lunes, 14 de febrero de 2022

Fórmula imperialista: Kiev agredirá y las mentiras lloverán

 


A pesar de que el presidente Volodomir Zelenski, ofrece palabras de apaciguamiento por no creer en la  inminente la cacareada propaganda imperialista sobre una invasión de Rusia, mercenarios, elementos neonazis y el ejército ucraniano sí se preparan para agredir a las repúblicas separatistas en el Donbass  y posiblemente Crimea, con el objetivo de provocar la lógica intervención de Moscú, hoy bajo un barraje de desinformación y en la que el presidente norteamericano, Joe Biden, actúa mesianísticamente, al repartir tanto promesas como castigos.

Trata de hacer caer la economía rusa, evitar que entre en funcionamiento el recién inaugurado oleoducto Nord-Stream 2 y establecer más sanciones para destruir cualquier convenio de Moscú con otros países europeos, a pesar de los esfuerzos del presidente Putin de evitar un mal que podría convertirse en una pesadilla de carácter nuclear.

Ya embarcaciones rusas tuvieron que alejar este domingo a un submarino norteamericano y otras embarcaciones de guerra de la Organización del Tratado del Atlántico Norte –siempre sumisa al Imperio- que se adentraron en aguas de la Federación, que cada vez ve acercarse más elementos militares hostiles a sus fronteras, aumentando la inseguridad general.

Mientras la tan poderosa como mentirosa propaganda imperialista sitúa a Moscú como el posible agresor, están listos los preparativos para el ataque a las autoproclamadas repúblicas populares, para lo cual se utilizan drones y aumentan a 150 000 las tropas ucranianas al efecto, violando los acuerdos de Minsk firmados hace dos años, y que surgieron luego que las autoridades de Kiev iniciaron en el 2015 el asedio al Donbass, encabezado por oficiales de reconocida ideología nazi.

Nada de extraño, cuando se recuerda que hace unas semanas, sólo Estados Unidos y Ucrania se opusieron a una resolución rusa en Naciones Unidas de condena al nazismo, y hasta afirmaron que este contribuyó a la liberación de los pueblos.

De ahí que sea más probable el estallido del conflicto, luego que Rusia culpara a la ‘histeria’ estadounidense y la ‘necesidad anglosajona de guerra’ por la posible invasión a Ucrania, después de que un informe de inteligencia norteamericano tratara de hacer creer que Vladimir Putin planea lanzar un ataque contra ese país este miércoles 18 de febrero.

Así EE.UU. arrastró a otras naciones prooccidentales a retirar el personal diplomático de sus embajadas en Kiev y alentar la salida de sus ciudadanos, bajo el señalamiento de que luego no podrían ser evacuados.

NOTICIAS FALSAS

"No hay lógica ni hechos", dijo Moscú, ante la aseveración del “objetivo” The New York Times acerca de que Rusia estaría en las "fases finales" ´para invadir a Ucrania. Paralelamente, Reuters también reportó, mencionando como fuente a "dos funcionarios estadounidenses", que Rusia mantiene cerca de las fronteras con Ucrania aproximadamente el 70% de las fuerzas de combate necesarias para la invasión y que las muertes civiles podrían oscilar entre 25 000 y 50 000, en tanto The Washington Post sugirió que Kiev caería en dos días.

A todas luces, ello indica que se está preparando una provocación, porque así ha sido en anteriores ocasiones encabezadas o auspiciadas por el Imperio: cantidad y calidad de estas publicaciones, su preparación previa y su falsedad absolutamente perentoria, como señaló el medio ruso Perviy Kanal.

La vocera rusa María Zajárova recordó que ni una sola publicación de los medios occidentales se emite sin pasar previamente por múltiples filtros de redacción internos, factor que supone un claro indicio de que nada se publica porque sí. "Esta histeria ya dura dos meses. Quiero decir más: claramente hay planes y preparativos de cómo este escenario, tal como lo entendemos, ya está escrito", afirmó.

De acuerdo a Zajárova, el hecho de que Bloomberg publicara erróneamente en su página web el titular "Rusia invade Ucrania", que fue borrado unos 30 minutos después, sugiere que todos los escenarios están sobre la mesa. "La cuestión es solo cuándo se presiona o no se presiona este botón de información. Y esto sugiere que los materiales ya están listos para todas las ocasiones, independientemente de la realidad", aseveró la portavoz rusa. 

Asimismo, la vocera enfatizó que Moscú se ha pronunciado en reiteradas ocasiones a favor de una solución pacífica de los conflictos, pero que esa postura "no le gusta" a Occidente, ya que este necesita otorgarle a Rusia una imagen diferente. "Rusia ha hablado repetidamente sobre su posición a favor de una solución pacífica a cualquier situación y cuestión problemática de conflicto. Pero exactamente esto no les gusta. No les gustan nuestras actividades de mantenimiento de la paz en el Cáucaso, que terminaron con éxito. No le gustan nuestras actividades antiterroristas a petición de los líderes y el pueblo de Siria en Oriente Medio", precisó.

Por otra parte, la portavoz comentó los reportes sobre las concentraciones de tropas rusas cerca de la frontera con Ucrania, haciendo hincapié en que las autoridades rusas son libres de tomar decisiones sobre su desplazamiento dentro del propio país. "No les corresponde a ustedes ahora, representando al mundo anglosajón, contar cuántos son nuestros ejércitos, dónde están ubicadas las Fuerzas Armadas y hacia dónde se mueven. Donde deben estar, allí están, estamos en casa", afirmó Zajárova.

ANTECEDENTES

Las afirmaciones sobre una posible invasión rusa de Ucrania se han venido intensificando en Occidente desde el pasado mes de noviembre, cuando varios medios airearon supuestos planes para llevar a cabo dicha operación. Por su parte, Moscú rechazó estas acusaciones y aseguró que la Alianza Atlántica está militarizando a su país vecino. 

En particular, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, declaró que estas informaciones alarmistas buscan retratar a Moscú como una parte que amenaza la resolución del conflicto en la región ucraniana de Donbass y alertó que podrían servir de "camuflaje" para potenciales planes agresivos de Kiev, dirigidos a solventar la situación por la fuerza.

Todo este temor fue fabricado por tres elementos imprescindibles en este tipo de cuestión: el Servicio Secreto, la CIA y el Pentágono.

En este sentido cabe señalar que Alemania sería la principal beneficiara con el gasoducto Nord-Stream 2, pero EE.UU. la obliga a obedecer sus órdenes, y seguir las “orientaciones” de Biden de que su país podría compensar el envío de gas a la nación europea.

Y es que, como, destacó Rossia Today, "los embajadores estadounidenses en Alemania, que se supone que trabajan allí para mejorar las relaciones bilaterales, están dando órdenes a los funcionarios alemanes", agregando que no se trata de una relación entre "iguales".

Reiteramos que Alemania necesita el gas ruso, pero aun así EE.UU. trata de impedir que lo compre, perjudicando su desarrollo industrial. 

Pero no nos debemos extrañar, porque, independientemente de quien esté en la presidencia, Estados Unidos habla de esta forma con todos, incluso con sus aliados más cercanos, sin permitirle cualquier tipo de independencia o soberanía.

Apelando al respecto otra vez a la vocera Zajárova, hay que decir que la mayoría de los países en la Unión Europea “se rindieron” y no se trata "de cualquier interés soberano desde hace ya mucho tiempo". Rusia, sin embargo, no va a tolerar este tipo de comportamiento. "Si violan algo que concierne a nuestros intereses y van en contra de la ley internacional, recibirán acciones en respuesta", aseveró.

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