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“Preocupaciones” e “inquietudes” sobre el mal llamado Movimiento San Isidro

Por: Marco Velázquez Cristo.

En las redes abundan disimiles historias sobre este tema, y como es natural surgen las opiniones y hasta preocupaciones de la más diversa índole, voy a referirme a algunas de ellas, y evitaré hacerles perder el tiempo con manidos cuentos de la contrarrevolución tradicional.

Vamos a lo que se masculla en el ambiente de los “nuevos revolucionarios” donde uno de ellos, coincidiendo con el discurso desacreditador de los medios anticubanos que trasmiten desde la Florida, plantea, “…deja de ser creíble cualquier video que no tiene valor forense ni documental…”, de lo que se infiere que desconfía de la honestidad de las autoridades cubanas y abre la puerta a la duda, sobre si el audiovisual que demuestra el mercenarismo de los apátridas involucrados en la provocación y sus vínculos con terroristas radicados en EE.UU., puede estar trucado o no.

No existe un solo antecedente, ni prueba que demuestre que la Revolución para defenderse haya recurrido a tales prácticas antiéticas. Por el contrario, siempre las ha rechazado y nunca utilizado. Con la verdad se ha defendido y con la verdad derrotado todas las campañas de mentiras y calumnias con las cuales han pretendido destruirla.

Quizás la desconfianza del “desconfiado” provenga de la admiración que ha manifestado por el sistema judicial del vecino del norte, en el que considera que existen mayores posibilidades de justicia que en el nuestro. Aunque parezca absurdo así lo ha dejado ver en uno de sus artículos. Eso lo define.

En este contexto surgen preocupaciones sobre la sensibilidad humana y la inteligencia que puedan tener los que, tengan la responsabilidad de tomar las decisiones en este caso.

No existen motivos para tal inquietud. Cuba es un Estado de Derecho y existen leyes que todos estamos obligados a respetar y nadie se puede situar por encima de ellas. Lo saben los apostatas de San Isidro, por eso incrementan la agresividad de su provocación.

Su intención, forzar una actuación de las autoridades que, les permita a los laboratorios mediáticos, que rápidamente son amplificados por la gran prensa corporativa para escalar una nueva campaña de descredito contra Cuba.

No olvidar que, les duele la quinta elección de nuestro país para integrar el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, concretada en octubre de este año y precisamente el reality show que estamos presenciando esta fríamente calculado en la víspera de la celebración del día Internacional de los Derechos Humanos, el próximo 10 de diciembre, diríamos que el espacio a la causalidad está bastante difícil de aceptar.

Sobran los ejemplos de las campañas mediáticas montadas para desacreditar a la revolución durante años. Lo único novedoso es el estreno del llamado MSI en esta tarea, otrora cumplida por desacreditados miembros de grupúsculos, UNPACU, Damas de Blanco, Martha Beatriz Roque Cabello, célebre por su huelga de Aguacates o Elizardo Sánchez Santa Cruz Pacheco (El Camajan), residente en EE.UU. hace ya algunos años, nación que le otorgó el estatus de refugiado político, en pago por sus actividades en “defensa de los “Derechos Humanos”.  

En su vasallaje no alcanzan a entender que, hacer respetar las leyes no es una violación de los derechos de ninguna persona, por el contrario, es defender los de la inmensa mayoría, algo que constituye una obligación del Estado.   

Cuba ha acumulado una gran experiencia en enfrentar la perfidia de sus enemigos. Su respuesta siempre ha sido ética, humana y apegada a la ley, lo que le ha permitido exhibir el limpio aval que atesora en esta lucha contra los que pretenden retrotraerla a la condición de colonia yanqui.

El teatro de falsa huelga de hambre montado por esos neo contrarrevolucionarios, no puede confundir a nadie, el montaje es tan evidente y las evidencias mostradas en las redes tan contundentes que esa posibilidad no puede ser valorada.

La foto a la que pertenece este fragmente fue tomada el 25 de noviembre de 2020.

Es conocido que, ninguno de ellos en el supuesto caso de que se implicaran realmente en una, estaría dispuesto a llegar a las últimas consecuencias, pues sus conductas no la sostienen principios sólidos y en esencia lo que les interesa es la paga que reciben por sus viles acciones. Por eso Luis Manuel Otero Alcántara y quienes lo acompañan que, ni siquiera la iniciaron, ya anunciaron el fin de la huelga de sed como la llamaron que fingían realizar.

Las autoridades han mantenido como siempre un comportamiento racional y humano. Se les ha permitido la visita de familiares y la entrada de alimentos y agua. Oportunista e irresponsablemente aprovecharon esas facilidades para introducir a uno igual que ellos, acabado de llegar del exterior, violando las medidas previstas para evitar la propagación de la Covid-19, creando de esa manera las condiciones para la aparición de un foco de infección de dicha en enfermedad, con el consabido riesgo de contagio para los vecinos de la comunidad donde desarrollan su provocación.

Esa imprudente acción en momentos en que el país lucha por mantener el control de la pandemia generada por esa enfermedad, tipifica como un delito de propagación de epidemias previsto y penado en el código penal cubano. Como ya dijimos nadie está por encima de la ley.

Por eso, los preocupados por lo que pueda pasar pueden estar tranquilos, no solo ellos tienen cerebros y el humanismo de la Revolución está más que comprobado. La costumbre de ignorar cosas como estas y de dejarse llevar por rumores, en más de una ocasión los ha conducido a pronunciarse sobre diversas cuestiones, sin tener la información necesaria para hacerlo con objetividad, lo que los ha situado en posiciones cuestionables, desde las cuales nada han aportado y solo logrado afectar su credibilidad.

“Subestiman la más colosal tarea de la Revolución, su obra educacional, el cultivo masivo de las inteligencias”.

Fidel.