El esfuerzo forma parte de un programa integral, que se prevé supere el año de duración, y que abarcará el resto de las entidades participantes en el proceso de edición, producción y distribución de la prensa en el país.
Esta primera etapa es la más compleja, pues la UEB Gráfica La Habana, al detenerse la de Villa Clara, ha asumido un alto volumen de impresión –al que tenía, se le suma el de la región central– correspondiente a las tiradas de Granma, Juventud Rebelde, Trabajadores y los periódicos provinciales del centro de la Isla.
El poligráfico habanero posee máquinas que datan de la década del 80 del siglo pasado, para las que ya no se fabrican piezas de repuesto y, de ejecutarse, resultaría muy complejo y costoso sustituirlas.
Este proceso ha impactado negativamente en la distribución de la prensa en el centro y el occidente de Cuba, por la demora del proceso de impresión en las condiciones descritas y la complejidad extra de transportar los periódicos a través de distancias mucho más largas. En el caso específico de la Isla de la Juventud, la suspensión de los vuelos debido al deterioro del clima ha influido en el retraso de los periódicos.
Al interior de los medios de prensa se han tomado medidas organizativas, como adelantar los horarios de cierre, en tanto el Grupo Empresarial Correos de Cuba mantiene los aseguramientos necesarios para, en la medida de lo posible, garantizar la transportación y la llegada a los territorios de destino en los plazos razonables.
No obstante, debido a las irregularidades anteriormente señaladas, hasta tanto no concluya dicho proceso de reconversión tecnológica, se pueden producir afectaciones en el servicio de entrega de la prensa a los suscriptores estatales y particulares, y en su comercialización a la población.
Todos los periódicos mantendrán sus niveles de tiradas y su frecuencia de circulación durante el proceso inversionista.
(Tomado de Granma)
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