Por: José Miguel Vázquez
En nuestro país han comenzado los preparativos para dar inicio a la temporada alta en el turismo, y muy especial en el segundo polo más importante, la archifamosa playa de Varadero, a 30 kilómetros al noreste de la ciudad de Matanzas, capital de la provincia del mismo nombre.
En la Playa Azul. Junto a los aprestos turísticos marchan paralelamente los ambientales, y para ello se mejoran las excelentes condiciones de sus playas, y de su fina y apreciada arena, como existen pocas en el mundo.
Se supervisa también la calidad de las aguas de mar, por un grupo de técnicos ambientalistas, lo que asegurará que los visitantes disfruten plenamente de sus bondades.
Otras de las acciones que se desarrollan es la protección de las dunas y la vegetación costera, así como su franja de arenas.
Según estudios de los técnicos, los índices de contaminación en Varadero son muy inferiores a los parámetros internacionales, lo que garantiza una óptima calidad ambiental.
Varadero recibe unas 50 mil personas cada día en el verano, y a pesar de ello su entorno se mantiene limpio y saludable en gran medida por un riguroso programa de educación ambiental vigente en la actualidad.
Para la temporada alta que ya se aproxima, se espera un aluvión de visitantes internacionales, por lo que sus hoteles también se preparan para dar un alojamiento a la altura de las más rigurosas exigencias.
Varadero, con su azul incomparable, sus arenas preciosas, y su mar limpio como hay pocos, une sus facilidades a la bienvenida que los cubanos dan a sus visitantes, que entre otras cosas se caracteriza por su amistad sincera y un ambiente familiar de máxima seguridad.
Es por ello que visitar Varadero, deja una huella indeleble entre sus visitantes y sobre todo el deseo de repetir lo antes posible la visita a este encantador sitio del archipiélago cubano.
En nuestro país han comenzado los preparativos para dar inicio a la temporada alta en el turismo, y muy especial en el segundo polo más importante, la archifamosa playa de Varadero, a 30 kilómetros al noreste de la ciudad de Matanzas, capital de la provincia del mismo nombre.
En la Playa Azul. Junto a los aprestos turísticos marchan paralelamente los ambientales, y para ello se mejoran las excelentes condiciones de sus playas, y de su fina y apreciada arena, como existen pocas en el mundo.
Se supervisa también la calidad de las aguas de mar, por un grupo de técnicos ambientalistas, lo que asegurará que los visitantes disfruten plenamente de sus bondades.
Otras de las acciones que se desarrollan es la protección de las dunas y la vegetación costera, así como su franja de arenas.
Según estudios de los técnicos, los índices de contaminación en Varadero son muy inferiores a los parámetros internacionales, lo que garantiza una óptima calidad ambiental.
Varadero recibe unas 50 mil personas cada día en el verano, y a pesar de ello su entorno se mantiene limpio y saludable en gran medida por un riguroso programa de educación ambiental vigente en la actualidad.
Para la temporada alta que ya se aproxima, se espera un aluvión de visitantes internacionales, por lo que sus hoteles también se preparan para dar un alojamiento a la altura de las más rigurosas exigencias.
Varadero, con su azul incomparable, sus arenas preciosas, y su mar limpio como hay pocos, une sus facilidades a la bienvenida que los cubanos dan a sus visitantes, que entre otras cosas se caracteriza por su amistad sincera y un ambiente familiar de máxima seguridad.
Es por ello que visitar Varadero, deja una huella indeleble entre sus visitantes y sobre todo el deseo de repetir lo antes posible la visita a este encantador sitio del archipiélago cubano.
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