Por el profesor Enrique Martínez
No
pueden entender los imperialistas nuestro proceso de elecciones ni
nuestra democracia (hablo de los imperialistas porque los vendepatrias
no merecen explicación). El principal responsable de que votemos de
manera diferente y de que tengamos una democracia diferente es Fidel
Castro, porque es el mejor intérprete de Martí y uno de los principales
actores de la Revolución que se inició en 1868. (Por cierto, ahora anda
por ahí, cabalgando al frente de una enorme legión alada de agradecidos
de todo el mundo, como dice Raúl Torres en su canción).
Desde
1492 nos impusieron una manera de pensar y valorar. Después, aquella
cosmovisión religiosa, paradigma del medioevo como advierte Frei Betto,
la transformaron en racionalidad, ética y moral, para que sirviera de
paradigma de la modernidad. Pero nada; era un eurocentrismo extendido en
gran parte del mundo; hasta que los yanquis impusieron su hegemonía
anglosajona y convirtieron aquel eurocentrismo en occidentalismo, cuya
epistemología hunde sus raíces en Roma y las “antiguas culturas
universales”. Pero ahí no cuentan ni las culturas asiática, africana, ni
latinoamericana. Por ello no pueden entender que votemos de forma
diferente ni que tengamos una democracia diferente.
Hay países donde luchan 5 o 6 partidos por el poder, o 7 u 8 partidos. ¿Tiene que ser así? ¿Entonces por qué en EEUU solo hay dos? ¿Por qué nosotros no podemos tener uno que no vote en elecciones?
Total,
los imperialistas romanos no tenían partidos. Y allí la democracia no
incluía a los esclavos; como en Atenas, eran esclavos adquiridos a
través de las guerras. Tampoco los yanquis incluyen a los negros que
asesinan todos los días, ni a los pobres, ni a la clase media, ni a
muchos “ricos”: son excluidos como los esclavos de Roma o Atenas.
¿Para
qué sirven la democracia y las elecciones? ¿No son acaso medios para un
fin, para el bienestar de la nación, del “demos”? ¿Para qué sirven la
democracia y las elecciones en EEUU si tienen 16 millones de personas
que no saben leer ni escribir y un chorro de gente que duerme en las
calles y se come el desecho de los demás?
Evidentemente,
no pensamos igual. La epistemología viene cambiando y las escalas de
valores divergen. Por favor, no se metan con nuestra democracia. Si allí
la democracia y las elecciones solo sirven para enriquecer a los que
lleguen y entretener a quienes ni pueden soñar, en Cuba tratamos de ver
las cosas de un modo diferente.
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