Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores
El
pasado 20 de octubre, en una jornada electoral caracterizada por una
amplia participación popular, el pueblo boliviano eligió, como
Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, al hermano Evo Morales
Ayma. La histórica victoria de Evo, contra las maniobras de la derecha
interna y regional, el Imperialismo y una intensa guerra mediática, es
también un triunfo de toda la Patria Grande.
Desconociendo
a las instituciones electorales y el mandato popular expresado en las
urnas, sectores de la oposición boliviana, con el apoyo y conducción de
los EE.UU. y de oligarquías regionales, han puesto en marcha un golpe de
estado con el objetivo de escamotearle al pueblo boliviano el resultado
electoral. La estrategia golpista opositora ha desatado en ese país
intensas jornadas de violencia, que han costado muertes, cientos de
heridos y expresiones condenables de racismo hacia los pueblos
originarios.
El Presidente de la
República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ha declarado que está en
marcha un golpe de estado contra el Presidente legítimo de Bolivia y que
la oposición se niega a reconocer su derrota en las urnas y acude a la
violencia y la fuerza contra el orden constitucional.
Denunciamos
enérgicamente el golpe de Estado en marcha contra el Presidente
legítimo de Bolivia y llamamos a todos los sectores involucrados a
detener esta peligrosa maniobra, que constituye una amenaza para la
estabilidad de Bolivia y de toda la región.
Apoyamos
el llamado del presidente Evo Morales Ayma, que en una demostración más
de ecuanimidad y estatura política, convocó a las fuerzas políticas a
una mesa de diálogo por la paz de Bolivia, llamó a los organizadores de
las protestas violentas a una “profunda reflexión” e instó al pueblo a
movilizarse para defender la democracia.
Manifestamos
el firme respaldo del gobierno y pueblo cubanos al hermano Evo Morales
Ayma, legítimo Presidente electo de Bolivia y al Proceso de Cambio que
este conduce en favor de las grandes mayorías, el cual muestra éxitos
inobjetables en un admirable crecimiento económico y en los
extraordinarios avances sociales alcanzados, en particular la
reivindicación de los pueblos originarios. Hacemos un llamado a la
Comunidad Internacional a ponerse del lado de la legalidad y la paz, en
observancia del Derecho Internacional y los postulados de la Proclama de
la América Latina y el Caribe como Zona de Paz y a condenar la aventura
golpista del imperialismo y la oligarquía.
La Habana, 9 de noviembre de 2019
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