Por el medio de Medio

Tomado de Girón

Texto y fotos: Yeilén Delgado Calvo

Email: yeilen.delgado@giron.cip.cu

A la calle de Medio hay que ir por un motivo u otro. Allí se concentran buena parte de las tiendas recaudadoras de divisas de la ciudad, y disímiles servicios como los de Cadeca, Correos, bancos, farmacia, comercialización de productos industriales y ropa reciclada.

Se suman además, nuevos emprendimientos cuentapropistas beneficiosos no solo para los titulares y potenciales clientes, sino también para los residentes que han decidido, en su mayoría, arrendar espacios de sus viviendas con tal fin. Proliferan así cafeterías, clínicas de celulares, venta de flores, artículos religiosos, artesanías, calzado y carteras; impresión de documentos, entre otros.

 No queda duda de que constituye la arteria comercial por excelencia de la urbe, y así lo conciben las autoridades con respecto al futuro desarrollo del centro histórico, Monumento Nacional; mientras que en Narváez se ubicará un paseo cultural
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  Como ha explicado Girón en otras ocasiones, Medio no se convertirá en bulevar, en tanto ello sería incompatible con la compacta trama urbana de Matanzas. No obstante, en un recorrido por esta vía se constatan problemáticas inconciliables con su función social.

 Ariel Díaz Aldanás arrastra con su escoba papeles de pizza, un paquete de pelly y varias latas de refresco. Hace dos años que labora en esta zona y afirma que aunque en el día hay tres turnos de barrenderos, no dan abasto por la cantidad de desechos que se arrojan. “Hace meses había cestos de aluminio, pero les daban con hierros para llevárselos”. 

Aunque existen regulaciones específicas sobre los horarios y días en que se puede arrojar agua en esta calle, para no interrumpir el normal tráfico de las personas; debe hacerse más hincapié en que cada institución estatal asuma la limpieza de su tramo de acera, la cual, lejos de brillar, exhibe un color grisáceo que delata falta de dedicación y detergente.

Según los vecinos y trabajadores del área, la labor de los barrenderos es constante y eficaz, así como la recogida de la basura, pero ls indisciplina social de los transeúntes y la falta de cestos las empañan.

En un constante sigilo permanece Teresita Deschapelles Del Monte, recepcionista del Comité Provincial del Partido, pues la edificación que se ubica justo frente a su puesto de trabajo se ha convertido en un baño público. Ya recogieron los escombros y limpiaron el placer, mas continúa la errónea utilización del lugar.

“Vienen hombres, mujeres, hasta niños, que se bajan la ropa a pleno día sin pensar que están expuestos a todas las miradas e incluso a enfermedades, porque las moscas y el mal olor se hacen insoportables. Se molestan si les llamamos la atención. Asimismo, la pared que queda está agrietada, puede derrumbarse en cualquier momento y herir a alguien. En el sitio pudieran construirse baños públicos, inexistentes en los alrededores, y colocar cajas de agua, para que se satisfagan necesidades básicas

Además del inminente peligro de derrumbe de la fachada, la semiderruida edificación deviene " baño público" para muchísimas personas.Situación que comparte la antigua relojería,


Tal acumulación de hierbas y desechos de encuentra a la vista de todos en la principal arteria comercial de la ciudad









 Con una profundidad difícil de imaginar a simple vista, el charco de la esquina de Manzaneda y Medio produce fetidez e insalubridad.

Como un charco mítico, de donde se dice que se pescaron peces gato, se puede calificar el de Manzaneda y Medio. Marianela Rodríguez Suárez, dependienta de la Asociación Colombófila, refiere que deben convivir con el olor desagradable. De igual forma, cuando un carro introduce la rueda en el profundo hueco “baña” las paredes de la instalación y a cualquier viandante desprevenido.

Para palear dichas dificultades se precisa el concurso de los citadinos, demás visitantes de la calle deMedio, y de todas las instituciones implicadas. Si bien es evidente el movimiento constructivo en algunas instalaciones, faltan más acciones concretas para que recorrerla sea siempre, a la vez que útil, placentero.