Por: José Miguel Vázquez.
Tienen lugar hoy domingo 29 de noviembre las elecciones en Honduras, después de un período de golpe de estado, gobierno de facto, represión contra el pueblo que incluye crimenes a sus ciudadanos, y todo eso con el apoyo del gobierno del Superdemócrata Barak Obama.
Estas tan llevadas y traidas elecciones en contra de la democracia en ese país centromericano, nada resolverán el problema planteado, pues ya no se trata de que Manuel Zelaya deje de ser presidente definitivamente, sino de que de esta manera se institucionaliza o al menos de trata de hacerlo, un gobierno elegido " artificialmente" por una exigua minoría, y manipulaciones electoreras en contra de la voluntad popular.
Quien sea nuevo presidente allá, de seguro un personero representativo de las clases opulentas y de dinero, tendrá que enfrentarse de ahora en adelante, a un país altamente dividido, cuyas masas desposeidas y populares han profundizado su conciencia revolucionaria, y de seguro continuarán la lucha a través de todos los medios, incluido el armado, para restituir la democracia ahogada y traicionada.
Hoy habrá de seguro un alto por ciento de abstenciones, la resistencia ha llamado a una especie de toque de queda popular, donde los ciudadanos se queden en sus casas y no acudan a votar., aunque al final de cuentas aunque sea como dije por una ínfima minoría, saldrá alguien elegido que responda a los intereses de las clases dominantes y sobre todo que sea del agrado del gobierno de Estados Unidos, quien es el que ha propiciado este estado de cosas en este país.
Se abre, es mi opinión, una nueva etapa de lucha del pueblo Hondureño, que tomará otros matices de ahora en lo adelante. Por ahora ha triunfado la traición y el desgobierno, veremos que sucederá en el el futuro.
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