que envían viajeros a Cuba,
se están organizando para limitar los daños a sus negocios un mes
después de que el presidente Donald Trump anunció una regresión en la
política emprendida por su predecesor Barack Obama hacia la isla.
“Necesitamos compartir información y hablar con voz unida en temas que son importantes para nosotros”, dijo Michael Sykes, del Cuba Cultural Travel, quien está fundando un grupo de comercio que actualmente cuenta con más de 30 miembros.
El empresario dijo que aunque los cambios anunciados por Trump no dañarán seriamente hasta el momento el negocio, los operadores se han preocupado de estar preparados en todos los detalles.
Trump criticó el mes pasado los esfuerzos emprendidos por su antecesor Obama para promover los lazos culturales y económicos con Cuba, y los calificó de terrible y mal orientado acuerdo.
En su discurso en Miami, Trump anunció que los estadounidenses podían llegar a Cuba bajo el estatus de las 12 categorías de viajes no turísticos y prohibió a los empresarios estadounidenses hacer negocios con entidades de las Fuerzas Armadas de la isla.
Los cruceros están permitidos, dijo el Gobierno de Washington.
Podemos trabajar con los nuevos reglamentos con cambios mínimos, pero se ha echado una cortina sobre el negocio y eso me preocupa en el futuro, dijo el turoperador Steven Cox, presidente de International Expeditions, con sede en Alabama.
Desafortunadamente, la percepción lo es todo. Muchos viajeros estadounidenses no están bien informados y creen que viajar a Cuba está siendo cortado y eso no es cierto, señaló.
Sin embargo, una encuesta de una docena de operadores turísticos mostró que la mayoría no había visto ningún cambio significativo en sus negocios hasta la fecha.
Cafferty dijo que estaba a la espera de las directrices más específicas del Departamento del Tesoro.
Unos 300 mil estadounidenses, excluyendo los de origen cubano, han visitado Cuba en lo que va de este año, de los cuales 40 mil viajaron fuera de los grupos organizados, utilizando reservas en las líneas aéreas.
(Con información de Reuters)
Operadores turísticos estadounidenses, “Necesitamos compartir información y hablar con voz unida en temas que son importantes para nosotros”, dijo Michael Sykes, del Cuba Cultural Travel, quien está fundando un grupo de comercio que actualmente cuenta con más de 30 miembros.
El empresario dijo que aunque los cambios anunciados por Trump no dañarán seriamente hasta el momento el negocio, los operadores se han preocupado de estar preparados en todos los detalles.
Trump criticó el mes pasado los esfuerzos emprendidos por su antecesor Obama para promover los lazos culturales y económicos con Cuba, y los calificó de terrible y mal orientado acuerdo.
En su discurso en Miami, Trump anunció que los estadounidenses podían llegar a Cuba bajo el estatus de las 12 categorías de viajes no turísticos y prohibió a los empresarios estadounidenses hacer negocios con entidades de las Fuerzas Armadas de la isla.
Los cruceros están permitidos, dijo el Gobierno de Washington.
Podemos trabajar con los nuevos reglamentos con cambios mínimos, pero se ha echado una cortina sobre el negocio y eso me preocupa en el futuro, dijo el turoperador Steven Cox, presidente de International Expeditions, con sede en Alabama.
Desafortunadamente, la percepción lo es todo. Muchos viajeros estadounidenses no están bien informados y creen que viajar a Cuba está siendo cortado y eso no es cierto, señaló.
Sin embargo, una encuesta de una docena de operadores turísticos mostró que la mayoría no había visto ningún cambio significativo en sus negocios hasta la fecha.
Cafferty dijo que estaba a la espera de las directrices más específicas del Departamento del Tesoro.
Unos 300 mil estadounidenses, excluyendo los de origen cubano, han visitado Cuba en lo que va de este año, de los cuales 40 mil viajaron fuera de los grupos organizados, utilizando reservas en las líneas aéreas.
(Con información de Reuters)
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