Por Martha Andrés Román
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nvestigaciLLa investigació de juicio político que avanza
hoy contra el presidente estadounidense, Donald Trump, estuvo marcada por
esta semana por la difusión de testimonios, el anuncio de audiencias
públicas y la negativa de algunos funcionarios a testificar.
La pesquisa lanzada a finales de septiembre por la titular de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, está enfocada en los llamados del gobernante republicano a Ucrania para que ese país abriera una indagación sobre el exvicemandatario y candidato presidencial demócrata Joe Biden.
Como parte de ese proceso en la Cámara Baja, que está controlada por la fuerza azul, los legisladores de tres paneles han entrevistado hasta el momento a más de una docena de personas a puerta cerrada y solicitaron la entrega de diferentes documentos.
Desde el lunes, y como resultado de una resolución aprobada por ese órgano la semana pasada, los comités de Inteligencia, Asuntos Exteriores, y Supervisión y Reforma, comenzaron a difundir las transcripciones de los testimonios ofrecidos a puerta cerrada por testigos clave.
Gracias a ese paso, el público norteamericano ha podido leer las declaraciones de la exembajadora de Estados Unidos en Ucrania Marie Yovanovitch; el embajador ante la Unión Europea (UE), Gordon Sondland; el exenviado especial para Ucrania, Kurt Volker; y el exfuncionario del Departamento de Estado Michael McKinley.
También se dieron a conocer las deposiciones de William Taylor, encargado de negocios en Ucrania; Alexander Vindman, experto sobre ese país en el Consejo de Seguridad Nacional; y Fiona Hill, exconsejera de Trump en temas de Rusia y Europa.
Aunque el presidente continuamente niega haber presionado a Ucrania o haber ofrecido un intercambio de favores para llevar a ese país a investigar a su rival político, los testimonios dados a conocer íntegramente en los últimos días contradicen al mandatario.
Según se desprende de esas declaraciones, el gobernante estadounidense supeditó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda militar, y la celebración de un encuentro en la Casa Blanca con su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky, a que Kiev abriera esa pesquisa y otra sobre las elecciones norteamericanas de 2016.
Una de las deposiciones más incriminatorias para el jefe de la Casa Blanca puede ser la del embajador ante la UE, quien el martes envío al Congreso una actualización escrita de su entrevista a puerta cerrada, en la cual reconoció cómo se usó la asistencia militar para influenciar a la nación europea.
Además de esa admisión, las palabras del diplomático son consideradas muy importantes porque, a diferencia de otros testigos que han sido atacados por Trump como opuestos a su agenda, Sondland es abiertamente su partidario y donó un millón de dólares al comité inaugural del presidente.
Otras deposiciones significativas fueron las de Vindman y Hill, quienes dieron a entender que el jefe interino de gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, estuvo involucrado directamente en los esfuerzos de Trump y su abogado personal Rudy Giuliani para presionar a Kiev.
También esta semana se anunció que desde el 13 de noviembre los estadounidenses podrán escuchar directamente a algunos testigos, pues en esa fecha comparecerán en audiencia pública Taylor y el funcionario del Departamento de Estado George Kent; en tanto dos días después lo hará Yovanovitch.
En esas audiencias, que serán conducidas solo por el Comité de Inteligencia, tanto los demócratas como republicanos dispondrán de 45 minutos para conducir sus interrogatorios.
La entrada en la fase pública del proceso se dará después de que la administración Trump impidió la comparecencia de muchas personas llamadas a declarar, entre ellas el propio Mulvaney, quien debía presentarse ayer; el secretario de Energía, Rick Perry; y el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton.
A pesar de acusar a la Casa Blanca de obstrucción de la justicia, los demócratas dijeron que no retrasarían su trabajo para ponerse a discutir con el ejecutivo acerca del tema de los testigos.
De hecho, la publicación The Hill reportó anoche que los miembros de la fuerza azul se están moviendo agresivamente con el fin de concluir su investigación sobre Trump antes de 2020, y que posiblemente realicen antes de Navidad la votación destinad a definir si acusarán al mandatario para someterlo a un juicio político en el Senado.
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