Por: José Miguel Vázquez.
A partir del momento en que Donald Trump, ganó sorpresivamente las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos, aunque no resultase elegido por el voto popular, en Cuba todos sabíamos que las relaciones con ese país, mejoradas con Barak Obama, iban a cambiar drásticamente.
¿ Cuál fue el primer aviso ? El irrespeto con que Trump, comentó la pérdida de Fidel Castro, al expresar " que se alegraba de la muerte de ese tirano", después vendrían algunas que otras declaraciones ofensivas, hasta que en Miami, en un acto lleno de elementos recalcitrantes de la contrarrevolución, y con la presencia de su principal "asesor" Marco Rubio, perfiló cual sería su política en lo adelante con respecto a Cuba.
Luego empezaron las primeras maniobras, surge de pronto el supuesto ataque sónico que " enfermó" a diplomáticos y familiares estadounidenses en la Habana, cuestión esta negada por Cuba en múltiples ocasiones, pero que fue el " pretexto" esgrimido por Washington para determinar, disminuir drásticamente en personal en Cuba, aunque sin romper relaciones diplomáticas.
Cuba, negó una vez más lo precipitado de esa medida, que sin dudas afectará el normal desarrollo que iban al alcnzando las relaciones entre los dos países.
Pero Trump, muy mal asesorado por Marco Rubio, un político anticubano que aspira a ser presidente algún día. decidió, además suspender por tiempo indefinido el otorgamiento de visas a los cubanos de la isla para viajar a los Estados Unidos.
Como se ve, hay una mala intención con esa decisión, tal parece que con esta medida pretenden crear problemas internos dentro de Cuba, al pensar que las personas comenzarán a crear conflictos de tipo político con el gobierno cubano, creando las condiciones para que se puedan desarrollaser algunas revueltas internas como resultado de esta política.
Pero Trump, Marco Rubio, Tillerson y otros personeros yanquis se equivocan, calculan mal la capacidad de nuestro pueblo de hacer frente a cualquier situación por difícil que se presente.
Cuba ha reiterado una vez más su deseo de resolver este problema de los supuestos ataques sonicos, pero para ello las autoridades norteamericanas son las que tienen que accionar si de veras desean que se aclare este asunto, de no hacerlo se harán cómplices de un invento para dañar las relaciones entre los dos paises.Porque en realidad para muchos cubanos, esta situación es un burdo pretexto que han sacado para dañar las relaciones mutuas.
Por lo demás aqui estamos tranquilos y serenos, sabemos en Cuba que mientras exista un gobierno republicano en Estados Unidos, seguirá el bloqueo, la subversión y las maniobras para desestabilizar nuestro país.
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