Por:
Leysi Rubio A., Irene Pérez
El Decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, Raúl Garcés, expresó en las palabras de apertura cómo este congreso “convoca a analizar cómo implementar la Política de Comunicación recién aprobada, y no debiera eludir dicha circunstancia.”
“Una política es un espíritu, un paraguas regulatorio, una herramienta para mirar el futuro articuladamente. Y, en el caso de Cuba, incluso en medio de amenazas históricas y presentes, es la oportunidad de redescubrir el socialismo con un rostro simbólico moderno, participativo, innovador e irrenunciablemente democrático.”Garcés destacó puntos de partida que suponen fortalezas para la prensa cubana en la actualidad:
“1-) Voluntad Política:
Los documentos de la Conceptualización del modelo han trascendido definitivamente la visión instrumental de la Información y la Comunicación, para concebirlas como recursos transversales al desarrollo.
Bienes públicos y derechos ciudadanos, no patrimonio de nadie, por muy buenas intenciones que tenga.
Herramientas para la rendición de cuentas y el control popular, no reliquias almacenadas en los archivos de algún funcionario.
Garantías de una cultura de transparencia, no pretexto para alimentar solapadamente prácticas de secretismo.
2)- Conciencia de la necesidad de modernizar el Estado, y de que esa meta pasa por utilizar más eficientemente la Información, la Comunicación y la Tecnología.
De ella, precisamente, deberían venir, más que de cualquier otro sector de la sociedad, las soluciones para generar un gobierno electrónico fuerte, simplificar los trámites de las personas, acortar las distancias entre ciudadanos y servidores públicos, sin deshumanizar tecnocráticamente las relaciones sociales.
3)- Un ecosistema comunicativo radicalmente distinto al de décadas precedentes
.
Cierto que el nuevo contexto supone retos, pero al mismo tiempo podría encarnar la condición de un socialismo más participativo, capaz de desatar sus potencialidades desalienantes y reivindicadoras del ser humano como sujeto consciente y activo.
1- El desafío de la gestión, de la institucionalidad, la apropiación de la Política de comunicación por parte del Partido y por tanto de los ministerios, las Tiendas Recaudadoras de Divisas, la Salud, la Educación, el Deporte, la sociedad civil, de los ciudadanos. Garcés destacó también el desafío de la innovación y la credibilidad, y citó al gran periodista cubano Julio García Luis en su libro Revolución, Socialismo, Periodismo un hecho alarmante:
“Donde más atrasados estamos, donde mayores son nuestras ineficiencias, donde menor claridad conceptual parece haberse alcanzado, es en el campo de la comunicación y la información. Pero esta, sin embargo, no es una esfera cualquiera. Es la arena principal de la confrontación de ideas a escala mundial, y en la que descansa, cada día con más fuerza, el sistema hegemónico global del imperio y el capitalismo. Es el sitio donde se decide quién vence a quién en la lucha por las conciencias y por la cultura (…) Debiera ser el punto donde más sólidas, creativas e irrebatibles fueran nuestras concepciones y proyecciones.”
“La Política de Comunicación prevé como fuentes de financiamiento de nuestros medios la venta de productos y servicios, la cooperación internacional, la publicidad, el patrocinio, entre otras modalidades.”
Garcés concluyó su intervención afirmando que “el futuro de la Revolución cubana se juega en los terrenos económico y político, pero también y con mucha fuerza, o incluso especialmente, en el campo simbólico.”
En la sesión de la mañana se presentó al plenario el Comité Nacional de la UPEC, integrado por 25 miembros de los diferentes medios de prensa del país.
El panel “¿Cómo contribuir desde la prensa y el periodismo cubanos a la implementación de la Política de Comunicación?” invitó a miembros de la UPEC y delegados al congreso a tomar la palabra, en intervenciones oportunas, sagaces y reflexivas sobre el papel de la prensa en la sociedad cubana actual.
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