Un extenso artículo del diario The New York Times señala que
el senador Marco Rubio, aspirante a contender contra los demócratas en
las elecciones presidenciales de 2016, desde hace tiempo enfrenta
problemas con sus finanzas. Señala el Times un derroche extravagante: la
compra de una lancha rápida por 80 mil dólares luego de recibir un
alivio financiero por los derechos de un libro biográfico.
Entró en la vida pública estadounidense con un profundo agujero
financiero de su propia creación, señala el rotativo, lo que para
algunos expertos de campaña se traduce en que gasta más de lo que
ingresa.
Entre los serios contendientes a la presidencia, Rubio destaca por su
juventud, su meteórico ascenso político y por las dudas persistentes
sobre su gestión financiera, precisa el Times.
En la actualidad muchos de sus simpatizantes están preocupados pues
al crecer en términos políticos, el senador por Florida no supo
deslindar el dinero personal de los fondos políticos de su carrera.
En ese sentido señala el diario que el aspirante hace algunos años
pagó con tarjetas de crédito del Partido Republicano un proyecto de
pavimentación en su casa y para viajar a una reunión familiar, y
poniendo sus parientes en las nóminas de campaña.
Estos no son incidentes aislados, pues según el diario, una
revisión de las finanzas de la familia Rubio revela una serie de
decisiones a través de los últimos 15 años que los expertos califican de
imprudentes deudas significativas, entre ellas gastar en gran medida de
artículos de lujo como el barco – Rubio bought, un EdgeWater 245CC
Deep-V Center Console de 80 mil dólares – y el contrato de
arrendamiento de un Audi Q7 por 50 mil dólares de 2015.
El diario neoyorquino señala que el potencial aspirante a la presidencia estadounidense se hizo excepcionalmente dependiente de un donante de campaña, Norman Braman, un multimillonario que subvencionó su trabajo como instructor de la universidad, lo contrató como abogado y continúa empleando a su esposa.
Por otra parte, durante su campaña para senador federal en 2010 sus oponentes dijeron que utilizó los fondos de un PAC (grupo de recaudación de fondos para favorecer a candidatos) para subsidiar el estilo de vida de su familia, algo que negó.
El diario neoyorquino señala que el potencial aspirante a la presidencia estadounidense se hizo excepcionalmente dependiente de un donante de campaña, Norman Braman, un multimillonario que subvencionó su trabajo como instructor de la universidad, lo contrató como abogado y continúa empleando a su esposa.
Por otra parte, durante su campaña para senador federal en 2010 sus oponentes dijeron que utilizó los fondos de un PAC (grupo de recaudación de fondos para favorecer a candidatos) para subsidiar el estilo de vida de su familia, algo que negó.
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