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La aplicación del medicamento Heberprot-P
a cerca de 290 mil pacientes en decenas de países demuestra la
posibilidad de una cura para la cicatrización de las heridas complejas,
las úlceras isquémicas y las resultantes del pie diabético, lo cual
incrementa la frecuencia de formación de granulación efectiva en las
lesiones tratadas y por ende, reduce los riesgos de amputación.
El fármaco, elaborado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba, contiene como ingrediente farmacéutico activo al factor de crecimiento epidérmico humano recombinante, un péptido de 53 aminoácidos que cuando se acopla a su receptor activa el metabolismo anabólico, promoviendo síntesis de aminoácidos y de proteínas, obteniendo como resultado la división celular.
Al producto se le considera único y primero en su clase, se administra directamente en los tejidos ulcerados del diabético, generando una granulación acelerada de las lesiones. Sus principios básicos parten de investigaciones realizadas por el científico estadounidense Stanley Cohen en los años 60 a partir de observar la conducta en muchas especies de animales de lamer las heridas, aplicando abundante saliva en las aperturas del la piel, rasgo que también lo hacen los humanos, sobre todo cuando se lesionan los dedos ya sea por quemaduras o cortes.
El doctor Manuel Raíces Pérez-Castañeda narra que en el año 1962, el propio profesor Cohen logra purificar al Factor de Crecimiento Epidérmico, pensando que en un futuro esta molécula pudiera emplearse en terapias de cicatrización, pero en esa época la tecnología aún no podía purificarla en grandes cantidades.
«A partir de los años 80, con el desarrollo de la ingeniería genética le fue posible a los científicos mover genes de una célula hospedera inicial a otra más fácil de manipular, principalmente dentro de fermentadores microbianos como bacterias y levaduras, desarrollando procesos biotecnológicos rápidos, eficaces y sofisticados. Esas bacterias y levaduras podían fabricar moléculas complejas de alto valor terapéutico a costos atractivos y en plazos de tiempo muy breves», destaca el investigador cubano, miembro del grupo de promoción y comunicación del CIGB.
Cuba se involucró en los experimentos de clonaje de genes desde los años 80 del siglo pasado, estando entre los países pioneros del mundo en asimilar estas nuevas biotecnologías. El factor de crecimiento epidérmico estuvo entre las primeras moléculas clonadas y obtenidas por ingeniería genética en nuestro país, lográndose adicionar a la sulfadiazina de plata, que se empleaba en el tratamiento de quemaduras. De esta forma se produjo el medicamento Hebermin, en la actualidad presente en las unidades de quemados del sistema de salud nacional, que permite la evolución positiva en pacientes con quemaduras de primer grado en extensiones corporales grandes.
Para 1994, el investigador cubano Jorge Berlanga, integrante del grupo de cicatrización del área de investigaciones biomédicas del CIGB, desarrolla un modelo en ratones para estudiar el uso del factor de crecimiento epidérmico en el manejo de la neuropatía, una de las complicaciones de la diabetes.
Esta investigación consistió en cortar el nervio ciático en las extremidades de las ratas e inyectar la molécula de factor de crecimiento epidérmico para estimular la regeneración de células nerviosas en el sitio de corte. En caso que esta regeneración ocurriese, era de esperar que pudiese ser medida al aparecer variaciones y mejoras en la velocidad del impulso nervioso de un extremo del nervio al otro, a través del sitio de corte. «El propósito fundamental era revelar si con la infiltración del medicamento podía lograrse una regeneración del nervio ciático y con ello, un manejo de la neuropatía. Aquí estuvo la génesis del Heberprot-P», afirma el doctor Raíces.
«Berlanga comienza a apreciar que los animales que recibían la inyección de factor de crecimiento epidérmico no desarrollaban úlceras y tampoco perdían los dedos. Sin embargo, los animales control negativo o placebo que recibían inyecciones de agua, en ellos sí aparecía la formación de llagas y perdían las extremidades», explica el científico.
Se abrió entonces la puerta a la investigación para el manejo de las úlceras del pie diabético, con afectación severa en las terminaciones nerviosas de las extremidades. Hasta ese momento (1994), los investigadores y los clínicos que trataban las úlceras diabéticas incorporaban como procedimientos terapéuticos mayoritarios las aplicaciones tópicas de diferentes ingredientes farmacéuticos activos sobre las superficies de las lesiones, por lo cual el empleo de un factor de crecimiento infiltrado en la lesión significaba un cambio notable y algo pionero en el manejo de esta patología.
Ya para el 2001 se solicita a la autoridad regulatoria cubana el permiso para pasar a un ensayo clínico en humanos, y el primer ensayo clínico Fase I se realiza en 29 pacientes nacionales con úlceras complejas en sus extremidades que tenían alto criterio de amputación. «Estos experimentos se realizan en el Instituto Nacional de Angiología y Cirugía Vascular por médicos especialistas familiarizados con el manejo de estas úlceras. Ellos validaron la nueva terapia, porque en esa primera prueba, alrededor del 59% del total de los pacientes evaluados lograron cicatrizar sus heridas», comenta el doctor Raíces.
Desde el 2001 hasta el 2005 se iniciaron y concluyeron los ensayos clínicos II y III en diferentes centros del sistema nacional de salud. En estos escenarios se logró que cerca del 86% de las personas con lesiones diabéticas complejas lograsen sanar sus heridas mostrando altos por cientos de granulación efectiva y de cicatrización total.
Para el siguiente año se registra la terapia en la Mayor de las Antillas y a partir de ahí comienza otro reto para los científicos, el de capacitar a los médicos en el manejo terapéutico del Heberprot-P; para ello se entrenaron cirujanos vasculares, angiólogos, podólogos, enfermeras intensivistas, etc.
Este programa de extensión nacional comenzó en el año 2007 y al cabo de 10 años, se utiliza en 458 unidades de salud presentes en las 15 provincias nacionales y el municipio especial Isla de la Juventud. Gracias a los resultados logrados se ha visto como los propios pacientes, sus familiares y el personal de salud involucrado, se han vuelto promotores en difundir el uso del fármaco. «Lo principal en este estudio consistió en llevar un conteo estadístico riguroso de los casos tratados para medir los resultados, detectar errores, rectificarlos y seguir adelante» aseveró el investigador.
Durante los años 2010 y 2011 se estudiaron en siete hospitales cubanos los resultados que lograban los médicos que usaban la terapia Heberprot-P y los de los médicos que todavía no la habían incorporado en sus procederes. La compilación de esos datos en tres ocasiones mostró que los pacientes ingresados en hospitales con úlceras complejas, si no recibían Heberprot-P alrededor del 29,6 % de ellos terminaban en amputación. Sin embargo, aquellos pacientes que en condiciones de ingreso recibían la terapia, la frecuencia de amputación estuvo en un 5,6%, prácticamente cuatro veces menor.
Durante el 2012 y 2013 se hizo un estudio de poscomercialización o fase cuatro, donde se estudiaron alrededor de 2 000 pacientes cubanos que habían recibido la terapia. Esto dio lugar a dos publicaciones internacionales muy importantes en el año 2013, que permitieron mostrar los beneficios del uso del Heberprot-P en el manejo de úlceras del pie diabético.
Las ventajas fueron tan notorias que en el año 2013, el medicamento se incluyó dentro del cuadro básico de medicamentos y prácticamente desde esa fecha hasta la actualidad ya es una norma su uso generalizado dentro del país, resume el doctor.
En la actualidad Cerca de 458 unidades de salud, pertenecientes a la atención primaria, secundaria y terciaria, aplican a sus pacientes la terapia Heberprot-P. Ellas han divulgado las propiedades farmacológicas del fármaco en cuanto a que permite el establecimiento y consolidación de un tejido de granulación útil y productiva en pacientes con dificultad para cicatrizar, ello incluye la angiogénesis (formación de vasos sanguíneos nuevos) en el sitio de la herida.
Dentro de los centros cubanos que hoy usan el Heberprot-P está la clínica de Atención al Diabético en La Habana. En esa institución se ha apreciado cómo el medicamento estimula la fase secretora dentro de la granulación, particularmente en los pacientes neuropáticos, produce la concentración de la herida y su remodelación, algo sustentado por la doctora Ana Ibis Conesa González, especialista de 2do grado en Endocrinología.
Ella aseguró que los pacientes captados para la terapia presentan úlceras abiertas, con lesiones micóticas, infecciones o insuficiencia arterial. Antes de aplicar el medicamento se evalúan los controles metabólicos del paciente y se llevan a su estándar normal. Igualmente tratan con antibióticos las sepsis. El tratamiento lo administra el angiólogo o los licenciados en enfermería o podología.
La licenciada en enfermería Ivón Gómez Jiménez asegura que recibió un entrenamiento a través de un diplomado sobre las patologías del pie diabético, en el cual se incluyó la administración del Heberprot-P. Aprendió que el producto se aplica dentro y alrededor de las lesiones.
El fármaco, diluido en 5 mililitros de agua destilada, se infiltra con una aguja adecuada en las lesiones, a una profundidad de 0.1cm. El tratamiento se recibe de forma ambulatoria y luego, el paciente debe vendarse y caminar lo menos posible. Cuando la granulación sea adecuada es seguido por el endocrino en consulta con curas tópicas hasta su curación.
Para todos los entrevistados, el Heberprot-P ofrece muchas ventajas terapéuticas por lo acelerado de la cicatrización y que le sirve a todos los sistemas nacionales de salud para disminuir las amputaciones de las extremidades inferiores.
Actualmente, el Heberprot-P está registrado y se emplea con eficacia en varias naciones, incluido Estados Unidos, país en el cual la compañía cubana Heber Biotec y la estadounidense Mercurio Biotec acordaron recientemente unir esfuerzos para llevar la terapia de ese medicamento a pacientes con úlcera del pie diabético en territorio norteamericano, una vez aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de esa nación (la FDA, por sus siglas en inglés).
Cerca de un millón de pacientes estadounidenses debutan con úlcera del pie diabético anualmente, complicación que aumenta el riesgo de amputaciones de las extremidades inferiores. En cinco años, la cantidad de amputados en EE. UU. ha aumentado de 73 000 a 85 000, con negativas consecuencias para las familias y los sistemas de salud, afectaciones sociales y económicas.
75 102 fueron tratados del 2007 al 2017.
Sólo en el 2017 se trataron 12 574 pacientes
El fármaco, elaborado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba, contiene como ingrediente farmacéutico activo al factor de crecimiento epidérmico humano recombinante, un péptido de 53 aminoácidos que cuando se acopla a su receptor activa el metabolismo anabólico, promoviendo síntesis de aminoácidos y de proteínas, obteniendo como resultado la división celular.
Al producto se le considera único y primero en su clase, se administra directamente en los tejidos ulcerados del diabético, generando una granulación acelerada de las lesiones. Sus principios básicos parten de investigaciones realizadas por el científico estadounidense Stanley Cohen en los años 60 a partir de observar la conducta en muchas especies de animales de lamer las heridas, aplicando abundante saliva en las aperturas del la piel, rasgo que también lo hacen los humanos, sobre todo cuando se lesionan los dedos ya sea por quemaduras o cortes.
El doctor Manuel Raíces Pérez-Castañeda narra que en el año 1962, el propio profesor Cohen logra purificar al Factor de Crecimiento Epidérmico, pensando que en un futuro esta molécula pudiera emplearse en terapias de cicatrización, pero en esa época la tecnología aún no podía purificarla en grandes cantidades.
«A partir de los años 80, con el desarrollo de la ingeniería genética le fue posible a los científicos mover genes de una célula hospedera inicial a otra más fácil de manipular, principalmente dentro de fermentadores microbianos como bacterias y levaduras, desarrollando procesos biotecnológicos rápidos, eficaces y sofisticados. Esas bacterias y levaduras podían fabricar moléculas complejas de alto valor terapéutico a costos atractivos y en plazos de tiempo muy breves», destaca el investigador cubano, miembro del grupo de promoción y comunicación del CIGB.
Cuba se involucró en los experimentos de clonaje de genes desde los años 80 del siglo pasado, estando entre los países pioneros del mundo en asimilar estas nuevas biotecnologías. El factor de crecimiento epidérmico estuvo entre las primeras moléculas clonadas y obtenidas por ingeniería genética en nuestro país, lográndose adicionar a la sulfadiazina de plata, que se empleaba en el tratamiento de quemaduras. De esta forma se produjo el medicamento Hebermin, en la actualidad presente en las unidades de quemados del sistema de salud nacional, que permite la evolución positiva en pacientes con quemaduras de primer grado en extensiones corporales grandes.
Para 1994, el investigador cubano Jorge Berlanga, integrante del grupo de cicatrización del área de investigaciones biomédicas del CIGB, desarrolla un modelo en ratones para estudiar el uso del factor de crecimiento epidérmico en el manejo de la neuropatía, una de las complicaciones de la diabetes.
Esta investigación consistió en cortar el nervio ciático en las extremidades de las ratas e inyectar la molécula de factor de crecimiento epidérmico para estimular la regeneración de células nerviosas en el sitio de corte. En caso que esta regeneración ocurriese, era de esperar que pudiese ser medida al aparecer variaciones y mejoras en la velocidad del impulso nervioso de un extremo del nervio al otro, a través del sitio de corte. «El propósito fundamental era revelar si con la infiltración del medicamento podía lograrse una regeneración del nervio ciático y con ello, un manejo de la neuropatía. Aquí estuvo la génesis del Heberprot-P», afirma el doctor Raíces.
«Berlanga comienza a apreciar que los animales que recibían la inyección de factor de crecimiento epidérmico no desarrollaban úlceras y tampoco perdían los dedos. Sin embargo, los animales control negativo o placebo que recibían inyecciones de agua, en ellos sí aparecía la formación de llagas y perdían las extremidades», explica el científico.
Se abrió entonces la puerta a la investigación para el manejo de las úlceras del pie diabético, con afectación severa en las terminaciones nerviosas de las extremidades. Hasta ese momento (1994), los investigadores y los clínicos que trataban las úlceras diabéticas incorporaban como procedimientos terapéuticos mayoritarios las aplicaciones tópicas de diferentes ingredientes farmacéuticos activos sobre las superficies de las lesiones, por lo cual el empleo de un factor de crecimiento infiltrado en la lesión significaba un cambio notable y algo pionero en el manejo de esta patología.
Evolución de la investigación
Las investigaciones hasta el año 2001 se dedicaron a demostrar la eficacia y bioseguridad de la nueva terapia de animales, comparando las ventajas que representaba inyectar el factor de crecimiento epidérmico en las heridas contra aplicarlo tópicamente. En otra segunda línea de experimentos se demostró además que en los planos más profundos de los tejidos habían mayor cantidad de receptores para el factor de crecimiento epidérmico que en las células que están en la superficie, por lo que la opción de infiltrar el factor de crecimiento epidérmico, se consolidó con fuertes avales científicos que se publicaron en revistas internacionales de excelencia.Ya para el 2001 se solicita a la autoridad regulatoria cubana el permiso para pasar a un ensayo clínico en humanos, y el primer ensayo clínico Fase I se realiza en 29 pacientes nacionales con úlceras complejas en sus extremidades que tenían alto criterio de amputación. «Estos experimentos se realizan en el Instituto Nacional de Angiología y Cirugía Vascular por médicos especialistas familiarizados con el manejo de estas úlceras. Ellos validaron la nueva terapia, porque en esa primera prueba, alrededor del 59% del total de los pacientes evaluados lograron cicatrizar sus heridas», comenta el doctor Raíces.
Desde el 2001 hasta el 2005 se iniciaron y concluyeron los ensayos clínicos II y III en diferentes centros del sistema nacional de salud. En estos escenarios se logró que cerca del 86% de las personas con lesiones diabéticas complejas lograsen sanar sus heridas mostrando altos por cientos de granulación efectiva y de cicatrización total.
Para el siguiente año se registra la terapia en la Mayor de las Antillas y a partir de ahí comienza otro reto para los científicos, el de capacitar a los médicos en el manejo terapéutico del Heberprot-P; para ello se entrenaron cirujanos vasculares, angiólogos, podólogos, enfermeras intensivistas, etc.
Este programa de extensión nacional comenzó en el año 2007 y al cabo de 10 años, se utiliza en 458 unidades de salud presentes en las 15 provincias nacionales y el municipio especial Isla de la Juventud. Gracias a los resultados logrados se ha visto como los propios pacientes, sus familiares y el personal de salud involucrado, se han vuelto promotores en difundir el uso del fármaco. «Lo principal en este estudio consistió en llevar un conteo estadístico riguroso de los casos tratados para medir los resultados, detectar errores, rectificarlos y seguir adelante» aseveró el investigador.
Durante los años 2010 y 2011 se estudiaron en siete hospitales cubanos los resultados que lograban los médicos que usaban la terapia Heberprot-P y los de los médicos que todavía no la habían incorporado en sus procederes. La compilación de esos datos en tres ocasiones mostró que los pacientes ingresados en hospitales con úlceras complejas, si no recibían Heberprot-P alrededor del 29,6 % de ellos terminaban en amputación. Sin embargo, aquellos pacientes que en condiciones de ingreso recibían la terapia, la frecuencia de amputación estuvo en un 5,6%, prácticamente cuatro veces menor.
Durante el 2012 y 2013 se hizo un estudio de poscomercialización o fase cuatro, donde se estudiaron alrededor de 2 000 pacientes cubanos que habían recibido la terapia. Esto dio lugar a dos publicaciones internacionales muy importantes en el año 2013, que permitieron mostrar los beneficios del uso del Heberprot-P en el manejo de úlceras del pie diabético.
Las ventajas fueron tan notorias que en el año 2013, el medicamento se incluyó dentro del cuadro básico de medicamentos y prácticamente desde esa fecha hasta la actualidad ya es una norma su uso generalizado dentro del país, resume el doctor.
Aplicación del medicamento
En la actualidad Cerca de 458 unidades de salud, pertenecientes a la atención primaria, secundaria y terciaria, aplican a sus pacientes la terapia Heberprot-P. Ellas han divulgado las propiedades farmacológicas del fármaco en cuanto a que permite el establecimiento y consolidación de un tejido de granulación útil y productiva en pacientes con dificultad para cicatrizar, ello incluye la angiogénesis (formación de vasos sanguíneos nuevos) en el sitio de la herida.
Dentro de los centros cubanos que hoy usan el Heberprot-P está la clínica de Atención al Diabético en La Habana. En esa institución se ha apreciado cómo el medicamento estimula la fase secretora dentro de la granulación, particularmente en los pacientes neuropáticos, produce la concentración de la herida y su remodelación, algo sustentado por la doctora Ana Ibis Conesa González, especialista de 2do grado en Endocrinología.
Ella aseguró que los pacientes captados para la terapia presentan úlceras abiertas, con lesiones micóticas, infecciones o insuficiencia arterial. Antes de aplicar el medicamento se evalúan los controles metabólicos del paciente y se llevan a su estándar normal. Igualmente tratan con antibióticos las sepsis. El tratamiento lo administra el angiólogo o los licenciados en enfermería o podología.
La licenciada en enfermería Ivón Gómez Jiménez asegura que recibió un entrenamiento a través de un diplomado sobre las patologías del pie diabético, en el cual se incluyó la administración del Heberprot-P. Aprendió que el producto se aplica dentro y alrededor de las lesiones.
El fármaco, diluido en 5 mililitros de agua destilada, se infiltra con una aguja adecuada en las lesiones, a una profundidad de 0.1cm. El tratamiento se recibe de forma ambulatoria y luego, el paciente debe vendarse y caminar lo menos posible. Cuando la granulación sea adecuada es seguido por el endocrino en consulta con curas tópicas hasta su curación.
Para todos los entrevistados, el Heberprot-P ofrece muchas ventajas terapéuticas por lo acelerado de la cicatrización y que le sirve a todos los sistemas nacionales de salud para disminuir las amputaciones de las extremidades inferiores.
Actualmente, el Heberprot-P está registrado y se emplea con eficacia en varias naciones, incluido Estados Unidos, país en el cual la compañía cubana Heber Biotec y la estadounidense Mercurio Biotec acordaron recientemente unir esfuerzos para llevar la terapia de ese medicamento a pacientes con úlcera del pie diabético en territorio norteamericano, una vez aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de esa nación (la FDA, por sus siglas en inglés).
Cerca de un millón de pacientes estadounidenses debutan con úlcera del pie diabético anualmente, complicación que aumenta el riesgo de amputaciones de las extremidades inferiores. En cinco años, la cantidad de amputados en EE. UU. ha aumentado de 73 000 a 85 000, con negativas consecuencias para las familias y los sistemas de salud, afectaciones sociales y económicas.
En cifras
Unos 283 000 pacientes fueron tratados con el Heberprot-P desde los inicios de su aplicación hasta el 201775 102 fueron tratados del 2007 al 2017.
Sólo en el 2017 se trataron 12 574 pacientes
Provincias cubanas con mayor cantidad de casos tratados
- Pinar del Río
- Santiago de Cuba
- La Habana
- Holguín
- Sancti Spíritus
Países que utilizan el Heberprot-P
País PacientesVenezuela | 190 481 |
Argentina | 4487 |
Ecuador | 2375 |
Turquía | 5800 |
Argelia | 2170 |
Libia | 115 |
República Dominicana | 674 |
Panamá | 102 |
Uruguay | 73 |
Georgia | 50 |
China | 107 |
Guatemala | 40 |
Rusia | 174 |
Vietnam | 32 |
Angola | 32 |
México | 28 |
Nicaragua | 282 |
Arabia Saudita | 14 |
Indonesia | 12 |
Seychelles | 10 |
Santa Lucía | 9 |
Filipinas | 8 |
Sri Lanka | 15 |
Sudáfrica | 4 |
Bielorrusia | 33 |
Eslovaquia | 75 |
Paraguay | 2 |
Omán | 3 |
Egipto | 2 |
Jordania | 7 |
Kuwait | 50 |
San Vicente y las Granadinas | 20 |
Registros sanitarios otorgados al Heberprot-P
Cuba | 2006 |
Argelia | 2008 |
Argentina | 2009 |
Uruguay | 2009 |
República Dominicana | 2009 |
Venezuela | 2010 |
Ecuador | 2010 |
Paraguay | 2010 |
Colombia | 2011 |
Ucrania | 2011 |
Vietnam | 2012 |
Filipinas | 2012 |
Panamá | 2012 |
El Salvador | 2013 |
Costa Rica | 2013 |
Rusia | 2014 |
Bielorrusia | 2014 |
Turquía | 2014 |
Perú | 2014 |
Nicaragua | 2016 |
Kuwait | 2017 |
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