miércoles, 11 de abril de 2018

'Ataques químicos' en Siria: Fabricación, engaños, bombardeos "hermosos" y muy mala memoria


'Una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad', es uno de los principios de la propaganda de Joseph Goebbels y viene como anillo al dedo para ver lo que ha ocurrido y ocurre en Siria respecto a los repetidos 'ataques químicos' de los que se hace eco Occidente.

El 4 de abril de 2017 se produjo un supuesto ataque químico en la localidad siria de Jan Sheijun (provincia de Idlib) con gas sarín durante los combates entre las Fuerzas gubernamentales de Damasco y la oposición armada, que controlaba la ciudad. La acción se cobró decenas de vidas, entre ellas muchos niños y dejó numerosos heridos. Numerosos expertos pusieron en tela de juicio el ataque y a pocos les importó que 3 años antes Siria se hubiera deshecho de su arsenal químico con supervisión internacional.

Aquí algunos ejemplos:

Profesor del MIT evidencia falsedad del informe de EE.UU. sobre ataque químico en Siria
ONG Médicos Suecos para los DDHH acusó a los Cascos Blancos de "falsificar videos"
"Todos los precursores químicos salieron de Siria en 2014 con ayuda de EE.UU."
Rusia muestra las fotos que desmentirían el uso de gas sarín en Siria

Las únicas 'pruebas' del uso de armas químicas en Siria fueron dos videos de los Cascos Blancos, supuestamente grabados en el lugar de los hechos momentos después del ataque. A diferentes expertos les llamó la atención el hecho de que durante el supuesto ataque, los Cascos Blancos que estaban en el lugar y sin protección no resultaran envenenados con el gas sarín.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió y se vetó una resolución de EE.UU. respecto a Siria.
En respuesta, Washington acusó sin pruebas a Damasco de usar armas químicas y decidió realizar su primer ataque militar contra Siria como 'castigo' el 7 de abril, lanzando 59 misiles Tomahawk desde los destructores USS Ross y USS Porter.

Todo lo anterior parece que se desarrolló la semana pasada y parte de esta, pero les recuerdo que ocurrió hace un año.

No fue el primer 'ataque químico' atribuido al gobierno de Bashar al Assad y mucho menos el último.

Reuters

Aniversario

Para conmemorar el aniversario, parece, en plena vorágine por el 'caso Skripal', se produjo otro presunto ataque químico con cloro y sarín: el 7 de abril de 2018 un grupo rebelde sirio acusó al Ejército del Gobierno sirio de haber arrojado desde un helicóptero esa noche una bomba de barril que contenía químicos venenosos sobre civiles en Guta Oriental. Una organización de ayuda médica anunció que 35 personas habrían muerto por ataques químicos en la zona, informó Reuters.
 

 Trump, presidente a pesar del Club Bilderberg
Múltiples reportes en las redes sociales sobre el supuesto ataque químico difieren respecto a la cantidad de posibles víctimas mortales. Varios medios, algunos de los cuales citan a los Cascos Blancos, informan que de 75 a 150 personas murieron y centenares resultaron heridas tras el incidente.

Otra vez volvemos a tener los mismos elementos: falta de pruebas, Cascos Blancos y todo Occidente señalando a Bashar al Assad y responsabilizando de paso a Rusia e Irán, los aliados de Damasco.

A nadie le importa que en las muestras del suelo tomadas en la zona no tengan rastros de los mencionados agentes químicos ni que en el único hospital de la zona  no haya rastros de afectados. Solo un video, que ya muchos medios —parece que algo han aprendido de fabricaciones anteriores— tachan de "imágenes sin comprobar" o "presunto ataque", es la prueba fehaciente para que Donald Trump y el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, vuelvan a pedir la cabeza de Assad.

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