Por: Antonio caballero Vidal *
Los latinoamericanos hemos presenciado en los
últimos tiempos las ingerencias externas y con pretensiones desestabilizadoras
del imperio en lo que evidentemente es una avalancha contra los gobiernos
progresistas de nuestro continente.
Las provocadas alteraciones del orden en
Ecuador, las amenazas al pueblo y gobierno de Venezuela con la utilización de
manejos sucios de la derecha corrupta y
el solo propósito de destruir a la Revolución Bolivariana con amenazas de
intervención desde los Estados Unidos y hasta un decreto firmado por el
Presidente Barack Obama de que ese noble país es “ un peligro para la seguridad
del poderoso del norte “ así como también la aplicación de normas
neoliberales por el gobierno de Argentina
con el consiguiente despido de miles de trabajadores y la concesión a
los fondos buitres de sus reclamos junto
a otras medidas antipopulares amañadas también por el gobierno de Norteamérica
y el reciente Golpe Parlamentario y
Judicial contra la Presidenta Dilma Rousseff, expresan una evidente convicción de que se esparce una ola
antidemocrática y antiprogresista en nuestro Continente contra gobiernos de izquierda y sus respetivos
pueblos, usando para ello manejos
amañados y ultraderechistas al servicio
de las oligarquías.
La
primera nación que sufrió los embates de esa política fue Cuba luego del
triunfo de la Revolución. Aquí recordamos lo que ocurrió exactamente el 3 de
Noviembre de 1961 cuando el entonces Presidente Jhon F. Kennedy puso en órbita
la llamada LEY DE ASISTENCIA AL EXTERIOR y mediante la que quedó instituida la
mal llamada Agencia Internacional para el Desarrollo ( USAID ) debido a sus
siglas en inglés que se originó inspirada en un ley del año 1948 ( Ley Marshall
) y también en la llamada Alianza para
el Progreso, instaurada en Marzo del
mismo año 61, donde el objetivo central fue y todavía es enfrentar el nuevo
mapa político resultante de la última Guerra Mundial y del triunfo de la
Revolución Cubana, por supuesto.
Este
plan tuvo como ejercicio vital la hegemonía o preponderancia yanqui frente al
naciente bloque socialista y, como un instrumento para contener lo que siempre
han reconocido como el peligro de las ideas comunistas desde Europa y
propiciar, además, una Alianza del norte y el Sur de nuestro continente americano
sobre la base de que se desarrollara la fuerza de una democracia al estilo
norteamericano para poner freno a que el ejemplo de Cuba y su Revolución se
expandiera a otros países de nuestra América.
Los
cubanos estamos más que conscientes de que esa pretensión se les convirtió en
obseción y a la vez, fracaso con rapidez
extrema, motivado por la derrota de la
invasión que organizaron por Playa Girón en Abril del mismo año 1961 en la que,
el hasta entonces invencible imperio, sufrió su primera gran derrota militar en
este continente.
Ese sí fue un ejemplo que se transmitió con mucha fuerza por
toda América incluyendo el territorio de los propios Estados Unidos. Ya jamás han podido dormir tranquilos pues
pensaron que sería un paseo aquella “ grandiosa invasión “ y hasta creyeron que
era llegar y coger. Encontraron todo lo contrario.
Es
a partir de esa etapa que la USAID se ha autotilulado como paladín para
“ayudar a los países a desarrollarse económicamente” y a “ solucionar
problemas humanitarios” cuando lo cierto es que se apega a los servicios de
inteligencia de Estados Unidos para buscar información de las naciones de la
región e influir y manipular con mecanismos extraños la política interna y
externa de dichas naciones. La USAID está considerada por expertos, como el
principal mecanismo del intervencionismo directo de Estados Unidos en los
países manejando para esos fines millones y millones de dólares con el morboso
pretexto de “ AYUDAR “ mientras lo verdadero es que, detrás del telón, ejerce
un dominio en cuanto a la protección de los intereses norteamericanos.
No
comprende entonces el gobierno de los Estados Unidos que ya Cuba no es la misma
nación analfabeta, muy pobre, sin hospitales, sin los recursos que se robaron
los tiranos de las arcas de la nación, con niños inflados de parásitos y los
hombres, mujeres y ancianos muriendo en cualquier parte por falta de asistencia
médica mientras que la burguesía y su comparsa vivía como si aquí no pasara
nada.
Cuando eso pasaba en Cuba, a ningún magnate yanqui se le ocurrió crear
una verdadera agencia de ayuda para socorrer a las víctimas o después del
triunfo de la Revolución evitar poner en vigor un bloqueo férreo y criminal de
tantos años contra nuestra nación o eliminar a las organizaciones anticubanas que
libremente planificaron y ejecutaron dentro y fuera de nuestras fronteras,
atentados y acciones criminales probadamente ciertas contra nuestro país como
el vil atentado al avión CU-445 en Barbados aquel 6 de Octubre de 1976 crimen
que todavía está impune.
Parece
que para los Estados Unidos el tiempo no ha transcurrido. Ahora se da otro
fenómeno. World Learning es una organización que se proclama como SIN FINES DE
LUCRO y dice que su objetivo esencial es EMPODERAR A LAS PERSONAS Y FORTALECER
LAS INSTITUCIONES.
Dicha
organización ha recibido financiación
del Departamento de Estado
Norteamericano, incluyendo la propia USAID para promover CAMBIOS EN CUBA a
tenor de la sección No. 109 de la grotesca Ley Helms Burton que profiere la
implementación de partidas mayores a 139 millones de dólares nada más y nada
menos que en los dos mandatos del actual Presidente Barack Obama.
Durante
los meses de Julio y Agosto de este año impulsó un programa de Verano para
Jóvenes Cubanos de entre 16 y 18 años de edad con estudios de enseñanza media
para “ trabajarlos “ en función de sus extraños
objetivos.
Este programa incluía un llamado Proyecto Final condensado en
actividades a implementar a su regreso a Cuba y que sería muy “ noblemente “
monitoreado por sus patrocinadores. Está
de más decir que para esos fines no contaron con las autoridades cubanas y las
cuatro personas que enviaron procedentes de Panamá para dar lo que ellos llaman
“ los toques finales a la captación “,
llegaron a nuestra Isla con visado de turismo por lo que violaron los términos
de su estancia en Cuba y fueron claramente advertidos por las autoridades
migratorias cubanas.
Preguntamos:
¿ Puede hablarse de relaciones normales
entre dos países en que uno de ellos, Estados Unidos, no solo pretende inmiscuirse en los asuntos
internos del otro, sino que, además, aspira a fomentar la subversión del orden
de un país soberano utilizando a sus
propios jóvenes.
Por suerte, esos, nuestros jóvenes en este pleno 2016
son fruto de una Revolución con limitaciones económicas impuestas, sí, por el mismo imperio pero que tienen dignidad,
y en la educación uno de sus más grandes valores. Ellos sí saben de qué
cuestión se habla y se trata, y también
conocen la historia verdadera de a quiénes enfrentan.
El
pasado día 22 de Septiembre en el debate general del septuagésimo primer período
de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el canciller cubano
Bruno Rodríguez Parrilla expresó:
“
Reiteramos la disposición del Gobierno Cubano a continuar desarrollando un
diálogo respetuoso con el Gobierno de los Estados Unidos, sabiendo que resta un
largo camino por recorrer para avanzar hacia la normalización, lo que significa
construir un modelo de relaciones bilaterales totalmente nuevo en nuestra
historia común que nunca podrá ser olvidada. Para que ello pueda ser algún día
posible, será imprescindible que antes se levante el bloqueo. También deberá
ser devuelto el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval de Guantánamo
en contra de la voluntad de Cuba “. Fin de la cita.-
Muy
claro debe estar, que nada ni nadie
jamás podrá borrar nuestra memoria
histórica pero mucho menos, mancillar con inescrupulosas pretensiones la
dignidad y la gloria vivida en defensa de nuestra soberanía y de nuestra
integridad nacional.
* Periodista y locutor emisora Radio Llanura de Colón-Matanzas.
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