Por: José Miguel.
Pancho Soriano.
Un día como hoy, pero del año 1874 se jugó Béisbol o pelota como le decimos nosotros los cubanos en el histórico “Palmar de Junco”. Fue ese el primer juego organizado con carácter oficial que se realizaba en el país entre los equipos Habana Base Ball Club y un equipo de Matanzas, logrando la victoria en ese encuentro el equipo de la Habana con anotación de 51 “corridas” por 9.
Emilio Sabourin patriota de nuestras gestas de independencia participó como jardinero izquierdo del equipo vencedor que contaba con refuerzos como Ernesto Bellan que fue el primer cubano en participar en juegos de las “Grandes Ligas” norteamericanas y el Picher Rubén Mora el cual se distinguía por su gran velocidad.
La importancia de dicho encuentro se pone de manifiesto en el hecho de que el mismo fue reseñado no solo por el diario yumurino “La Aurora”, sino también el Periódico “El Artista” que se editaba en La Habana.
Las reseñas periodísticas coinciden en que la asistencia fue numerosa, quedando pendiente la celebración de futuros encuentros entre ambos equipos.
El hecho histórico marcó la pauta para que en “ El Palmar de Junco”, se continuara desarrollando el béisbol como deporte que identifica al pueblo, y hoy podemos afirmar que esta joya que se mantiene en la ciudad de Matanzas ha servido de escuela en la formación de atletas que posteriormente han dejado escritas páginas de gloria.
De este mismo terreno surgieron figuras como Martín Dihigo el ídolo de ébano que rompió la primera línea de racismo en el béisbol, también Félix Isasi, Rigoberto Rosique, Wilfredo Sánchez, Gaspar “ El Curro” Pérez, y otros más.
En este mismo Palmar de Junco en la guerra de 1895 su terreno fue utilizado por el tristemente recordado General Español Valeriano Weyler, que ordenó la reconcentración de miles de patriotas cubanos en ésta página oscura de nuestra historia.
Posteriormente fue construido el estadio a un costo de 60 mil pesos y fue considerado por la prensa de la época como el mejor erigido en una provincia del interior en cuanto a modernismo y construcción.
En este histórico estadio “Palmar de Junco” de Matanzas, será erigido algún día “El Salón de la Fama” del béisbol cubano, que es una vieja aspiración de los matanceros.
Pancho Soriano.
Un día como hoy, pero del año 1874 se jugó Béisbol o pelota como le decimos nosotros los cubanos en el histórico “Palmar de Junco”. Fue ese el primer juego organizado con carácter oficial que se realizaba en el país entre los equipos Habana Base Ball Club y un equipo de Matanzas, logrando la victoria en ese encuentro el equipo de la Habana con anotación de 51 “corridas” por 9.
Emilio Sabourin patriota de nuestras gestas de independencia participó como jardinero izquierdo del equipo vencedor que contaba con refuerzos como Ernesto Bellan que fue el primer cubano en participar en juegos de las “Grandes Ligas” norteamericanas y el Picher Rubén Mora el cual se distinguía por su gran velocidad.
La importancia de dicho encuentro se pone de manifiesto en el hecho de que el mismo fue reseñado no solo por el diario yumurino “La Aurora”, sino también el Periódico “El Artista” que se editaba en La Habana.
Las reseñas periodísticas coinciden en que la asistencia fue numerosa, quedando pendiente la celebración de futuros encuentros entre ambos equipos.
El hecho histórico marcó la pauta para que en “ El Palmar de Junco”, se continuara desarrollando el béisbol como deporte que identifica al pueblo, y hoy podemos afirmar que esta joya que se mantiene en la ciudad de Matanzas ha servido de escuela en la formación de atletas que posteriormente han dejado escritas páginas de gloria.
De este mismo terreno surgieron figuras como Martín Dihigo el ídolo de ébano que rompió la primera línea de racismo en el béisbol, también Félix Isasi, Rigoberto Rosique, Wilfredo Sánchez, Gaspar “ El Curro” Pérez, y otros más.
En este mismo Palmar de Junco en la guerra de 1895 su terreno fue utilizado por el tristemente recordado General Español Valeriano Weyler, que ordenó la reconcentración de miles de patriotas cubanos en ésta página oscura de nuestra historia.
Posteriormente fue construido el estadio a un costo de 60 mil pesos y fue considerado por la prensa de la época como el mejor erigido en una provincia del interior en cuanto a modernismo y construcción.
En este histórico estadio “Palmar de Junco” de Matanzas, será erigido algún día “El Salón de la Fama” del béisbol cubano, que es una vieja aspiración de los matanceros.
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