Cuba,
afirmó el Presidente, «vuelve a ser retada por el contexto mundial y
una agresiva política imperial. No lo busca, pero no le teme. Contamos
con una historia inspiradora para lanzarnos a la pelea. A eso se suma el
talento de los científicos y del personal de la Salud que nos coloca
entre los países que han logrado controlar una pandemia terrible»
La
estrategia del país para el fortalecimiento de la economía constituye
«un plan que defiende un ideal, no como idea de perfección sino como la
suma de los objetivos a conseguir», aseguró el Presidente de la
República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante su intervención este
jueves en el Consejo de Ministros, la cual fue transmitida en el
programa Mesa Redonda.
Dichos
propósitos, detalló, consisten en implementar los acuerdos del Congreso
del Partido y cumplir con las demandas populares emanadas del debate de
los Lineamientos, derrotar la política del bloqueo, enfrentar la crisis
global que el neoliberalismo y la pandemia han exacerbado, y aplicar
ciencia e innovación para afianzar el desarrollo, así como legitimar el
ideal socialista como único camino conocido hacia la prosperidad con
justicia social.
Informó
que lo dispuesto fue aprobado por el Buró Político y ha tomado como
bases el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, la
Conceptualización del Modelo Económico y los Lineamientos.
Dicha
estrategia, cuya implementación empezará de inmediato, ha tenido en
cuenta, a juicio del mandatario, la situación del mundo y del país, así
como las propuestas derivadas del debate público, de la academia, e
incluso de quienes arremeten contra la Revolución.
Díaz-Canel
recordó que, a nivel global, se expande una profunda crisis provocada
por la covid-19, el derrumbe definitivo de los paradigmas neoliberales
que venía defendiendo el imperialismo, unido al ejercicio abusivo de la
hegemonía imperial, basada en la presión permanente a otros gobiernos,
la injerencia, la violencia, la amenaza de intervención militar, la
reactivación de la Doctrina Monroe, la obsesión contra Cuba y
Venezuela...
La
Mayor de la Antillas, subrayó, ha enfrentado la escalada del bloqueo,
con constantes medidas de persecución financiera, congelamiento de
cuentas bancarias, acciones para desprestigiar a funcionarios cubanos,
recortes en el envío de remesas, sanciones a empresas que mantienen
negocios en Cuba, a lo que se suman los intentos para promover
posiciones políticas opositoras. Nos tenemos que ubicar, afirmó, en un
campo de batalla.
Según
el Presidente, «en temas de derecho y sociedad no han desistido en la
búsqueda de puntos de quiebre de la unidad nacional, magnificando los
posibles disensos, respecto al matrimonio igualitario, el racismo, la
violencia contra la mujer o el maltrato a los animales, asuntos en los
cuales trabajamos seriamente para resolver deudas de siglos que solo la
Revolución ha enfrentado».
Por
tanto, resulta imprescindible comprender, a juicio de Miguel
Díaz-Canel, que mientras más frentes puedan abrir, y mientras menor sea
la capacidad de nuestras instituciones políticas y sociales para
resolver lo pendiente y desmontar con argumentos las falacias, mayores
resultados obtendrán los enemigos.
Debemos
ser capaces, orientó, de generar una estrategia de comunicación con
rigor y herramientas más ajustadas a nuestra realidad y a la
singularidad de nuestro pueblo. No obstante, la manera más efectiva de
comunicar es hacer las cosas y hacerlas bien.
A
aprovechar nuestras potencialidades, a no burocratizar los procesos
ideológicos, a ser más proactivos y a anticiparnos a las posibles
manipulaciones mediáticas también convocó el Jefe de Estado.
Los
enemigos trabajan para sembrar desesperanza y desaliento y hablan de un
«apartheid económico». Pero acaso resulta eso posible, cuestionó el
mandatario, en un país que se preocupa porque les llegue la mayor
cantidad de cosas posibles a todos por igual.
En
su intervención, Díaz-Canel aseveró que se mantendrá, a un costo
tremendo, un nivel de ventas en las tiendas en CUC o CUP,
fundamentalmente alimentos, aseo, la canastilla, leche en polvo, y
también se van a vincular más actores económicos para suplir productos
que no se pueden importar como muebles, calzado y ropa.
Pero
necesitamos, explicó, vender una cantidad de productos en MLC para
tener divisas y seguir ampliando ese comercio y, con ello, poder contar
con recursos para introducir una parte en la industria nacional y otra
parte para sostener el resto de la comercialización.
Durante
su comparecencia, reiteró que, en medio de la situación compleja que
enfrentamos desde mediados del año pasado, seguimos buscando soluciones
para todos y lo hecho es para buscar un bien común.
Hay
desabastecimiento, reconoció, pero, ¿por qué lo hay? Entre otras cosas,
respondió, por el bloqueo, porque no podemos importar todo lo que
queremos, porque nos interrumpen los créditos e impiden que llegue
combustible al país.
Ante
estos obstáculos, hay otros que, en palabras de Díaz-Canel, hay que
seguir enfrentando: los coleros, de manera más decisiva e intensiva, los
revendedores que nos complican la vida, los casos de corrupción, el
mercado ilícito de divisas. Pero en ese combate, agregó, tenemos la
fuerza de la Revolución y la participación del pueblo.
Como
Gobierno, resaltó, «nos corresponde atender, escuchar, diferenciar la
crítica honesta del acto malicioso, argumentar y aplicar todo cuanto
aporte; solo así se gana la confianza de las mayorías y se prueba que
todo lo que hacemos es para salvar el país y avanzar».
En
los últimos meses, reiteró, hemos enfrentado desabastecimientos de
alimentos, insumos y materias primas, así como sanciones que han mermado
los ingresos en divisas. Aun así, apuntó, hemos mantenido la vitalidad
de la activad productiva, las inversiones fundamentales, las medidas
para proteger a toda la población ante la pandemia; tampoco colapsó el
sistema de Salud y hemos ayudado a otros países.
El
Presidente recordó que la Revolución, en su devenir histórico, ha
probado su vocación de justicia social. «Nos debemos al pueblo, lo
respetamos y queremos, y para su bienestar trabajamos. Bajo esas
premisas nos hemos planteado enfrentar la situación pos-covid-19, no
solo para resistir sino para avanzar y fortalecernos».
En
opinión de Díaz-Canel, la estrategia económica y social demanda un
comportamiento de la economía con intensidad e innovación, pues, en
términos simples, desarrollar la economía significa ofrecer mayor
bienestar al pueblo. Se trata de retomar lo pendiente de lo aprobado en
los Congresos del Partido y quitar las trabas identificadas, teniendo en
cuenta que las transformaciones en marcha demandan la implementación de
209 lineamientos.
En
todas, alertó, hay oportunidades y riesgos a enfrentar, pero el peor
riesgo estaría en no cambiar y en perder el apoyo popular. Las medidas,
puntualizó, tendrán una implementación gradual, con la agilidad y
eficacia que el momento demanda.
Nos
toca, en opinión del mandatario, aprender a vivir con menos
importaciones y más exportaciones, potenciando los sistemas productivos
locales. De igual modo, la implementación de la estrategia exige
preparación de los organismos y de una comunicación que logre llevar
toda la información al pueblo.
En
estos momentos, enfatizó, nos vamos a centrar en la producción de
alimentos, en la soberanía alimentaria, lo cual conlleva importantes
transformaciones en la agricultura, incentivos, apoyo en créditos,
cambios en los mecanismos de comercialización, así como en las
relaciones entre empresas estatales y otras formas de gestión. Asimismo,
es preciso:
- Reordenar el comercio interior.
- Fortalecer la empresa estatal socialista.
- Transformar el entorno monetario en la inversión extranjera.
- Modificar el sistema de distribución de divisas de la economía.
- Incrementar la participación de la industria nacional como principal proveedor de bienes y servicios que demanda la economía.
- Aumentar y diversificar las exportaciones.
- Perfeccionar y ampliar el trabajo del sector no estatal.
- Eliminar el gravamen al dólar.
- Canalizar las remesas en función del desarrollo económico.
- Incrementar incentivos fiscales a los exportadores.
- Diseñar e implementar el mercado de deuda pública con la participación de diversos actores.
- Completar e implementar la tarea de unificación monetaria y cambiaria.
Cuba,
afirmó el Presidente, «vuelve a ser retada por el contexto mundial y
una agresiva política imperial. No lo busca, pero no le teme. Contamos
con una historia inspiradora para lanzarnos a la pelea. A eso se suma el
talento de los científicos y del personal de la Salud que nos coloca
entre los países que han logrado controlar una pandemia terrible».
Casi
al finalizar su intervención, Miguel Díaz-Canel evocó el meridiano
concepto de Revolución del Comandante en Jefe Fidel Castro y patentizó
que: «pudimos y podremos. Pudimos enfrentar y controlar la pandemia y
pudimos y podremos enfrentar la crisis. Fuerza Cuba, que seguiremos
viviendo, impulsando la economía y venciendo. ¡Viva Cuba Libre!».
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