EE.UU.
se queda aislado por segunda vez, en menos de un año, en la Asamblea
General de la ONU. Después del tema de las sanciones de Cuba, ahora
queda golpeado por el duro revés de la comunidad internacional por el
asunto de Jerusalén.
En el siguiente artículo estudiamos la
polémica postura del presidente de EE.UU. hacia Jerusalén, y la reacción
que ha provocado en la comunidad internacional, incluso en sus aliados
más cercanos.
Trump declara a Jerusalén como capital israelí
El pasado 6 de diciembre, como un regalo de año nuevo para los
israelíes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, reconoció oficialmente
a Jerusalén como capital de Israel, asegurando que dicha decisión
debería haberse tomado hace mucho tiempo. Además, afirmó que el
Departamento de Estado estadounidense va a iniciar preparativos para
trasladar la misión diplomática de EEUU a la ciudad santa.
Su decisión viene en el marco de la relación estratégica y muy
cercana que mantiene con el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu.
Después de la llegada de Trump a la presidencia de EE.UU., el régimen
israelí ha endurecido su política ocupacionista, al expandir los asentamientos ilegales.
Y ahora, aprovechando la presencia de Trump, intenta materializar su
primer objetivo, que es la judaización de Jerusalén, Al Quds.
Sin embargo, los intentos de Trump y Netanyahu, hasta el momento, se
encuentran en un callejón sin salida y, además, han tenido un efecto
negativo que ha provocado un mayor aislamiento para ambos, a nivel
internacional.
Aislamiento histórico de EE.UU. y el protagonismo de Palestina
Nada más anunciada oficialmente la decisión de EE.UU. hacia
Jerusalén, diferentes países del mundo, ya fueran musulmanes o no
musulmanes, rechazaron la postura respecto a esta parte santa del mundo,
que es respetada por cristianos, musulmanes y judíos. En
este contexto, cabe señalar que se han producido masivas protestas de
forma diaria, en diferentes países del mundo, donde la multitud quema
las banderas de EEUU e Israel, además de las imágenes de Trump y
Netanyahu.
Incluso los aliados cercanos a EE.UU. rechazaron su estrategia en dos
oportunidades, tanto en el Consejo de Seguridad de la ONU como en la
Asamblea General de la ONU.
En el primer caso, Egipto redactó el borrador de una resolución en el
Consejo de Seguridad de la ONU en apoyo de los palestinos, en la que se
reitera la doctrina de la ONU sobre Jerusalén y lamenta las "recientes
decisiones" sobre el estatus de la ciudad, en referencia a la medida de
Trump, que no menciona explícitamente. Además, pedía rescindir toda
decisión contraria a lo fijado por las Naciones Unidas con respecto a
Jerusalén y, específicamente, llama a todos los países a evitar
establecer misiones diplomáticas en la ciudad. En la reunión, catorce de
los quince países del Consejo de Seguridad, incluidos los aliados más
cercanos de Washington, apoyaron el texto, ilustrando el aislamiento
estadounidense.
Después de este día trágico para EE.UU., el presidente estadounidense
Donald Trump lamentó la decisión y amenazó con cortar la ayuda
financiera, a los países que voten a favor de un proyecto de resolución
en la Asamblea General de las Naciones Unidas contra su decisión sobre
Jerusalén.
Sin embargo, Washington sufrió otra gran derrota en la Asamblea General de la ONU, donde 128 países miembros apoyaron la resolución a favor de Palestina y contra EE.UU..
Lo importante residió en que una vez más, los países aliados cercanos
de Washington se plantaron en su contra y los que defendieron la postura
de EE.UU., fueron países muy débiles económica y políticamente, y que
necesitan la ayuda de esa nación.
De esta forma, EE.UU. se quedó aislado políticamente en la escena
internacional, pero no todo acabó ahí. Esta postura de Washington hacia
la Causa Palestina tuvo otra consecuencia trascendental; el
reconocimiento de la posición de Palestina en el mundo. De hecho, el
voto de 128 países a favor de la resolución, demostró que ya la causa
palestina es internacional. En este mismo contexto, el presidente
francés, Emmanuel Macron, dijo que su país reconocerá oficialmente a Estado palestino
en el momento oportuno. Algo que podría interpretarse como el
seguimiento de la ola de reconocimiento de Palestina por los países
europeos y el aislamiento del régimen israelí.
EE.UU. más aislado que nunca con Trump
Desde la llegada de Trump a la presidencia de EE.UU., el país se ha
sumergido en un caos sin precedente en sus relaciones con otros países,
incluso con sus aliados cercanos, debido a las decisiones de este
presidente. De hecho, él ha decidido retirarse de todos los convenios y
tratados firmados entre EE.UU. y otros países u organizaciones si no ve
los beneficios.
En este mismo contexto, Washington descertificó el acuerdo nuclear
iraní logrado entre Irán y el Grupo 5+1, que también fue ratificado por
el Consejo de Seguridad de la ONU, pese a la oposición internacional,
incluidos sus aliados. Además, no cumplió con el acuerdo de
normalización de lazos con Cuba, algo que se había logrado después de
varias décadas, y que buscaba poner fin a más de medio siglo de
conflicto y tensión entre la Habana y Washington. A esto, hay que sumar
la retirada de EE.UU. del acuerdo de París contra el cambio climático,
pese a la evidente urgencia del tema y que todos sus aliados y grandes
potencias del mundo lo ratificaron.
Considerando el conjunto de los hechos mencionados más arriba, se
puede concluir que la falta de experiencia de Trump en el área
diplomática, está dañando la posición de Washington en la escena
internacional, de tal forma que ya en los acuerdos y decisiones que
requieren el acompañamiento de otros países, EE.UU. se ha quedad
marginado, ya no es confiable, y su peso político se está reduciendo,
tal como lo demostró la reciente votación de la Asamblea General de la
ONU sobre Jerusalén.
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