A la agresión instrumentada contra Cuba,
a partir de las falsas acusaciones de imaginarios ataques acústicos que
alega Washington presuntamente sufrieron sus diplomáticos en La Habana,
ahora se suman el The Wall Street Journal y el Pittsburgh Post-Gazette,
dos medios de públicos muy específicos. Veamos las razones de su
implicación en una trama política aparentemente alejada de sus líneas
editoriales.
The Wall Street Journal se caracteriza por sus publicaciones dirigidas en lo fundamental a personas vinculadas a los negocios y a las actividades económicas, temas que constituyen la línea vertebral de su accionar periodístico, sin embargo, irrumpe en el escenario de esta bien elaborada trama con un artículo de agresivo título, “Es hora de hacer que Cuba pague por sus crímenes”, en el que cita las declaraciones de Rex Tillerson en las cuales este expresó que se trataba de un asunto muy serio por los supuestos daños sufridos por los diplomáticos norteamericanos, asimismo el medio da continuidad a la instauración de la matriz de opinión de que en Cuba impera un régimen totalitario cuyos cuerpos de seguridad lo controlan todo por lo que resulta imposible que se encuentren al margen o desconozcan los autores de los supuestos ataques, ahora.
El causar daño económico y restar apoyo al proceso de normalización de las relaciones entre EE.UU y Cuba en la opinión pública norteamericana forma parte de los objetivos de esta nueva agresión contra nuestro país, pero olvidan lo que dijo Abraham Lincoln que, “no se puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo”.
(Tomado de PostC
The Wall Street Journal se caracteriza por sus publicaciones dirigidas en lo fundamental a personas vinculadas a los negocios y a las actividades económicas, temas que constituyen la línea vertebral de su accionar periodístico, sin embargo, irrumpe en el escenario de esta bien elaborada trama con un artículo de agresivo título, “Es hora de hacer que Cuba pague por sus crímenes”, en el que cita las declaraciones de Rex Tillerson en las cuales este expresó que se trataba de un asunto muy serio por los supuestos daños sufridos por los diplomáticos norteamericanos, asimismo el medio da continuidad a la instauración de la matriz de opinión de que en Cuba impera un régimen totalitario cuyos cuerpos de seguridad lo controlan todo por lo que resulta imposible que se encuentren al margen o desconozcan los autores de los supuestos ataques, ahora.
¿Por qué este artículo con estos mensajes del The Wall Street Journal?
Este es un medio de tendencia conservadora de considerable influencia en el mundo de los negocios y la economía, por lo que el título de su artículo y su contenido que sugieren la necesidad de aplicar medidas aún más agresivas contra Cuba, que dada las características del medio podría interpretarse que pudieran estar encaminadas a afectar los sectores que ya mencionamos, constituyen un acto de intimidación hacia personas, empresas u otras entidades interesadas en realizar negocios o invertir en la isla, al crear la incertidumbre sobre posibles acciones de EE.UU. contra estos sectores. La intención no necesita explicación, causar daño económico.¿Cuál es el papel del Pittsburgh Post-Gazette?
Es significativo que un medio local como este, que de acuerdo a la tradición de los de su tipo se enfocan en publicar noticias sobre sus ciudades, se involucre en un tema tan alejado de su entorno geográfico y de sus intereses editoriales, reproduciendo un artículo del Herald al que titula, “En medio de crecientes tensiones con Estados Unidos, Cuba se acerca más a Rusia” y otro de la AP, “¿Sonido peligroso? Lo que escucharon los trabajadores de la embajada estadounidense en Cuba”, es evidente que se trata de un alineamiento inducido por los hilos de poder que diseñaron y ahora adaptan el guion de esta puesta en escena, con la clara intención de ir sensibilizando cada vez más a mayores sectores del público norteamericano con la supuesta ocurrencia de los ataques acústicos y posicionar matrices de opinión contrarias al gobierno cubano, sobre todo en aquellos que han tenido tendencia al acercamiento a nuestro país, como es el caso de las autoridades de la ciudad de Pittsburgh que declararon el 30 de julio del 2016 como el “Día de la amistad entre Cuba y EE.UU.” y hermanaron su ciudad con la de Matanzas. Nada de lo que hacen es por gusto.El causar daño económico y restar apoyo al proceso de normalización de las relaciones entre EE.UU y Cuba en la opinión pública norteamericana forma parte de los objetivos de esta nueva agresión contra nuestro país, pero olvidan lo que dijo Abraham Lincoln que, “no se puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo”.
(Tomado de PostC
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