Islamiacu |
Bolsonaro llegó a la
presidencia de la República Federativa de Brasil como resultado de sucesos
multifactoriales, más visibles desde el golpe a la presidenta electa Dilma
Rousseff en 2016, que en época de confusiones y sorderas tras ruidos en medios
sociales y convencionales, el llamado "Trump brasilero", hizo una campaña
paradigmática de manipulaciones y promesas que no cumplirá.
Bolsonaro, en una clara señal de alineamiento con la política exterior norteamericana, fue elogiado por el gobierno de Estados Unidos: "Qué bueno ver al presidente electo Bolsonaro insistir en que los médicos cubanos en #Brasil reciban su justo salario en lugar de dejar que #Cuba se lleve la mayor parte para las arcas del régimen.", publicó la principal funcionaria del Departamento de Estado para América Latina, Kimberly Breier. @WHAAsstSecty ¿De verdad Breier, Bolsonaro y su amigote Marco Rubio [1] están interesados en el salario de los cubanos, médicos o no? Pero, para cubrirse ante su electorado, Bolsonaro declaró: "Infelizmente, Cuba no aceptó las nuevas condiciones para la continuidad del programa", dijo el futuro mandatario al referirse a lo que las autoridades sanitarias de la Isla han considerado como requisitos "inadmisibles" que motivan la decisión: que nuestros profesionales revaliden sus bien ganados títulos, y que la contratación sea "individual". [2] El hecho es que que la decisión de retirarse dejaría a millones de brasileños sin acceso a los médicos, ha dicho, el ex ministro de Salud, Alexandre Padilha, quien argumentó que "Bolsonaro no entiende que un médico no solo practica la medicina por dinero" y añadió que, "Los médicos que trabajan en las áreas más pobres no solo están pensando en el dinero". Los pacientes brasileños
Ante los insultos del mandatario electo de
Brasil, grupos sociales y personas individuales se han manifestado allí contra
los insultos y la manipulación a la presencia de galenos cubanos, pero los
medios lo han silenciado olímpicamente.
Sin embargo, hay voces que se alzan aún frente al posible silencio. La periodista Elaine Tavares dibuja bien el panorama. [3] La estimación es que al menos 24 millones de brasileños queden sin ningún tipo de asistencia a la salud en función de la salida de los médicos cubanos, además de amenazar otras iniciativas como el Programa de Salud de la Familia (PSF). Como estos profesionales realizan la atención en áreas rurales, ciudades y localidades pequeñas y distantes de los grandes centros, comunidades indígenas y áreas conflictivas, estados y municipios ya comenzaron a presionar al Gobierno Federal para que se encuentre una solución urgente al problema. [4]El presidente electo, al ofrecer a los cubanos una relación capitalista, persona a persona, atacó un estado soberano , que ha resistido por 60 años la fuerza de un imperio que lo bloquea. Hizo un caso, para atacar a Cuba... Lo hizo sin pensar un segundo ni siquiera en esos 150 millones de brasileños empobrecidos, muchos de los cuales votaron por él con profunda esperanza. Una gente que nunca tuvo la posibilidad de ser atendida con cariño, con cuidado, con atención y con una calidad técnica que es reconocida en todo el mundo. Los médicos cubanos son los mejores del mundo. Esa gente ahora se quedará sin médico, sin atención.Espero que los médicos brasileños se dispongan a ir a los cantones de Brasil, como lo hicieron los cubanos. Y que esa gente toda pueda seguir teniendo atención. Espero, pero no sé ... Los profesionales de la isla laboraban en dos mil 800 ciudades y pueblos, y eran 'los únicos médicos en mil 700 de esos pueblos". La salida de los médicos cubanos de Brasil va a generar desasistencia a la población más vulnerable. Ello sirve a los intereses corporativos, es reserva de mercado, lo que, por obvio, va a gravar más aún los municipios, ya sobrecargados porque los recursos para salud federales están congelados por 20 años y sufrieron cortes.[5] A nivel individual llegan noticias de gente humilde que llora, que siente ahora una feroz desolación al faltarle aquella mujer u hombre, calificado como doctor, pero más calificado como ser humano que llegaba a la casa humilde en un recóndito paraje, para saber de su paciente-amigo/a o que le dejó enseñanzas de vida o de cuidados de su salud. El humanismo y la solidaridad no van a las estadísticas. Tienen la virtud de crecer en los corazones de la gente sobrepasando cualquier relación monetaria. El pueblo brasilero que tantas veces fue engañado y vilipendiado, que añora a los galenos que por vez primera los miró a los ojos y rozó sus manos con afecto, en esas propias manos tienen una semilla que crece sin importar tiempos o indolencias. |
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