viernes, 2 de agosto de 2013

Estados Unidos permitirá el otorgamiento de visas múltiples a cubanos

Nuevos instrumentos, misma política


DALIA GONZÁLEZ DELGADO


El Departamento de Estado norteamericano permitirá el otorgamiento de visas múltiples válidas por cinco años a cubanos que visiten Estados Unidos por motivos personales.

La medida, que entró en vigor desde este primero de agosto, es solo válida para los permisos de no inmigrantes del tipo B2, o sea, aquellos emitidos a personas que viajan como turistas, para visitar familiares, recibir tratamiento médico, o por otros motivos personales.

Así, es posible extender ese tipo de visas "de seis meses con entrada única, como ocurre ahora, a cinco años con entradas múltiples para los cubanos que cualifiquen", explicó la portavoz del Departamento de Estado Marie Harf, en conferencia de prensa.

Funcionarios de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA) dijeron al Ministerio de Relaciones Exteriores que las visas múltiples por cinco años se concederán caso a caso y siempre a personas que anteriormente hayan viajado a Estados Unidos y regresado.

De igual forma, una información en la página web de la SINA aclara que la nueva medida será aplicable "a discreción de un funcionario consular".

Y es que este cambio no significa que se hayan modificado los requerimientos para la obtención de un visado estadounidense. En una entrevista con Granma publicada en marzo pasado, el Cónsul General de la SINA, Timothy Roche, explicó que sus leyes son muy exigentes para quienes solicitan visa de turistas. "Hay que mostrar que (la persona que va a viajar) tiene lazos fuertes en Cuba, que no se va a quedar en Estados Unidos para trabajar", afirmó.

Sus legislaciones requieren que "los funcionarios consulares asuman que todos los solicitantes de visas temporales son posibles inmigrantes", comentó.

El Cónsul General reconoció que es "bien difícil" para un joven obtener los permisos necesarios para este tipo de viajes. "Muchos van buscando oportunidades económicas fuera del país", mientras "los jubilados mayores de edad tienen los lazos más fuertes aquí, y generalmente regresan a su país".

La regulación que desde este jueves entró en vigor no afectará las visas que permiten viajes de negocios —conocidas como B1—, ni a las combinadas B1/B2, según precisa la web de la SINA.

Asimismo, especifica que "las personas a quienes recientemente se les ha otorgado una visa B2 de una sola entrada no podrán cambiar ni transferir esta visa ya recibida a una visa de múltiples entradas".

Aumentar el tiempo de validez de los visados aligera la carga financiera para los cubanos —que pagan 160 CUC en cada entrevista para solicitar el permiso, aunque no lo obtengan— y la carga burocrática de la Sección de Intereses, que a partir de la actualización de la política migratoria cubana ha recibido gran cantidad de solicitudes de visas temporales.

Según datos ofrecidos por la SINA, si se comparan los primeros seis meses del 2012 con el mismo periodo del 2013, el número de visas temporales concedidas a solicitantes cubanos para viajar a los Estados Unidos aumentó en un 79 %, de 9 369 a 16 mil 767.

La medida es "una decisión pragmática que aligera el trabajo de la Oficina Consular de la Sección de Intereses en La Habana", expresó a este diario el investigador y exdiplomático cubano Carlos Alzugaray, estudioso del conflicto Estados Unidos-Cuba.

A su juicio, esto "amplía algo a lo que se opone la derecha cubano-americana, el incremento de contactos y acercamiento entre todos los cubanos".

"Adicionalmente se puede decir que saca a los cubanos de la situación discriminatoria en que se encontraban pues esta facilidad se otorga a ciudadanos de otros países", opina el experto.

En declaraciones a la prensa los funcionarios del Departamento de Estado norteamericano han dejado claro que esta nueva posibilidad en cuanto al visado no implica un cambio significativo en la política hostil del gobierno de EE.UU. hacia Cuba. Según afirmó la portavoz Harf, la decisión "forma parte de la política general" de EE.UU. de "mejorar las comunicaciones con los cubanos y promover la apertura".

El analista político Ramón Sánchez-Parodi considera que el gobierno norteamericano tomó esta medida porque "práctica y administrativamente le resulta conveniente, teniendo en cuenta que le ahorra gastos, tiempo, recursos financieros y humanos".

"Al mismo tiempo, le resulta favorable desde el punto de vista político, pues va dando la imagen —y solo la imagen— de flexibilización en sus relaciones con Cuba", aseguró el especialista a Granma.

"También es una respuesta a las medidas que Cuba ha tomado en el terreno migratorio y es una fórmula útil para EE.UU. para evitarse ‘complicaciones’ eventuales con la Ley de Ajuste Cubano".

"Por lo demás, no cambia un ápice la política de hostilidad hacia Cuba que sigue siendo la misma. Esta medida no cubre nada de los ‘intercambios pueblo a pueblo’ ni a las medidas de prohibición a los norteamericanos de viajar a Cuba. Sin embargo, no puede calificarse de una medida abiertamente hostil; es conveniente, práctica y políticamente para el gobierno de Estados Unidos, sobre todo en el terreno de las ‘relaciones públicas’", concluyó Sánchez-Parodi.

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