que estamos dando los mismos servicios que dábamos antes de la divulgación de nuestra nota; qué puede suceder después, esperemos todos que esos servicios se mantengan.
Todos los que tenemos una responsabilidad en esto estamos enfrascados en buscar una solución, y hacemos todo lo posible, por lo menos lo que tiene que ver con la Sección de Intereses, estamos haciendo todo lo posible para que podamos extender los servicios más allá del 17 de febrero, lógicamente si las condiciones están creadas.
EG: ¿Y usted ve receptividad por parte del Departamento de Estado al menos en este asunto?
JRC: Hemos trabajado conjuntamente en eso.
EG: ¿Hay por qué preocuparse, hay por qué alarmarse, o hay que dejar que los días pasen que al final todo se va a resolver?
JRC: Bueno, yo te diría que en la medida en que trabajemos en una solución, hay posibilidades de que aparezca una solución. No me parecería responsable, desde mi perspectiva, dar a entender que alguien debe estar preocupado, pero también debemos ser realistas y saber que las situaciones que nos han llevado a este punto todavía están presentes.
Seguimos trabajando, nosotros nunca seríamos alarmistas en crear una duda en las personas que nos escuchan; pero hay que seguir trabajando para encontrar una solución.
EG: Hay quienes predicen, refiriendo incluso “el entorno de oficinas congresionales”, que en el 2014 Estados Unidos no podrá seguir manteniendo a Cuba en esa lista infame donde nunca debió estar, que es la lista de países que promueven el terrorismo, ¿usted cómo lo ve?
JRC: Bueno, a nosotros alguien nos ha puesto en la lista, nosotros nunca hemos estado en la lista. Los argumentos para estar en la lista nunca fueron válidos; si uno revisa, y hay que volver a la historia, por qué Cuba fue incluida en esa lista en el año 1982, los argumentos en aquella época eran el apoyo cubano al Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua, que está en el gobierno, constituye hoy el gobierno del hermano país; el apoyo de Cuba al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador, que como todos saben constituye gobierno, o sea, parece que estamos en la lista por hacer las cosas correctas. Todo el mundo sabe que es una decisión política, que tal y como sucede en otros temas de la agenda bilateral, Cuba no estará en la lista cuando se tome la decisión política de que Cuba no esté en lista, que por cierto va en beneficio también de los intereses de Estados Unidos como nación. Cuando esa decisión política se tome, así se hará. Es evidente que los argumentos no existieron nunca, y no existen hoy.
EG: ¿Y usted qué cree que podría pasar en el 2014?
JRC: No sería responsable hacer pronósticos de esa manera. Repito, la decisión está en función de que haya una decisión de que así sea; asumiendo las consecuencias que puedan existir.
EG: ¿El nombre Abelardo Arteaga le dice algo Embajador?
JRC: Si me das más datos…
EG: Bueno, me he encontrado un artículo de un anciano…
JRC: Ah, el señor de Tampa…
EG: Sí, el señor de Ybor City que ha dedicado su vida a defender a Cuba en todas las épocas, en todos los momentos; nace aquí, viene de una tradición de tabaqueros, él es segunda generación, incluso la misión cubana le entregó, como no nació en Cuba, un pasaporte honorario para que viaje a la isla sin problema.
Realmente me conmovió la historia de Abelardo Arteaga en su defensa a Cuba, y es que yo creo Embajador que el destino legítimo de la emigración cubana es el destino de aquellos que como Abelardo Arteaga, sus padres fueron en una ocasión el primer escudo de la defensa de los intereses de la nación en los Estados Unidos.
JRC: No he tenido la oportunidad de conocer a la persona que tú mencionas, pero sería un error pensar que la gran mayoría de los cubanos que viven en los Estados Unidos tiene una posición contraria a Cuba, contraria a la Revolución Cubana, no es el caso.
También es un error pensar que la emigración cubana comienza con el triunfo de la Revolución Cubana, tampoco es el caso. O sea hay una presencia prerrevolucionaria, muy anterior, de familias procedentes de Cuba residentes en Estados Unidos, que siempre han tenido una relación normal con su país, mucho antes de que se dieran por nuestra parte estos pasos para una relación de respeto, una relación de intercambio.
A veces algunos medios aquí en Estados Unidos describen de una manera torcida la relación de la emigración cubana con su país como si no existiera ningún intercambio, como si nunca se viajara; yo creo que entre las cosas que tú me preguntabas antes que han cambiado, las cifras son suficientemente elocuentes y hablan por sí solas: estamos hablando de entre 300 mil y 400 mil cubanos que viajan a su país de origen anualmente; es una cantidad significativa para cualquier grupo humano.
Que van a Cuba además por distintos periodos de tiempo, unos más cortos y otros mucho más largos, y que visitan prácticamente cualquier lugar del país. Encima de eso estamos hablando de una cantidad significativa de personas que bajo la nueva política migratoria visitan los Estados Unidos y están también distintos rangos de tiempo y regresan a su país de origen.
Hoy la mayoría pretende una relación lo más normal posible con su país. Repito, las cifras lo dicen con claridad, otras conductas lo dicen con total claridad.
Y como esta persona que tú mencionabas hay muchos de distintas generaciones en muchos lugares de los Estados Unidos. Es una realidad que nosotros hemos podido tocar directamente, hemos podido ver, hemos podido conocer.
EG: Este señor tiene 91 años y realmente es una maravilla haber encontrado su historia. Embajador, muy bien, muchas gracias por su tiempo. Finalmente, en la despedida, si quiere enviar una frase reconfortante que nos sirva a todos por igual.
JRC: Edmundo primero un agradecimiento a ti por tu interés y por tu tiempo, por la manera en que explicas a tu audiencia los temas cubanos. Un saludo a la audiencia, estamos hablando en una fecha en que la familia se reúne, en que la familia pasa balance de lo que hizo en el año, en que la familia se comunica con los miembros que están lejos de uno, en este caso en Cuba; en este marco entonces un saludo para tu audiencia, para todos los que escuchan tu programa y que a diario leen tu página a lo largo de todo el mundo, celebremos como familia conjuntamente estos días, estamos ya cercanos al 1ro de enero, un nuevo aniversario de la Revolución Cubana que nosotros como creyentes en ese proceso celebraremos lógicamente, en Cuba y fuera de Cuba. Muchas gracias a ti nuevamente.
EG: Muchísimas gracias a usted Embajador José Ramón Cabañas. Muchas gracias a la audiencia por la atención dispensada, estaremos de regreso mañana viernes aquí. Muy buenas a todos.
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