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No fue difícil acceder a él, porque Donald Trump es presidente del
país de las oportunidades, el de la libertad de prensa, el del modelo de
democracia que exporta con drones y bombas al resto del mundo. Lo
abordé solo un momento después de su discurso en Miami. ¿Lo creen?
Estas son las preguntas. Y alguna vez, si el mundo endereza, quizás tendremos las respuestas.
-Dígame, Señor Presidente, ¿democracia es satisfacer a un par de
políticos en Miami, a fin de sumar aliados en el Congreso, o a la
inmensa mayoría de norteamericanos, cubano-americanos y cubanos, que
desean una relación normal entre ambas naciones?
-¿El senador Marco Rubio —su asesor en el diseño de la “nueva”
política hacia Cuba— no le contó las características del público
miamense ante el cual haría el anuncio? ¿No le dijo que los valerosos
miembros de la Brigada 2506, la de la invasión por Bahía de Cochinos,
afirmaron ser solo cocineros cuando los capturaron?
-¿Qué estadísticas le entregan sus asesores para pensar que en Cuba
hay más violaciones de derechos humanos que en Estados Unidos? ¿Le
ocultan nuestras tasas de mortalidad infantil, alfabetización y acceso a
la Universidad, la proporción de medallistas olímpicos, la seguridad en
las calles…? ¿Encubren los crímenes raciales en su país, la diferencia
de sueldo entre hombres y mujeres, los perjudicados por no tener seguro
médico…?
-¿Cómo consiguió engañar a aquel auditorio en espera de chuletas, con
apenas unos huesos? ¿Fue su experiencia como negociante la que le
permitió simular una cancelación total de la política de Obama, mientras
dejaba en pie buena parte de esta? ¿Acaso comprende que sería absurdo?
-¿No es una contradicción decir que de esa manera cumple con la
“comunidad que lo apoyó por tremendo margen” en las elecciones, cuando
ese condado lo ganó ampliamente Hillary Clinton, con un 64% de los
votos, y cuando el 63% de los cubanos de Miami se opone al bloqueo?
-¿Ya percibió que sus medidas atentan contra su propia política de
“Estados Unidos Primero” (America First), pues perjudican también al
sector empresarial estadounidense? Cuba hubiera podido volver a ser el
principal destino para el arroz Made in USA. Ya no, ¿verdad?
-¿Se ha dado cuenta de que los ciudadanos de su nación son los únicos que tienen prohibido visitar Cuba?
-¿Qué sucedería si un día el Gobierno cubano dictara leyes con el
propósito de proteger los derechos de los ciudadanos estadounidenses que
no pueden viajar a nuestro país, o los de quienes sin juicio alguno
sufren prisión en Guantánamo?
-Señor Presidente, ¿ha olvidado que usted mismo dijo que 50 años de
bloqueo contra Cuba era demasiado tiempo, y había llegado la hora del
cambio?
Quisiera creer que un día recibiré respuestas y serán atinadas. Por
eso, no me conformaré con guardarme la pregunta que haría a cualquier
otro mandatario yanqui.
-Míster Trump, ¿piensa de veras que Estados Unidos puede decidir el futuro de Cuba?
(Tomado de joelvaljean)
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