Dr. Mario valdés Navia *
EL TEATRO SAUTO. PARTE 1. EL PROYECTO
Desde los inicios del siglo XIX Matanzas había contado con escenarios teatrales improvisados en algunas casas o almacenes, después tuvo pequeñas salas teatros, hasta que, en el año 1828, se inauguró el Teatro Principal, en la calle .Allí se presentaron grandes figuras de la época como Adelina Patti, José White, Louis Gottschalk y Fanny Esler, pero la inconformidad de los habitantes de la ciudad exigía de un lugar más confortable para las funciones de teatro.
El florecimiento de la ciudad debido alimponente desarrollo productivo de mediados del siglo XIX, exigía un reordenamiento urbanístico que la embelleciera. Dentro de las prioridades de dicho ordenamiento estuvo La Plaza de la Vigía o de Colón, como oficialmente se le denominaba, ya que su estado por aquel entonces era deprimente. Anegada en épocas de lluvia, polvorienta el resto del año, desnivelada, rodeada de vetustos y deslucidos edificios, salvo las honrosas excepciones del Palacio de Junco, La Aduana y el edificio que hoy acoge a Ediciones Vigía, que antaño fue la morada de Mercedes del Junco, la plaza brindaba un panorama desolador a los cientos de visitantes que desembarcaban por el Muelle Real y que tenían en la Plaza el primer encuentro con la ciudad.
Por tal motivo se ideó un proyecto que incluía el total despeje de la Plaza, el completamiento de su empedrado, la demolición del ya obsoleto Fuerte de San José de la Vigía, y la construcción en su lugar de un parque, el traslado de los almacenes de la Aduana, y la eliminación de la Plaza de Toros, para darle la prestancia necesaria a lo que fue la portada de la ciudad.
Realmente, la idea de construir un teatro que sustituyera al Principal -pequeño y caluroso- estaba en los proyectos de la sacarocracia matancera desde 1848, fecha en la que aparece en el diario “La Aurora” una descripción del anhelado coliseo.
En 1856, el entonces gobernador de la ciudad Pedro Esteban de Arranz, convoca a los principales vecinos para crear una Sociedad Anónima mediante la venta de acciones por un valor de 100 pesos.
La Sociedad llegó a contar con 900 accionistas, lo que demuestra el entusiasmo que generó el proyecto. Para su construcción se creó una Comisión Ejecutiva integrada por Jaime Fonrrodona y Ambrosio de la Concepción Sauto y Noda, quienes tuvieron a su cargo supervisar la calidad de los trabajos que se ejecutarían.
El 17 de octubre de 1858, en la reunión efectuada en la casa del gobernador Pedro Esteban, los miembros de la Junta que tenía a su cargo la ejecución del proyecto para la construcción del futuro Teatro deciden - con un solo voto en contra - que no existe mejor lugar para levantar dicho edificio que no sea la Plaza de la Vigía.
Por lo tanto, la elección del lugar no fue un hecho fortuito o providencial, sino que respondió a una necesidad real y a un consenso mayoritario.
Por ello, al convocar al concurso de planos, se especificaba ya la localización espacial del terreno, sus medidas, sus características topográficas, la orientación que debía tener el inmueble y sus fachadas, datos éstos que sin dudas signaron desde su nacimiento la armónica relación entre la Plaza y el edificio.
Para elegir al constructor de la obra se efectuó, por vez primera en la historia de la arquitectura cubana, un concurso de proyectos, que tras un complicado proceso de selección y recomendaciones realizadas por el prestigioso arquitecto Francisco de Albear y Lara, fue ganado por el arquitecto italiano Daniel Dall´aglio.El proyecto de Dall´Aglio, además de cumplir con los requerimientos de la convocatoria, satisfacía sus propios anhelos de constructor y artista.
El estilo utilizado por el artista recuerda, en numerosos detalles, a la Scala de Milán.
Director de la Biblioteca " Gener y del Monte" Matanzas,.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario