Por: José Miguel Vázquez.
Parafraseando la letra de una vieja canción que todos los cubanos conocemos, con relación al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba--¡El Cuartito esté Igualito ¡---
El lema esgrimido por Obama de “Cambio” para lograr la presidencia de ese país, que luego alcanzó debido a la coyuntura existente allí y que le fue favorable, no se ha cumplido en nada.
“Cambio “, hasta ahora no es más que una fórmula demagógica de las tantas existentes para engañar a la opinión pública norteamericana y al mundo entero y para dejar las cosas como están.
Parafraseando la letra de una vieja canción que todos los cubanos conocemos, con relación al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba--¡El Cuartito esté Igualito ¡---
El lema esgrimido por Obama de “Cambio” para lograr la presidencia de ese país, que luego alcanzó debido a la coyuntura existente allí y que le fue favorable, no se ha cumplido en nada.
“Cambio “, hasta ahora no es más que una fórmula demagógica de las tantas existentes para engañar a la opinión pública norteamericana y al mundo entero y para dejar las cosas como están.
Muchos creíamos que como se trataba de un candidato negro, las cosas iban a ser diferentes., pues nada eso, Barak Obama es de piel negra, pero de pensamiento e ideología blanca.( y no de las más progresistas precisamente). Lo demuestran los hechos posteriores, a su ascensión a la más alta magistratura de Estados Unidos.
No retiró las tropas de Irak, solamente unas cuantas para situarlas en otra guerra estúpida de que la que saldrán muy mal parados: La de Afganistán.
Es decir la misma política que le dejó su antecesor, el tristemente célebre George W. Bush, es la que continúa, sin que se avizore el cese definitivo de estos conflictos, que solo está aportando muertos y más muertos de ambas partes.
Ahora mismo está tratando de proyectar una nueva legislación acerca de la salud dentro de su propio país, y de eso nada, la derecha y las transnacionales de medicamentos, le han declarado la guerra, y con el apoyo de cierto sector congresional le han dicho redondamente que NO.
En cuanto al Golpe de Estado de Honduras, donde fue despojado de la presidencia constitucional Manuel Zelaya, la política de Obama ha sido de NO para algunas cosas y SI para otras, es decir no se ha sumado al concierto internacional de naciones que rechazan al gobierno de facto imperante allí, y con tibias maniobras tratan de ganar tiempo para que concluya el periodo presidencial de Zelaya y surja otro presidente mediante elecciones bajo su tutela, pero ya las organizaciones cívicas de Honduras han dicho que no reconocerán a ningún gobierno que se elija bajo la égida de Micheletti.
Y con Cuba….como dice la canción “El cuartico esté igualito”, es decir nada ha cambiado, sigue el criminal bloqueo contra nuestro pueblo, siguen las millonarias multas contra quienes pretendan violar lo que ellos llaman eufemísticamente “embargo”, y sigue la política de extraterritorialidad a la hora de aplicar sanciones. Sigue adelante la ceguera ante las peticiones mundiales de libertad para nuestros cinco héroes presos por combatir el terrorismo, sigue libre Posada Carriles, siguen las negativas de visas para las esposas de nuestros compañeros presos allá.
Nada, que así de simple lo del gobierno de Obama es la hipocresía personificada, y cuando digo Obama, digo la Clinton que desde el Departamento de Estado aplica con mano y criterio propio esta absurda política contra Cuba.
El futuro es incierto para Barak Obama, de seguir así, va al fracaso ineluctablemente, los hechos nos darán la razón.
El Cambio que preconizó el Presidente negro con alma de blanco en Estados Unidos, fue y resultó pura demagogia.
Pasará entonces a la historia como el hombre que quizá pudiendo cambiar las cosas, no tuvo el valor, (En Cuba lo decimos de otra forma), para hacerse respetar por todos.
No retiró las tropas de Irak, solamente unas cuantas para situarlas en otra guerra estúpida de que la que saldrán muy mal parados: La de Afganistán.
Es decir la misma política que le dejó su antecesor, el tristemente célebre George W. Bush, es la que continúa, sin que se avizore el cese definitivo de estos conflictos, que solo está aportando muertos y más muertos de ambas partes.
Ahora mismo está tratando de proyectar una nueva legislación acerca de la salud dentro de su propio país, y de eso nada, la derecha y las transnacionales de medicamentos, le han declarado la guerra, y con el apoyo de cierto sector congresional le han dicho redondamente que NO.
En cuanto al Golpe de Estado de Honduras, donde fue despojado de la presidencia constitucional Manuel Zelaya, la política de Obama ha sido de NO para algunas cosas y SI para otras, es decir no se ha sumado al concierto internacional de naciones que rechazan al gobierno de facto imperante allí, y con tibias maniobras tratan de ganar tiempo para que concluya el periodo presidencial de Zelaya y surja otro presidente mediante elecciones bajo su tutela, pero ya las organizaciones cívicas de Honduras han dicho que no reconocerán a ningún gobierno que se elija bajo la égida de Micheletti.
Y con Cuba….como dice la canción “El cuartico esté igualito”, es decir nada ha cambiado, sigue el criminal bloqueo contra nuestro pueblo, siguen las millonarias multas contra quienes pretendan violar lo que ellos llaman eufemísticamente “embargo”, y sigue la política de extraterritorialidad a la hora de aplicar sanciones. Sigue adelante la ceguera ante las peticiones mundiales de libertad para nuestros cinco héroes presos por combatir el terrorismo, sigue libre Posada Carriles, siguen las negativas de visas para las esposas de nuestros compañeros presos allá.
Nada, que así de simple lo del gobierno de Obama es la hipocresía personificada, y cuando digo Obama, digo la Clinton que desde el Departamento de Estado aplica con mano y criterio propio esta absurda política contra Cuba.
El futuro es incierto para Barak Obama, de seguir así, va al fracaso ineluctablemente, los hechos nos darán la razón.
El Cambio que preconizó el Presidente negro con alma de blanco en Estados Unidos, fue y resultó pura demagogia.
Pasará entonces a la historia como el hombre que quizá pudiendo cambiar las cosas, no tuvo el valor, (En Cuba lo decimos de otra forma), para hacerse respetar por todos.
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